"Nos sac¨® del calabozo dogm¨¢tico que era M¨¦xico¡±
Familiares, amigos y autoridades despiden al pintor mexicano Jos¨¦ Luis Cuevas en un homenaje en el Palacio de Bellas Artes
Debajo de un mural ¨¦pico de Siqueiros ¡ªuna reinterpretaci¨®n mexicana de la Libertad guiando al pueblo¡ª, una pantalla gigante con una impresi¨®n del rostro felino, bigotudo y sonriente de Jos¨¦ Luis Cuevas recib¨ªa este martes a los asistentes a su homenaje en el Palacio de Bellas Artes, el santuario de la alta cultura mexicana, con las paredes tapizadas por frescos del tri¨¢ngulo sagrado: Rivera-Orozco-Siqueiros. Alrededor de sus cenizas, familiares, amigos y autoridades despidieron al enfant terrible de los sesenta, al autor que con m¨¢s ferocidad desacraliz¨® el muralismo, a quien siendo apenas un adolescente os¨® llamar ¡°folcl¨®rica, superficial y ramplona¡± a la pintura oficialista mexicana de mitad de siglo.
La paradoja no fue obviada por los participantes al evento. La secretaria de Cultura, Mar¨ªa Cristina Garc¨ªa Cepeda, cit¨® las propias palabras del artista: ¡°quiero para el arte de mi pa¨ªs anchas carreteras que lleguen al mundo¡±, adem¨¢s de a?adir que ¡°construy¨® puentes¡± o que ¡°sali¨® al mundo para afianzarse mexicano¡±. El arquitecto Fernando Gonz¨¢lez Cort¨¢zar, por su parte, comenz¨® su intervenci¨®n diciendo estar ¡°rodeado de las muestras cuyos vestigios degradados tanto combati¨® Cuevas¡±, para a?adir que su amigo ¡°siempre respet¨® la obra de maestros como Orozco¡± pero que ¡°ansiaba la universalidad del arte mexicano¡± y que ¡°abri¨® las puertas para dejar que entrara el aire. Nos sac¨® del calabozo dogm¨¢tico en el que nos ten¨ªa enterrado el arte mexicano¡±.
En los ¨²ltimos a?os tuve la sensaci¨®n de tener a un amigo secuestrado
Salvada la mueca del destino, el otro foco del evento fue la espinosa relaci¨®n entre la familia del pintor. Hace cuatro a?os, una de sus hijas denunci¨® que su padre se encontraba casi en la indigencia, con problemas de nutrici¨®n y gravemente enfermo. Las hijas de su primer matrimonio acusaron a su segunda esposa, Beatriz del Carmen Baz¨¢n, de haberle descuidado durante la vejez. El artista sali¨® personalmente a la palestra tensando a¨²n m¨¢s la cuerda con sus hijas, al revelar que hab¨ªan acudido a un juez para exigir un r¨¦gimen de visitas: "Se han presentado como unas v¨ªctimas abandonadas, no se les abandon¨® en ning¨²n momento", dijo el pintor en una rueda de prensa en 2013.
Durante las guardias de honor, con el auditorio levantado en pie, se sucedieron los gritos de ¡°Vivan las Cuevas¡± o ¡°Arriba Bertha¡±, en alusi¨®n a las hijas y la primera esposa, Bertha Riestra, fallecida en 2000. ¡°No sabemos nada. ?T¨² sabes algo de qu¨¦ le pas¨® a mi pap¨¢? Por favor, si sabes algo ?me puedes avisar?¡±, le dec¨ªa Ximena, una de las hijas, a los reporteros al terminar el acto.
¡°En los ¨²ltimos a?os tuve la sensaci¨®n de tener a un amigo secuestrado¡±, hab¨ªa clamado unos minutos antes el poeta Homero Aridjis en la ¨²ltima y m¨¢s candente intervenci¨®n. Ya en las escalinatas de salida, el cineasta Alfonso Arau prefiri¨® cerrar con una elegante elipsis el enredo familiar y recordar su infancia, adolescencia y madurez compartida con el pintor. ¡±Fuimos al mismo colegio y ya m¨¢s mayores, en Caf¨¦ Tirol, donde tambi¨¦n ve¨ªamos a Gabo, a Fuentes, a Paz, naci¨® la famosa Generaci¨®n de la Ruptura. Nos quej¨¢bamos mucho de que la nuestra no fuera tan importante como las anteriores¡±
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