El poemario ¡®Trilce¡¯ da cobijo a nuevas palabras de 24 poetas
El libro del peruano C¨¦sar Vallejo reaparece en un di¨¢logo con otros autores despu¨¦s de 30 a?os sin editarse en Espa?a
Antes de 1922, la palabra Trilce, no quer¨ªa decir nada. A?os despu¨¦s, en cualquier diccionario po¨¦tico, es sin¨®nimo de vanguardia. Cuando el peruano C¨¦sar Vallejo la invent¨®, llegaba del vac¨ªo. Como el propio libro de poemas al que da t¨ªtulo y que sigue marcando la obra de generaciones j¨®venes. Esto es un hecho tangible. Tanto que ahora, Sara Castelar Lorca, ha convocado desde su sello Karima Editora, a 24 autores en torno a este t¨¦rmino. Ha querido as¨ª relanzar una nueva edici¨®n del libro fundamental, que no se publicaba en Espa?a desde hace 30 a?os.
Un vac¨ªo demasiado largo para una obra que es puro paradigma. ¡°Quiz¨¢s no tanto entre los poetas espa?oles, pero s¨ª m¨¢s y muy profundamente, en Am¨¦rica Latina¡±, comenta Sara Castelar. La editora y tambi¨¦n poeta present¨® este mi¨¦rcoles el volumen junto a Julio Ortega, encargado del Proyecto Trasatl¨¢ntico de la Universidad de Brown, en el Centro de Arte Moderno de Madrid.
Para Ortega, la obra de Vallejo rezuma actualidad dentro de esa paradoja que ha convertido la vanguardia en consistente tradici¨®n: ¡°En Trilce existe una renuncia clara a nombrar la realidad, una ruptura de la l¨®gica gramatical y una necesidad de redimir este mundo que nos ha tocado vivir, un mundo caracterizado por lo precario¡±. El propio t¨¦rmino inventado por Vallejo nace hu¨¦rfano e intercambiable. Sin familia en la r¨ªgida estructura del lenguaje: ¡°Puede ser un verbo, un adjetivo, un nombre, incluso¡±, apunta Ortega.
Un enigma que en Espa?a adoptaron como camino a seguir algunos de los poetas m¨¢s rompedores de la generaci¨®n del 27, como Gerardo Diego o Vicente Aleixandre. ¡°Desde entonces, Trilce nos ha alertado y nos ha puesto en guardia sobre la importancia de explorar mediante el lenguaje. Los poetas tenemos esa responsabilidad. La de utilizarlo de la manera m¨¢s ambiciosa y con altura de miras posible¡±, comenta Sara Castelar.
¡°En Trilce existe una renuncia clara a nombrar la realidad, una ruptura de la l¨®gica gramatical", asegura el profesor Julio Ortega
Quiz¨¢s las generaciones posteriores se hayan relajado m¨¢s en este sentido. ¡°Pero Vallejo nos advierte de que es mediante el lenguaje, sobre todo, donde debemos beber para definir el mundo¡±, a?ade Castelar. En una palabra: huir del sencillismo, ese refugio de la mediocridad, como alerta el maestro Jos¨¦ Manuel Bonald en ese magistral Examen de ingenios (Seix Barral), aparecido recientemente.
La nueva edici¨®n del poemario tiene un t¨ªtulo, Tribu versus Trilce y est¨¢ ilustrado por Ricardo Ranz. Va enmarcado dentro de una colecci¨®n de di¨¢logos m¨¢s amplia en la que ya ha aparecido Tabaquer¨ªa, dedicado a Fernando Pessoa, y uno pr¨®ximo sobre Federico Garc¨ªa Lorca.
No fue lo ¨²nico que se present¨® este mi¨¦rcoles en Madrid. Tambi¨¦n Ortega habl¨® de Aire en luz, el ¨²ltimo libro de la poeta y artista pl¨¢stica colombiana, Gloria Posada. Ella no pudo desplazarse desde Medell¨ªn, donde vive. Pero el profesor Ortega ha querido aprovechar su paso por Espa?a para hablar de ella. ¡°Se trata de una autora que utiliza el lenguaje como elemento principal para abordar la intimidad del mundo¡±.
La de Posada es una po¨¦tica del elemento: agua, luz, aire, cielo. ¡°C¨®mo su propia obra pl¨¢stica, muy comprometida con la conservaci¨®n de lo que nos rodea. Recuerdo una vez que en Medell¨ªn entr¨® en el r¨ªo con carritos de supermercado y, tras su paso por el agua, sal¨ªan llenos de cosas incre¨ªbles. Aquello me impact¨®¡±, recuerda Ortega.
Babelia
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