Luca d'Andrea: ¡°Mis libros son hamburguesas y quiero que sean las mejores de la zona¡±
El italiano firma ¡®La sustancia del mal¡¯, un thriller sobre obsesiones en el que la monta?a y sus terrores son protagonistas
Art¨ªculos imprescindibles
En un pueblo italiano al pie de las monta?as no vive quien est¨¢is pensando sino Luca d¡¯Andrea, un profesor de historia y literatura de 38 a?os que ha sacudido el mercado internacional de la novela negra con un manuscrito vendido a m¨¢s de 30 pa¨ªses antes de su publicaci¨®n en la propia Italia. La sustancia del mal lleva un terror¨ªfico crimen a un recodo inextricable de los Dolomitas, en los Alpes orientales, donde el socorro alpino poco podr¨¢ hacer frente a la maldad compartida. El thriller de Luca d¡¯Andrea (Bolzano, 1979) traza una l¨ªnea desde ese oscuro crimen de 1985 y el presente helado en una novela sobre una obsesi¨®n que no quiere rendirse.
El profesor recibe a EL PA?S en un restaurante de Madrid donde solo quiere un solomillo y un caf¨¦, sin m¨¢s adornos, algo aturdido entre entrevistas y entrevistas sin fin que desde hace un a?o encadena en una intensa promoci¨®n que le ha sacado de su vida ¡°met¨®dica y aburrida¡± en Bolzano. D¡¯Andrea era un simple profesor precario que cultivaba su propia obsesi¨®n ¨Cleer y escribir- sin demasiada esperanza en el mundo editorial hasta conseguir una bomba editorial que ¨Creconoce- le ha cambiado la vida.
¡°Intento mostrar qu¨¦ ocurre cuando el c¨®digo moral se rompe¡±
¡°Yo soy de un barrio italiano pobre de Alto Adige, un lugar con un conflicto ¨¦tnico importante entre alemanes e italianos, y el sitio donde estaba m¨¢s seguro de ni?o era la biblioteca, porque all¨ª no te ven¨ªan a buscar¡±, cuenta entre bocado y bocado mientras repone fuerzas. ¡°Hab¨ªa libros en mi casa y en la biblioteca, as¨ª me destroc¨¦ los ojos, y a los 13 o 14 a?os le¨ª La mitad oscura, de Stephen King. Fue el momento en que me dije ?yo tambi¨¦n lo puedo hacer!¡±
Desde entonces estudiaba en vez de leer los libros, y donde ve¨ªa una descripci¨®n imitaba y hac¨ªa su propia descripci¨®n, al principio copiaba como supone que los pintores intentan copiar la Gioconda para ser como Leonardo Da Vinci. ¡°El bibliotecario me ten¨ªa cari?o y lleg¨® un punto en que me anim¨® a mandar un borrador a una editorial. Y as¨ª empez¨® todo¡±.
¡°La civilizaci¨®n siempre est¨¢ en peligro¡±
Aquellos borradores ven¨ªan respondidos por cartas modelo de las editoriales en las que le agradec¨ªan su trabajo siempre con la coda frustrante al final: ¡°pero no encaja con nuestra l¨ªnea editorial¡±. ¡°Poco a poco, sin embargo, las respuestas empezaron a ser m¨¢s articuladas, a los 20 a?os conoc¨ª a mi agente, empez¨® a dirigirme mejor y vendimos un libro para ni?os a Mondadori¡±. Fue Wunderkind, una trilog¨ªa que le dej¨® mal sabor de boca por la presi¨®n editorial y el p¨²blico elegido. ¡°Aquello no era lo m¨ªo¡±.
En 2013 lleg¨® su segunda epifan¨ªa. Particip¨® en un documental sobre el socorro alpino y ah¨ª se dispar¨® el deseo de volver a escribir. ¡°Me di cuenta del poder de la realidad, la importancia de relatar la dificultad de esa realidad, conoc¨ª h¨¦roes verdaderos y su bautismo de fuego con el helic¨®ptero, vi a los que se quedaban atrapados en la monta?a, en la tormenta y recuper¨¦ las ganas de escribir¡±. La experiencia en el socorro alpino fue la inspiraci¨®n. ¡°Me hizo entender lo interesante que puede ser contar, no qui¨¦n es el culpable, sino c¨®mo las personas reaccionan cuando la presi¨®n es alta y el c¨®digo moral se rompe, cuando se rompen las leyes¡±. Si dos alpinistas unidos por una cuerda se enganchan y se enfrentan al dilema, por ejemplo, ?qu¨¦ ocurrir¨¢? ?caer¨¢n los dos o uno cortar¨¢ la cuerda para que caiga solo el otro? ¡°Mi protagonista no es tanto la monta?a como la naturaleza, el esfuerzo del ser humano ante miles de a?os de naturaleza. La civilizaci¨®n es una cosa fragil¨ªsima que siempre est¨¢ en peligro. Las leyes y estructura que el hombre ha puesto en marcha siempre est¨¢ en entredicho, y ese es un gran terreno para mi libro¡±.
¡°Crec¨ª en un barrio donde la biblioteca era el lugar m¨¢s seguro¡±
As¨ª naci¨® La sustancia del mal, un libro sobre fantasmas ocultos, antiguas obsesiones, el desaf¨ªo de la monta?a, el miedo a la Bestia y la necesidad de un joven llegado de Estados Unidos de aclarar un crimen que nunca qued¨® resuelto. D¡¯Andrea ha ense?ado a sus alumnos que ¡°la literatura empieza con la M de Moby Dick y termina con la K de Moby Dick¡± pero ¨¦l tiene tres dioses en su altar, que son Borges, Saramago y¡ Stephen King. ¡°Tengo mucho respeto por los escritores en may¨²sculas, es una palabra muy grande y solo hay tres, estos tres. Lo m¨ªo son hamburguesas y mi objetivo es que sean las mejores de la zona. Que si llega un chef encuentre en mi libro la mejor, encuentre que mi receta es sofisticada, con buen sabor, con especias¡±.
Su ¡°hamburguesa¡± en este caso es una obsesi¨®n, la obsesi¨®n de aquel crimen: ¡°La obsesi¨®n es lo que anula la realidad, nos hace creer lo que imaginamos y Jeremiah, mi protagonista, cree en la Bestia, que es la concreci¨®n de esta obsesi¨®n, como la ballena blanca de Moby Dick¡±. ¡°La Bestia existe de verdad, es el sonido del hielo, un hielo que se ha formado en 20.000 a?os y que cuando entras en sus grietas, las grietas de los glaciares, es aterrador¡±.
Termina su comida sin ganas de postre y no quiere distraerse por Madrid. Quiere volver a su hotel, donde prepara su siguiente novela sin levantar cabeza. "Tendr¨¢ en com¨²n el territorio, el Alto Adige, quiero hacer un mapa personal superpuesto al real, con una br¨²jula que me lleve a las zonas oscuras pero ser¨¢ diferente de La sustancia del mal y de Lisy, la segunda -que est¨¢ en camino- porque, si no, me aburrir¨ªa". Vosotros, lectores, decidir¨¦is.
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