Hallados en Gipuzkoa unos grabados paleol¨ªticos ¨²nicos en la Pen¨ªnsula

Un grupo de espele¨®logos ha hallado en una cueva de Errenteria (Gipuzkoa) unas im¨¢genes paleol¨ªticas de animales de hace unos 14.000 a?os. Las reproducciones, grabadas en arcilla, son una quincena de bisontes, caballos y c¨¦rvidos, as¨ª como dos vulvas, una de ellas de un metro de altura. Los expertos consideran las reproducciones ¨²nicas en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica por la t¨¦cnica empleada en ellas y su "excepcional" estado de conservaci¨®n. La Diputaci¨®n de Gipuzkoa ha clausurado la cueva para preservarlas, ya que, al estar realizadas sobre arcilla, son extremadamente fr¨¢giles. El Ayuntamiento de Errenteria pretende poner en valor estos hallazgos con visitas guiadas este mes de agosto.

El descubrimiento, realizado en abril, se ha dado a conocer este lunes en San Sebasti¨¢n. El arque¨®logo Diego Garate,?promotor de los hallazgos de Aizpitarte y de otras cuevas, ha explicado durante la presentaci¨®n que las im¨¢genes, datadas en el Magdaleniense Medio, han sido modeladas sobre la arcilla con "una t¨¦cnica desconocida hasta ahora" en otras cuevas de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica pero que enlaza con otros hallazgos realizados en el Pirineo central, en el Ari¨¨ge franc¨¦s. Al acto tambi¨¦n han acudido Javier Busselo, miembro del grupo espeleol¨®gico F¨¦lix Ugarte, y la arque¨®loga Olivia Rivero, adem¨¢s del diputado foral de Cultura, Denis Itxaso.

Olivia Rivero explic¨® que los grabados representan ¡°un ejemplo claro de la maestr¨ªa en la t¨¦cnica del magdaleniense, tanto por las formas como por el control de las proporciones, a pesar de la dificultad de acceso del artista a la zona¡±, dijo ayer. Tambi¨¦n destac¨® los juegos de vol¨²menes que consiguen ¡°con el uso de la arcilla y el contraste crom¨¢tico¡±. Adem¨¢s, con un buril fueron modelando las partes clave, como los ojos, el cuerno, los pelos ¡°para rematar el detalle¡±.

"Cuando me mandaron las im¨¢genes por el m¨®vil eran tan espectaculares que pensaba que me estaban enga?ando" y, al verlas al natural, "me qued¨¦ sin palabras", ha se?alado al recordar c¨®mo tuvo conocimiento del hallazgo. Algunas de ellas, realizadas en bajorrelieve, fueron localizadas en una chimenea de la cueva, denominada Aitzbitarte IV. A la zona, de muy dif¨ªcil acceso, se llega tras ascender un tramo de unos diez metros y atravesar dos tubos semiverticales de otros ocho metros.

Seg¨²n ha explicado este experto, el magn¨ªfico estado de los grabados se debe, adem¨¢s de a la inaccesibilidad del lugar, a las condiciones estables de temperatura y humedad de la galer¨ªa, que las ha mantenido en una especie de "frigor¨ªfico" en el que nada ha cambiado en los ¨²ltimos 14.000 a?os.

Uno de los bisontes y otro animal a¨²n por determinar fueron realizados por artistas prehist¨®ricos mediante un buril de s¨ªlex, utilizando tambi¨¦n los dedos para crear volumen y planos de relieve diferenciados sobre la arcilla, con el fin de resaltar la perspectiva de las extremidades con extraordinaria minuciosidad.

Una vulva de un metro

El yacimiento tiene forma de "Y" en la que se diferencian varios grupos de representaciones, el primero de los cuales est¨¢ integrado por el citado bisonte, realizado con "una maestr¨ªa muy poco com¨²n", y otra figura animal que a¨²n no ha sido concretada, mientras que en el segundo conjunto se puede observar una gran vulva de un metro de altura, junto a otro ¨®rgano femenino de estas caracter¨ªsticas de menor tama?o.

El tercer grupo de im¨¢genes est¨¢ ubicado en una especie de "gatera" con un suelo de arcilla "intacto" que a¨²n no ha sido explorado para no alterar su entorno pero en el que, desde la distancia, se aprecian varios bisontes y figuras.

Los especialistas, que tambi¨¦n han encontrado la impronta de una mano humana sobre una de las paredes, estudian ahora c¨®mo realizar el an¨¢lisis de esta galer¨ªa, para lo que manejan la posibilidad de utilizar perchas con c¨¢maras o incluso un dron.

El yacimiento de Aitzbitarte se encuentra situado en una colina atravesada por una treintena de oquedades c¨¢rsticas cuyo extraordinario valor arqueol¨®gico es conocido desde el siglo XIX, ya que fueron un h¨¢bitat de nuestros antepasados durante el Paleol¨ªtico y per¨ªodos posteriores, aunque las cuevas con mayor potencial son las denominadas Aitzbitarte III, IV y V, en las que en 2015 ya se encontraron otros grabados de unos 25.000 a?os de antig¨¹edad.