La posible paternidad de Dal¨ª: un acontecimiento surrealista
Dudo que el artista depositara alguna gota de su divino esperma en el vientre de otra mujer
El galerista colombiano Carlos Lozano, homosexual desinhibido que quiz¨¢ sab¨ªa m¨¢s del Salvador Dal¨ª ¨ªntimo que nadie, siempre manten¨ªa que el pintor era en el fondo un gay incapaz, por miedo visceral, de asumir su condici¨®n como tal. ¡°No aguantaba que nadie le tocara ¡ªme explic¨® un d¨ªa en Cadaqu¨¦s¡ª. Menos Gala, claro. Cuando te cog¨ªa del brazo era como si tuviera una garra en vez de una mano¡±. Lozano recordaba, ri¨¦ndose, las ¡°org¨ªas¡± que organizaba el pintor en su casa de Port-Lligat y a las cuales ¨¦l hab¨ªa asistido con frecuencia. Juergas protagonizadas por hermosos j¨®venes de ambos sexos, seleccionados por el anfitri¨®n, y en las cuales este s¨®lo participaba como voyeur, a veces masturb¨¢ndose semiescondido en un rinc¨®n.
Dal¨ª tem¨ªa profundamente, con raz¨®n, haber heredado una tendencia paranoica. En ninguno de sus escritos autobiogr¨¢ficos explica que le ocultaron que su abuelo paterno Galo Dal¨ª Vi?as, v¨ªctima de una man¨ªa persecutoria, se hab¨ªa suicidado en Barcelona en 1886, tir¨¢ndose de una ventana a la edad de 36 a?os mientras gritaba que la polic¨ªa le iba a detener.
La prima de la artista, Montserrat, me asegur¨® que Salvador solo se enter¨® de la verdad del caso cuando el artista ten¨ªa 27 a?os, y que el descubrimiento le aterr¨®, pues vino a confirmar lo que ya sospechaba.
Para aquellas fechas, adem¨¢s, hab¨ªa le¨ªdo en su admirado Sigmund Freud, o pronto lo har¨ªa, la tesis de que la paranoia es una defensa contra la homosexualidad. Con lo cual todo se aclaraba. Su relaci¨®n con Federico Garc¨ªa Lorca le hab¨ªa llegado a producir un hondo desasosiego.
Le amaba, s¨ª, incluso intensamente, pero la insistencia del poeta en poseerle le produc¨ªa p¨¢nico. La soluci¨®n lleg¨® en 1929 con la epifan¨ªa de Gala. A partir de entonces pudo ir por el mundo del brazo de una mujer deslumbrante y seductora. El hecho de que la relaci¨®n fuera poco satisfactoria sexualmente era, para el pintor, lo de menos. Y sabemos que Gala sigui¨® con sus amantes casi hasta la muerte.
?Logr¨® Dal¨ª depositar alguna gota de su divino esperma en el vientre de otra mujer, aunque solo fuera una vez? Es posible, aunque lo dudo mucho. De todas maneras, desenterrar su cuerpo en busca del necesario ADN, no dejar¨ªa de ser un acontecimiento aut¨¦nticamente surrealista.
El hispanista Ian Gibson es autor, entre otras obras, de la biograf¨ªa La vida desaforada de Salvador Dal¨ª (Anagrama).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.