Teotihuac¨¢n, enamorada del inframundo

Intu¨ªan que exist¨ªa, solo faltaba que lo encontraran. En mayo del a?o pasado, la jefa de los arque¨®logos de Teotihuac¨¢n, Ver¨®nica Ortega, explicaba: ¡°Estamos viendo que debajo de los grandes monumentos de la zona arqueol¨®gica hay edificaciones previas. Lo hemos visto bajo las pir¨¢mides del Sol y de la Serpiente Emplumada, ?por qu¨¦ no bajo la Pir¨¢mide de la Luna?¡±. Ortega estaba en lo cierto. Esta ma?ana, el Instituto Nacional de Antropolog¨ªa, INAH, ha anunciado el hallazgo de un t¨²nel bajo el ic¨®nico edificio, una ¡°emulaci¨®n del inframundo¡±.

Anterior a la gran Tenochtitl¨¢n, Teotihuac¨¢n es, ante todo, un misterio. Hogar de m¨¢s de 100.000 personas, tuvo su esplendor entre los siglos I y VI. No existe certeza sobre su ca¨ªda ¨C?un gran incendio? ?Peleas internas? ?Ambas cosas?¨C, se sabe poco de sus costumbres y pr¨¢cticamente nada sobre sus gobernantes.

La arque¨®loga h¨²ngara Esther Pasztory, que estudi¨® la ciudad durante d¨¦cadas, escribi¨® hace a?os que es ¨²nica por varios motivos: ¡°Casi toda la poblaci¨®n del valle ¨Cunos 70 kil¨®metros al norte de la actual Ciudad de M¨¦xico¨C viv¨ªa all¨ª, en la gran ciudad. Estaba organizada como en una cuadr¨ªcula. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n habitaba casas suficientemente bien construidas como para llamarlas palacios¡±.

Lo espectacular de Teotihuac¨¢n son, claro, las pir¨¢mides, la del Sol, la de Luna y la de Quetzatcoatl, la Serpiente Emplumada. En Teotihuacan: An Experiment in Living, Pasztory las compara con los rascacielos neoyorquinos, impactantes, sobrecogedores. Tambi¨¦n con las pir¨¢mides del antiguo Egipto.

Los t¨²neles son, sin embargo, la vanguardia en la investigaci¨®n. El inframundo a la cabeza. Los que encontraron bajo las otras dos pir¨¢mides indicaban que la conexi¨®n vida-muerte era vital para los teotihuacanos. El t¨²nel de la Pir¨¢mide de la Luna lo confirma. La arque¨®loga Ortega ha explicado que ¡°el hecho de que el t¨²nel fuese sellado por los propios teotihuacanos, dar¨ªa la oportunidad de encontrar nuevas evidencias de la organizaci¨®n ritual, pero tambi¨¦n sociopol¨ªtica, por lo que habr¨¢ que hacer comparaciones entre este posible conducto y los que corren bajo la Pir¨¢mide del Sol y el Templo de la Serpiente Emplumada, en busca de una mejor comprensi¨®n del significado de la ciudad¡±.

Durante a?os, los hallazgos de ofrendas y entierros en la Pir¨¢mide de la Luna han resultado sorprendentes. ¡°En comparaci¨®n con los datos de la pir¨¢mide del Sol y de la Serpiente Emplumada¡±, escriben los arque¨®logos Saburo Sugiyama y Leonardo L¨®pez Luj¨¢n, ¡°los de la Pir¨¢mide de la Luna tienen una enorme ventaja para nuestro estudio sobre el simbolismo y la funci¨®n de los espacios rituales: por primera ocasi¨®n en la historia de la arqueolog¨ªa teotihuacana se detectan complejos de entierros y ofrendas en la c¨²spide de una construcci¨®n de grandes proporciones¡±. Es decir, que solo all¨ª, en lo alto, se han encontrado entierros de viejos teotihuacanos. Solo en la Pir¨¢mide de la Luna. ?Se trata, como luego har¨ªan los aztecas, del entierro de un dignatario? ?Qu¨¦ relaci¨®n tendr¨ªan estos entierros con el t¨²nel reci¨¦n descubierto? Son, como siempre, inc¨®gnitas, misterios que los arque¨®logos, detectives del espacio tiempo, van desvelando poco a poco.