Ventanas a Londres

El sal¨®n de mi casa est¨¢ a 1.715 kil¨®metros de Londres en l¨ªnea recta, seg¨²n Google Maps. Pero el 3 de junio, s¨¢bado por la noche, cre¨ªa que estaba a solo una calle del Puente de Londres. Despu¨¦s de descubrir por Twitter lo que en ese momento no era m¨¢s que un atropello masivo, conect¨¦ el Canal 24 Horas de la tele, abr¨ª en el ordenador la narraci¨®n en directo de varios peri¨®dicos y segu¨ª por el tel¨¦fono qu¨¦ se comentaba en redes sociales. Tres pantallas que hac¨ªan las veces de tres ventanas con vistas a la zona del Borough Market. La hiperconexi¨®n era esto.

Realmente, la operaci¨®n policial no dur¨® m¨¢s de 8 minutos, desde la primera llamada hasta que abatieron a los atacantes. Esos 8 minutos se convirtieron en dos horas de directo. En la pantalla, la acci¨®n se limitaba a personas siendo desalojadas de los bares, luces de patrullas que iluminaban las calles londinenses e im¨¢genes que se emit¨ªan en bucle.

El apurado presentador del 24 Horas que esperaba narrar la victoria del Real Madrid en la Champions repet¨ªa palabras inconexas. Solo se sab¨ªa que tres hombres con cuchillos de m¨¢s de 20 cent¨ªmetros estaban sueltos, agrediendo a gente. La informaci¨®n era escasa pero el miedo y la ansiedad que transmit¨ªan eran reales. Parec¨ªa un videojuego de los que te permite situarte en el punto de vista del tirador, a la caza de los terroristas.

Daban ganas de meterse debajo de la mesa del sal¨®n, especialmente cuando la tele comenz¨® a emitir un v¨ªdeo de la polic¨ªa entrando a un bar donde la gente disfrutaba de su pinta. Podr¨ªa haber sido cualquier bar de cualquier ciudad, cualquier noche de s¨¢bado. El mensaje de la Polic¨ªa de Londres se replic¨® miles de veces en los minutos siguientes a su publicaci¨®n: ¡°Corre, esc¨®ndete, avisa¡±. Probablemente no por personas que en ese momento estaban en la zona, sino por otras de todo el mundo que, como yo, estaban conectadas a sus pantallas. Viendo la guerra en streaming.