El misterio de la m¨¢scara de Dal¨ª
El forense que comenz¨® a hacerla dice que la orden¨® quemar pero la supuesta hija del artista asegura tenerla consigo
M¨¢s de 28 a?os despu¨¦s de su muerte, Salvador Dal¨ª sigue ofreciendo abundantes dosis de surrealismo. Pilar Abel, la vecina de Girona que le ha presentado una demanda de paternidad, asegura que tiene parte de una m¨¢scara mortuoria que conserva un pelo del bigote del que defiende que es su padre. El forense que el d¨ªa despu¨¦s de su muerte le embalsam¨® e intent¨® hacer una m¨¢scara del genio en silicona, Narc¨ªs Bardalet, asegura que s¨®lo se hizo una peque?a prueba, de unos 3 por 4 cent¨ªmetros en la mejilla del artista, pero una vez que vieron que era inviable ordenaron destruirla.
El 24 de enero de 1989, al d¨ªa siguiente de que falleciera Dal¨ª, Bardalet recibi¨® el encargo de la Fundaci¨®n Gala-Dal¨ª de embalsamar al genio, y se hizo en Torre Galatea, donde posteriormente fue enterrado en la cripta del museo, bajo la c¨²pula geod¨¦sica. Adem¨¢s, se intent¨® reproducir e inmortalizar su rostro en silicona. Sin embargo, una vez colocado en la mejilla un primer negativo en yeso ¡°ya vimos que no ¨ªbamos bien¡±. Dal¨ª deb¨ªa estar expuesto en su capilla ardiente ¡°y cuando vimos que se le pod¨ªa da?ar las cejas, el bigote o las pesta?as tuvimos claro que era una barrera infranqueable¡±, asegura el forense.
Tras esta operaci¨®n, en la que estuvo presente otro forense y personal de la funeraria, Bardalet asegura que orden¨® destruir los restos de la m¨¢scara junto con el material quir¨²rgico desechado, quem¨¢ndolo. No obstante, mantiene: "No fui yo quien la destru¨ª, yo no pongo la mano en el fuego por nadie y no puedo saber si un trabajador de la funeraria cogi¨® los restos¡±.
Por su parte, Pilar Abel, que inmortaliz¨® en un v¨ªdeo de una revista estatal los restos de la supuesta m¨¢scara que tiene guardados en una caja, asegura que no sabe qui¨¦n se la hizo llegar. ¡°Cuando expliqu¨¦ que era hija de Dal¨ª, alguien, unas terceras o cuartas personas, hicieron llegar esta m¨¢scara a la jefa de la panader¨ªa donde yo trabajaba¡±, asegura. Alguien desconocido le comprob¨® el ADN y se qued¨® los resultados, insiste. Mantiene adem¨¢s que Bardalet sabe que existen los restos de la m¨¢scara y que tendr¨¢ que decir la verdad ante la juez.
La pol¨¦mica de la m¨¢scara ha surgido tras el auto de un juzgado de Madrid que ordena exhumar el cuerpo del pintor para comprobar si es o no el padre de Abel y de las posibles pruebas que dice tener sobre la veracidad de su historia. La mujer, de 61 a?os, dice ser fruto de una relaci¨®n mantenida en 1955 por el artista y su madre, que trabajaba en Portlligat.
A pesar de que la Fundaci¨®n Gala Dal¨ª recurrir¨¢ la exhumaci¨®n del cad¨¢ver, si finalmente se acaba haciendo, el embalsamamiento complicar¨¢ la extracci¨®n de ADN. Embalsamar supone inyectar formol en el cad¨¢ver, lo que causa una serie de reacciones qu¨ªmicas que pueden haber alterado el n¨²cleo de la c¨¦lula, por lo que se deber¨¢ buscar ADN en el tu¨¦tano.
Para Narc¨ªs Bardalet, hubiera sido mucho m¨¢s f¨¢cil, ¨¢gil y econ¨®mico, que Abel exhumara el cad¨¢ver de quien pas¨® por ser su padre. ¡°Como cuesti¨®n previa que se busque el ADN del que era reconocido como su padre y si se comprueba que no es su padre biol¨®gico entonces comprender¨ªa que se diera el siguiente paso¡±. El forense, que califica todo este tema de ¡°surrealista y kafkiano¡±, apunta que de esta manera quiz¨¢s no seria necesario molestar la memoria del genio ampurdan¨¦s.
Babelia
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