Alarde de valor y capacidad de Jes¨²s Enrique Colombo en Las Ventas

Venezuela tiene un torero. Se llama Jes¨²s Enrique Colombo y es un novillero que, pese a su insultante juventud, demostr¨® este domingo en Las Ventas estar preparado para dar el salto al escalaf¨®n superior. Lo suyo fue todo un alarde de valor y capacidad. Con capote, banderillas, muleta y espada se mostr¨® sobrado. Tiene ambici¨®n y frescura y sabe conectar con el tendido. A veces, demasiado. Sobran los gestos al p¨²blico pidiendo el aplauso en el segundo tercio. Pero poco m¨¢s se le puede pedir.

La prueba de fuego ser¨¢ ante el toro encastado, ese que no tuvo delante en su tercera actuaci¨®n en Madrid esta temporada. El lote de Fernando Pe?a que le correspondi¨® se lo puso demasiado f¨¢cil. Dos novillos con tanta nobleza y calidad como falta de casta y fortaleza. Frente a ellos, manej¨® el capote con variedad y soltura; clav¨® banderillas con espectacularidad; someti¨® y baj¨® mucho la mano con la muleta; y se mostr¨® certero y seguro con la espada.

Le cort¨® la oreja al sexto, que rod¨® sin puntilla tras un estoconazo. Comenz¨® de rodillas Colombo, pero antes de que pudiera rematar, el novillo se derrumb¨®. Muy asentado, el venezolano corri¨® la mano con determinaci¨®n y logr¨® muletazos estimables por ambos pitones. No le cuesta bajar la mano ni ajustarse con el toro. Le sobra valor y oficio. Sin embargo, debe encontrar su concepto, elegir entre ese toreo largo pero lineal y ese otro m¨¢s vertical y desmayado que tambi¨¦n demostr¨® que sabe ejecutar. El blando y descastado tercero, un marmolillo al que mat¨® de un bajonazo, no dio opci¨®n alguna de triunfo.

De vac¨ªo se marcharon Santana Claros y Daniel Crespo. Al segundo le toc¨® el mejor lote de la bien presentada aunque desigual novillada de Fernando Pe?a. El segundo de la tarde tuvo nobleza y embisti¨® por abajo con recorrido y franqueza; el quinto, m¨¢s exigente, y que cogi¨® sin consecuencias en banderillas al subalterno David G¨®mez, tambi¨¦n tuvo movilidad e inter¨¦s. Ambos se le fueron a un Crespo fr¨ªo y sin ambici¨®n que no se la jug¨® nunca y que anduvo despegado y anodino.

M¨¢s esperanzadora fue la actuaci¨®n de Santana Claros, un joven pero ya veterano novillero de Fuengirola que demostr¨® buenas y art¨ªsticas maneras. Si bien anduvo por debajo del buen y encastado primero, dej¨® buen sabor de boca con el agotado cuarto. Un manojo de pases por alto y tres naturales de mucha hondura fueron el pr¨®logo de una labor que no fue rotunda, pero en la que se le atisb¨® personalidad y empaque.