¡°La UE recobrar¨¢ legitimitad con lo social, no con Eurovisi¨®n ni con el Erasmus¡±
El pensador bilba¨ªno subraya la necesidad de que la Uni¨®n reconecte con las capas de poblaci¨®n que asocian Bruselas con desprotecci¨®n
Durante d¨¦cadas, la construcci¨®n europea fue un "asunto de ¨¦lites" pilotado por tecn¨®cratas que desconfiaban de la soberan¨ªa popular ¡ªtras haber visto la elecci¨®n de Hitler en Alemania o el colaboracionismo en Francia¡ª y que se fue legitimando gracias a la prosperidad econ¨®mica, la paz y la consolidaci¨®n de las democracias que tra¨ªa. Sin embargo, las grandes palabras y las decisiones a espaldas de la ciudadan¨ªa ya est¨¢n amortizadas. La UE sufre ahora un d¨¦ficit de inteligibilidad ("no hay quien la entienda") y necesita una nueva narrativa que contrarreste "los ¨²nicos relatos poderosos que quedan en pie": las "impugnaciones populistas". Estas son algunas de las ideas que desgrana el fil¨®sofo Daniel Innerarity (Bilbao, 1959) en su ¨²ltimo ensayo, La democracia en Europa, en el que aboga por que la UE se relegitime a trav¨¦s de lo social, sobre todo ante aquellas capas de poblaci¨®n que asocian Bruselas con desprotecci¨®n y a?oran una soberan¨ªa estatal que pertenece al pasado.
"Europa est¨¢ en un momento te¨®rico, en el que es fundamental pararse a pensar y revisar ciertos conceptos. Si en otros tiempos la reflexi¨®n filos¨®fica sobre Europa pudo parecer una p¨¦rdida de tiempo porque est¨¢bamos d¨¢ndole pedales a la bicicleta, en este momento es fundamental", asegura en una entrevista con EL PA?S en Madrid sobre el libro, publicado el pasado mayo por Galaxia Gutenberg.
Catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Pol¨ªtica y Social, director del Instituto de Gobernanza Democr¨¢tica y Premio Nacional de Ensayo por La sociedad invisible, Innerarity sugiere repensar la UE sin ce?irse a los canones heredados del orden surgido de la Paz de Westfalia, en el siglo XVII, que consagraba el Estado soberano.?"Es posible que la Europa del futuro se parezca m¨¢s al modelo medieval que al de Westfalia", escribe en el ensayo. La UE, a?ade en la entrevista, "puede ser un animal nuevo". Un OPNI, Objeto Pol¨ªtico No Identificado, como lo bautiz¨® en los a?os ochenta el expresidente de la Comisi¨®n Europea Jacques Delors. "El Estado-naci¨®n tendr¨¢ que compartir el protagonismo de manera tan dr¨¢stica que realmente podremos decir que el Estado ya no es lo que era. Y seguramente en unos a?os alguien dir¨¢ que el Estado-naci¨®n empez¨® con las revoluciones modernas y termin¨® con una cosa llamada UE", argumenta Innerarity, incluido en 2005 por la revista francesa Le Nouvel Observateur entre los 25 principales pensadores del mundo.
Para avanzar, la UE puede "reeditar un gran pacto colectivo que permita el desarrollo libre del mercado, como quiere la derecha, con la protecci¨®n social que pone en primer lugar la izquierda". Se trata de romper con el actual "reparto de buenos (Estados) y malos (Bruselas), que no responde a la realidad", y con la percepci¨®n de que "Europa se ha convertido en un asunto de las ¨¦lites y las naciones, en el refugio de los vulnerables". "Esto es letal para Europa porque, adem¨¢s, los Estados ya no est¨¢n en condiciones de proporcionar esa protecci¨®n. El panorama que tenemos es de dos miedos enfrentados que crean una simbiosis entre ellos: el miedo t¨ªpico de la derecha a la p¨¦rdida de la identidad cultural y el miedo t¨ªpico de la izquierda a la desprotecci¨®n y a la inseguridad en t¨¦rminos de trabajo y de expectativas de vida personal".
?C¨®mo revitalizar entonces un proyecto comunitario en horas bajas? "La ¨²nica manera es fortaleciendo el pilar social", responde. La construcci¨®n del euro, recuerda Innerarity, no fue acompa?ada de una "parte pol¨ªtica" que arropara a los m¨¢s d¨¦biles ante la crisis. A esto se sum¨® la puntilla de la crisis. Por ello, lo importante en este momento es que "la gente, y especialmente los m¨¢s desfavorecidos, vean la UE como algo que protege, que acompa?a, y no solamente como la Europa que se legitima a trav¨¦s de Eurovisi¨®n, Erasmus y proyectos de este estilo".
El lado positivo del Brexit
En La democracia en Europa, Innerarity analiza el Brexit como el fruto de un "c¨²mulo de dislates pol¨ªticos" que, parad¨®jicamente, refleja una realidad positiva: la UE es hoy un club del que es posible irse pero al que casi todos prefieren pertenecer, y no una suerte de tren de la historia del que nadie puede bajarse en marcha. Tambi¨¦n lamenta que Alemania desperdiciase durante la crisis la oportunidad de transformar su hegemon¨ªa en liderazgo, al adoptar una postura concentrada en sus propios intereses. E imputa el d¨¦ficit democr¨¢tico de la Uni¨®n "fundamentalmente" a los Estados miembro, y pone como ejemplo la reciente crisis de los refugiados, en la que la Comisi¨®n Europea adopt¨® "una serie de medidas que eran correctas" y las "ciudades, regiones y ONG desarrollaron un trabajo de acogida", pero los refugiados han llegado a cuentagotas "porque la competencia fundamental es de los Estados".
Pese a los retos, Innerarity no ve "en absoluto" en riesgo los cimientos de la casa europea. "En el corto plazo la batalla es muy dif¨ªcil de ganar. El corto plazo es de los simplificadores. Yo -ironiza- no puedo competir con Marine Le Pen en Twitter". Pero si nos ponemos las gafas de lejos y escuchamos el sonido de las "corrientes subterr¨¢neas", ahogado por el ruido superficial de la confrontaci¨®n, el horizonte es "positivo", incluso con la incorporaci¨®n a medio plazo de nuevos pa¨ªses al euro, vaticina.
El encaje de Euskadi en la UE de 2050
Innerarity ha tenido un fugaz paso por la pol¨ªtica. En las elecciones generales de diciembre de 2015 fue n¨²mero dos y en las de junio de 2016 cabeza de lista por Geroa Bai, la coalici¨®n en Navarra del PNV con dos formaciones menores que lidera la actual presidenta de Navarra, Uxue Barkos. No consigui¨® esca?o y obtuvo la mitad de los votos cuando encabez¨® la papeleta. Se define como un "nacionalista no estatalista" que defiende "un espacio multinivel" en el que la "identificaci¨®n sea m¨²ltiple": con Espa?a, con Euskal Herria, con la aldea de 140 habitantes donde reside... "Vamos hacia un mundo y una Europa en la que va a haber menos blancos y negros. La dicotom¨ªa estar dentro o fuera va a ser muy relativizada. En el fondo vamos a estar todos en regimen mediopensionista en Estados que no son soberanos y regiones que pueden ser incluso m¨¢s pujantes que Estados. Me imagino en el a?o 2050 una Europa en la que ciertos espacios, llam¨¦mosles naturales, que han existido siempre y que cuando uno examina los mapas de Europa ve como realidad persistentes (Escocia,el espacio vasco-aquitano, Baviera, Lombard¨ªa...), pueden tener un renovado protagonismo, con unas ciudades muy globalizadas y europeizadas, muy protagonistas, y con unos Estados que no van a dejar de existir, pero que van a tener un protagonismo fuerte si saben despojarse cuanto antes de cierta ret¨®rica soberanista".
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