¡®The Leftovers¡¯, la serie que nos rompi¨® el coraz¨®n

La emoci¨®n. Hay pocas cosas tan poderosas como la emoci¨®n. Los sentimientos. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de Perdidos apost¨® por la emoci¨®n frente a la raz¨®n. Pero entonces los espectadores esperaban explicaciones, razones. Las hubo, pero no satisficieron a todos porque entraban en juego las emociones, y no cont¨¢bamos con eso. En The Leftovers, Damon Lindelof se ha resarcido. Desde el principio, la serie de HBO (en Espa?a, tambi¨¦n en Movistar Series) dej¨® claro que est¨¢bamos en un mundo sin respuestas, una historia sobre el dolor de la p¨¦rdida, sobre c¨®mo se sigue adelante sin saber qu¨¦ ha pasado.

The Leftovers, que esta noche ha emitido el ¨²ltimo cap¨ªtulo de su ¨²ltima temporada, ha sido una de las experiencias emocionales m¨¢s intensas de los ¨²ltimos a?os televisivamente hablando. Y una de las mejores series (posiblemente, la mejor) de los ¨²ltimos tiempos. L¨¢stima que muchos no hayan disfrutado de esta experiencia cat¨¢rtica con una banda sonora espectacular, una fotograf¨ªa cuidad¨ªsima, una mitolog¨ªa riqu¨ªsima y una historia que cortaba la respiraci¨®n por culpa de unos personajes desolados y perdidos.

Con una novela de Tom Perrotta como punto de partida, no tuvo problemas desde la primera temporada en ir m¨¢s all¨¢ del libro. Lo hizo en los cap¨ªtulos en los que se centraba en personajes concretos, los mejores de aquella primera tanda de episodios un tanto irregular pero suficientemente intrigante como para llamar la atenci¨®n. La segunda temporada traslad¨® a los personajes a otro universo, se liber¨® de toda atadura y vol¨® hasta las alturas. La tercera entrega ha sido un regalo a los fans de una serie minoritaria pero que merec¨ªa m¨¢s todav¨ªa. Y lo ha tenido. Cada cap¨ªtulo ha sido una peque?a joya cargada de emoci¨®n y de significados. Ocho cap¨ªtulos para decir adi¨®s a una producci¨®n que se marcha por la puerta grande, sin estirar el chicle m¨¢s de la cuenta.

Y el final. Tal como hab¨ªa transcurrido la temporada, se pod¨ªa esperar cualquier cosa del final. La soluci¨®n por la que han optado sus autores ha sido, al mismo tiempo, fiel a lo que se hab¨ªa visto hasta entonces y diferente a todo lo anterior. Un final sencillo y bello que ha sumado un nuevo significado a lo anteriormente visto. Un cierre sobresaliente en el que las emociones han primado y que ha contado al espectador lo que necesitaba saber ¡ªo quiz¨¢ incluso m¨¢s de lo que necesitaba, o m¨¢s de lo que esperaba¡ª. Y que, de paso, ha elevado m¨¢s todav¨ªa a la enorme Carrie Coon. Ella es una de las grandes cosas que ha ganado la televisi¨®n gracias a esta serie. El personaje de Nora ha terminado siendo tan protagonista como Kevin, incluso m¨¢s en algunas ocasiones. Otro de los regalos de The Leftovers ha sido la banda sonora de Max Richter. Otro, el cuerpo de Justin Theroux. Y otro, la redenci¨®n de Damon Lindelof.

The Leftovers se marcha cuando m¨¢s la necesitamos. Porque aquel mundo sin respuestas que planteaba es m¨¢s real que nunca ahora. Nos deja con el coraz¨®n roto en mil pedazos. Llorando y sonriendo al mismo tiempo. Sintiendo. Porque de eso ha ido siempre, y por eso es tan complicado ponerlo en palabras.

Gracias por el viaje. Nos vemos en el otro lado. O, mejor, en este.