El arte que los colaboracionistas holandeses vendieron a Hitler
Los herederos del germano-holand¨¦s Franz Koenigs reclaman 11 dibujos y 11 ¨¢lbumes al museo Boijmans Van Beuningen, de R¨®terdam
La suerte de la colecci¨®n de arte reunida antes de la II Guerra Mundial por Franz Koenigs, un banquero germano nacionalizado holand¨¦s, vuelve a los tribunales. Seis herederos pedir¨¢n este jueves en R¨®terdam a los jueces la devoluci¨®n de 11 dibujos y otros 11 ¨¢lbumes con cientos de ilustraciones de maestros antiguos, entre ellos Fra Bartolomeo, Rembrandt y Durero, incluidos en los fondos del museo Boijmans Van Beuningen, de la ciudad portuaria. La pinacoteca, que compr¨® el legado de Koenigs en 1940, con la invasi¨®n nazi de Holanda en puertas, lo niega, y considera suyas las obras. El caso ha reavivado la pol¨¦mica sobre la figura del "colaborador econ¨®mico" en ¨¦poca de guerra, porque Daniel van Beuningen, un empresario al que el centro art¨ªstico debe la mitad de su nombre, vendi¨® un cuarto de las piezas a Hitler para su Museo del F¨¹hrer.
El hijo que muri¨® en la Guerra Civil espa?ola y los eucaliptos
Banquero y con una de las mejores colecciones privadas de arte del mundo, Franz Koenigs perdi¨® a su hijo mayor en la guerra civil espa?ola. En 1937, Ernst fue reclutado por el Partido Obrero de Unificaci¨®n Marxista (POUM) mientras estudiaba en Inglaterra. Con 20 a?os, y una licencia de piloto, el joven falsific¨® sus documentos para poder luchar en el bando republicano. ¡°Se hizo llamar Erwin Krause y lo derribaron cuando volaba sobre Barcelona¡±, dice Christine, nieta de Franz. Su abuelo ¡°pose¨ªa una plantaci¨®n de eucaliptos en Andaluc¨ªa, expropiada por Franco¡±. ¡°Cuando viajaba a Madrid, creo que luego pasaba informaci¨®n a Inglaterra¡±, a?ade, desvelando la conexi¨®n espa?ola de su familia.
Franz Koenigs lleg¨® a tener 2.140 dibujos y 46 lienzos. La mayor parte fue prestada al museo de R¨®terdam en 1935 fue por un periodo de diez a?os. Con Europa en plena turbulencia, ¨¦l necesit¨® cr¨¦dito y dej¨® una porci¨®n de su colecci¨®n ¡ªasegurada en 4,5 millones de florines¡ª como garant¨ªa en el banco Lisser & Rosenkranz. De propiedad jud¨ªa y con sedes en Hamburgo y ?msterdam, la entidad tuvo que liquidar en 1940, semanas antes de la ocupaci¨®n holandesa. ¡°Las obras siempre estuvieron en el Boijmans porque mi abuelo quer¨ªa que el p¨²blico las viera. Intent¨® trasladarlas a Lisboa, pero no pudo ser por la inminencia de la guerra¡±, dice Christine, una de sus nietas, y principal impulsora de la demanda. ¡°Ahora se recupera la figura del colaboracionismo econ¨®mico en tiempo de guerra. Una visi¨®n interesante en este caso. Van Beuningen era coleccionista y un magnate portuario, y creo que se puso de acuerdo con Dirk Hannema [director del Boymans durante la contienda y encarcelado despu¨¦s ocho meses por vender arte a los nazis] para comprar esas obras por un mill¨®n de florines. Su plan era venderle luego una porci¨®n a Hitler y obtener un gran beneficio¡±, prosigue la nieta.
La operaci¨®n no fue rechazada por el museo porque, seg¨²n Christine, ¡°Hannema era pro nazi y Van Beuningen presion¨® a Lisse & Rosenkranz y a mi abuelo¡±. ¡°Luego dijeron que hab¨ªan salvado la colecci¨®n, cuando la verdad es que Hitler quer¨ªa los pintores alemanes y holandeses. El resto se qued¨® en el museo. Van Beuningen, adem¨¢s, gan¨® as¨ª 1,5 millones de florines, mucho m¨¢s de lo abonado al banco jud¨ªo. Los enviados de Hitler, que era muy taca?o, vinieron en persona a tasar los dibujos¡±. El empresario don¨® tambi¨¦n piezas propias al Boymans, y se qued¨® cuatro cuadros de Rubens y varios dibujos de Koenigs. El museo holand¨¦s ha admitido siempre que la venta no debi¨® hacerse a las fuerzas ocupantes. Pero luego se?ala que, dado el curso de la guerra, ¡°los nazis la habr¨ªan forzado para hacerse con los cuadros y dibujos que Hans Posse, el historiador germano, eleg¨ªa para el museo que el f¨¹hrer deseaba abrir en la ciudad de Linz¡±. Es decir, a pesar de los sobresaltos, al final se ha cumplido el deseo del propio Koenigs de conservarlas en Holanda.
No toda la familia Koenigs est¨¢ de acuerdo con la demanda, pero la nieta, que va cumplir 65 a?os, lleva casi un cuarto de siglo batallando por la recuperaci¨®n de la pasi¨®n del abuelo. En el pasado, pele¨® por el grueso de la colecci¨®n, pero el Consejo holand¨¦s de Estado rechaz¨® su petici¨®n en 2007. ¡°Creemos que con estos 11 dibujos y 11 ¨¢lbumes no hay dudas. ?Por qu¨¦ no condenaron a Van Beuningen tras la guerra cuando se admite que actu¨® ilegalmente?¡±, se pregunta, para responder enseguida lo siguiente: ¡°Porque era un hombre poderoso y con contactos. Y un empresario necesario en la posguerra¡±. El Mando Supremo de los Aliados archiv¨® su causa, y en 1958, ya a t¨ªtulo p¨®stumo, el museo a?adi¨® su apellido por los servicios prestados.
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