El catalanismo, al microscopio
?C¨®mo se lleg¨® al catalanismo despu¨¦s de que Catalu?a fuera decisiva para construir ideol¨®gicamente la Espa?a del siglo XIX? Joan-Llu¨ªs Marfany responde a esa pregunta
Joan-Llu¨ªs Marfany acab¨® su libro La cultura del catalanisme. El nacionalisme catal¨¤ en els seus inicis (1995) con dos preguntas muy incisivas: ?c¨®mo se lleg¨® al catalanismo despu¨¦s de que Catalu?a fuera parte fundamental en la construcci¨®n ideol¨®gica de la Espa?a del siglo XIX? ?Por qu¨¦ en torno a 1898 ¡ªcrisis del Estado¡ª se enfrentaron y definieron como opuestos los dos nacionalismos? Ahora, en plena saturaci¨®n de soberanismo, cuando muchos historiadores adoptan sin rebozo el regreso a los supuestos etnicistas (el caso de Josep Fontana es el m¨¢s llamativo, pero no el ¨²nico), Marfany ha dedicado muchos a?os de minucioso trabajo a responder a la primera pregunta de 1995: ?c¨®mo Catalu?a cre¨® su identidad a lo largo de buena parte del siglo XIX, entre 1789 (lucha contra la Revoluci¨®n Francesa) y 1859 (restauraci¨®n de los Juegos Florales¡ e inicio de una prometedora guerra colonial en el Rif), convirti¨¦ndola en una ratificaci¨®n de la naci¨®n liberal espa?ola y haciendo del castellano su ¡°veh¨ªculo de la comunicaci¨®n escrita y de la palabra solemne¡±?
Quiz¨¢ escribir desde Liverpool, como Marfany, sea una ventaja al prop¨®sito¡ Pero lo es todav¨ªa m¨¢s tener la idea muy clara de que las identidades nacionales son objetos de geometr¨ªa variable y que no proceden de hondones de fe, sino de estrategias al servicio de hegemon¨ªas sociales. Fuerte cosa es, pero muy cierta, preguntarse: ¡°?Renaixen?a, de qu¨¦?¡± cuando a todas luces ¡°el siglo de la castellanizaci¨®n no fue el XVIII, sino el XIX¡±. Y declarar que la conciencia de Estado es lo que fundamenta la naci¨®n, y no al rev¨¦s. Y pensar que sigue teniendo toda la raz¨®n el marxista Pierre Vilar (La Catalogne dans l¡¯Espagne moderne) cuando hablaba de la f¨¦rtil acomodaci¨®n del pa¨ªs a la monarqu¨ªa borb¨®nica, y el sabio y cauto Jaume Vicens Vives cuando estableci¨® como referencia de todo la creaci¨®n de una burgues¨ªa m¨¢s mercantil que industrial y que no dej¨® de ser agraria. Pero tambi¨¦n Marfany propone aqu¨ª enmiendas parciales a otros libros que aprecia: a Ernest Lluch (La Catalunya ven?uda) le arguye que la presunta fidelidad catalana al austracismo, tras 1714, es cosa irrelevante; a Jos¨¦ ?lvarez Junco (Mater Dolorosa) le recuerda que la guerra de la Independencia no es una revisi¨®n tard¨ªa de los hechos de 1808-1814, sino el verdadero crisol de la nacionalidad moderna; a Josep Maria Fradera (Cultura nacional en una sociedad dividida) le apostilla que el ¡°doble patriotismo¡± catal¨¢n de la primera mitad del siglo XIX fue algo m¨¢s utilitario y menos generoso. Y a Max Cahner (Literatura de la Revoluci¨® i de la Contrarrevoluci¨®) le dice m¨¢s de una vez que los textos no est¨¢n para dar la raz¨®n al historiador, sino para que este revele lo que dicen por s¨ª mismos.
Eso es lo que Marfany llama significativamente ¡°ex¨¦gesis¡±, quiz¨¢ porque es fil¨®logo de formaci¨®n. Las m¨¢s de novecientas p¨¢ginas de su libro organizan implacablemente una legi¨®n de citas textuales que, como los guerreros de terracota de Sichuan, parecen ser iguales, pero nunca lo son del todo: son centenares de evidencias del proceso que va del ¡°nacionalismo espa?ol¡± inicial al ¡°regionalismo¡± final, pasando por el ¡°provincialismo¡± (el estadio intermedio en el que, como escribi¨® Coll i Veh¨ª, ¡°la provincia nos manda a la Corte para que en la Corte demos vida al esp¨ªritu de provincia¡±). Por ese camino, que incluye numerosos ramales, se clarifica el uso y el sentido de algunas palabras (naci¨®n, Estado, provincia, y hasta pa¨ªs y paisaje, que fueron curiosos sin¨®nimos), se valora el ennoblecimiento de alg¨²n top¨®nimo (llamar Barcino o Faventia a Barcelona) y la preferencia de un gentilicio (iberos o espa?oles); se habla de novelones rom¨¢nticos, de leones her¨¢ldicos o de listas variables de h¨¦roes vindicados, de pintura hist¨®rica y de paisaje, de los Recuerdos y bellezas de Espa?a (de Piferrer y Parcerisa), y se desmiente la sospecha de alg¨²n atisbo de federaci¨®n, independencia o fueros. Marfany acumula dram¨¢ticos textos sobre el recuerdo de la conquista de Barcelona por las tropas de Felipe?V y, a pesar de todo, concluye muy sensatamente que para los barceloneses del siglo XIX aquello no fue el cerco de Leningrado que ha so?ado la fantas¨ªa iconogr¨¢fica de los excelentes t¨¦cnicos de marketing del actual Gobierno catal¨¢n¡
No es f¨¢cil rebatir este libro, escrito con tan buen humor, tan riguroso orden interno e implacable argumentaci¨®n, y donde incluso a las notas que acreditan las citas siguen otras ¡°notas adicionales¡± que discuten la bibliograf¨ªa. Todo apunta a que hay que seguir describiendo ¡°la construcci¨®n de una burgues¨ªa¡±, de la que surgi¨® el grupo de intelectuales que elabor¨® la geometr¨ªa identitaria de Catalu?a, ¡°al servicio de una clase y al de los intereses del dominio de esta¡±. La cuidadosa microscop¨ªa utilizada nos hace esperar con mucho inter¨¦s la segunda parte que se anuncia. La historia no es un acto de voluntad, sino de paciencia inteligente.
COMPRA ONLINE 'NACIONALISME ESPANYOL I CATALANITAT'
Autor:?Joan-Llu¨ªs Marfany.
Editorial: Edicions 62 (2017).
Formato: versi¨®n e-book y tapa blanda (950 p¨¢ginas).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.