Lo que el primer dibujo de la humanidad dice sobre nosotros
El descubrimiento de un grabado con 38.000 a?os aleja el origen del arte en Europa
Cuando los primeros arque¨®logos las encontraron, en los a?os veinte del siglo pasado, fueron descartadas como piedras in¨²tiles sin valor cient¨ªfico. Sin embargo, una nueva investigaci¨®n acaba de descubrir en aquellos fragmentos olvidados del Abri Blanchard, un yacimiento prehist¨®rico en el suroeste de Francia, la representaci¨®n de un animal m¨¢s antigua de Europa. Este hallazgo, el grabado de un uro (un toro extinguido) realizado hace 38.000 a?os, ofrece una llave para tratar de entender el pasado m¨¢s remoto de nuestra especie, sus relaciones sociales y manifestaciones art¨ªsticas. Representa tambi¨¦n una ventana para observar el nacimiento de algo que no todos los cient¨ªficos se atreven a llamar arte, pero que implica sin duda una voluntad de representar el mundo que les rodeaba.
La importancia del hallazgo reside por un lado en su antig¨¹edad, ya que el grabado fue realizado en la ¨¦poca conocida como el Auri?aciense (43.000-33.000), en el Paleol¨ªtico superior, cuando los primeros Homo sapiens comenzaban a expandirse por Europa, poblada entonces por otros hom¨ªnidos, los neandertales, que acabar¨ªan por desaparecer. Pero tambi¨¦n la t¨¦cnica es extraordinaria, ya que el dibujo est¨¢ grabado mediante puntos, el mismo sistema que siglos m¨¢s tarde utilizar¨ªan Seurat o Van Gogh.
"Tanto el estilo como el contenido muestran aspectos comunes en tres regiones diferentes, dos en Francia y una Alemania, lo que implica alg¨²n tipo de sistema de comunicaciones y de intercambio de ideas", explica el responsable de la excavaci¨®n, Randall White, profesor del Centro para el Estudio de los Or¨ªgenes de la Humanidad en la Universidad de Nueva York. El yacimiento, un refugio rocoso al aire libre situado en el valle del V¨¦z¨¨re, fue investigado en 1927. Noventa a?os despu¨¦s, el equipo del profesor White analiz¨® los elementos abandonados y realiz¨® nuevas excavaciones en las que aparecieron las 16 piedras con las representaciones de animales.
"Nuestro trabajo demuestra que las im¨¢genes de Blanchard formaban parte de la vida cotidiana", prosigue el prehistoriador. "Esta gente vest¨ªa numerosos adornos realizados con dientes de animales, conchas, cuentas de marfil o pulseras. La enorme cantidad de ocre rojo encontrada en el yacimiento puede significar que se pintaban el cuerpo y el cabello. Con todo este ¨¦nfasis en la representaci¨®n, la presencia constante del grabado, la pintura y la escultura no representa ninguna sorpresa".
El descubrimiento en 1868 de la cueva de Altamira, en el norte de Espa?a, abri¨® una nueva perspectiva sobre la Prehistoria. Tras a?os de debates e incredulidad, qued¨® claro que los seres humanos que viv¨ªan hace miles de a?os eran como nosotros, habitantes de un mundo espiritual. M¨¢s de un siglo despu¨¦s, el descubrimiento de la cueva de Chauvet, en el sur de Francia, cambi¨® de nuevo la perspectiva porque sus dibujos eran much¨ªsimo m¨¢s antiguos de lo que se pensaba.
Las pinturas encontradas en Chauvet son las m¨¢s sofisticadas y complejas que se conocen, pero fueron realizadas milenios antes que las de Altamira o Lascaux, las otras obras maestras del arte parietal europeo. Entre Chauvet (unos 38.000 a 33.000 a?os) y Altamira (entre 20.000 y 13.000 a?os) existe m¨¢s o menos la misma distancia que entre Altamira y nosotros. En la cueva del Castillo, en Cantabria, tambi¨¦n existen pinturas muy antiguas aunque su dataci¨®n ¨C40.000 a?os¨C no es universalmente aceptada. Fuera de Europa, sobre todo en Australia, se han encontrado dibujos que tienen, como m¨ªnimo, esa antig¨¹edad, algo que reforzar¨ªa todav¨ªa m¨¢s la idea de que Homo sapiens y espiritualidad son inseparables.
El dibujo est¨¢ grabado mediante puntos, el mismo sistema que siglos m¨¢s tarde utilizar¨ªan Seurat o Van Gogh
"En el siglo pasado, los expertos pasaron de la certeza a la incertidumbre", se?ala Gregory Curtis, autor de un apasionante recorrido por el descubrimiento del arte prehist¨®rico desde el siglo XIX, Los pintores de las cavernas. El misterio de los primeros artistas (Turner). "Los primeros arque¨®logos desarrollaron teor¨ªas para explicar el significado de este arte. Ahora, en lugar de teor¨ªas universales sobre su significado, tendemos a obtener descripciones cada vez m¨¢s precisas y detalladas. Creo que esto es bueno. No siempre es f¨¢cil ver lo que hay en la pared de una cueva. Pero no hay esperanza alguna de entender el significado hasta que sepamos exactamente lo que est¨¢ dibujado o grabado en las paredes".
"El?arte paleol¨ªtico se hab¨ªa datado hasta ahora por m¨¦todos comparativos, a partir del?estilo", explica por su parte Juan M. Vicent, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y uno de los grandes expertos en la Prehistoria europea. "El acceso cada vez m¨¢s generalizado a m¨¦todos de dataci¨®n f¨ªsico-qu¨ªmica, incluyendo la dataci¨®n directa de pinturas, est¨¢ produciendo un reajuste general de las cronolog¨ªas, uno de cuyos efectos es la evidencia creciente de fases muy antiguas, que aproximan cada vez m¨¢s los inicios del?arte al comienzo del Paleol¨ªtico superior".
Todos estos descubrimientos nos llevan a un origen mucho m¨¢s remoto de lo que se hab¨ªa sospechado de esas formas de representaci¨®n que, adem¨¢s de su belleza, son la ¨²nica puerta que nos permite intuir el pasado de la humanidad. La inmensa mayor¨ªa de los cient¨ªficos han descartado la posibilidad de entender lo significan, pero lo que muestran ¨Ccasi siempre animales poderosos, manos en negativo, c¨ªrculos, aunque muy pocas retratos humanos¨C traza hilos invisibles que llegan hasta nosotros. Como asegura Gregory Curtis, "el impulso de representar que sintieron esos seres humanos, hace 38.000 a?os, es una definitiva y poderosa conexi¨®n con nuestros primeros antepasados".
?Podemos hablar de arte?
La emoci¨®n est¨¦tica que provoca el arte parietal es indiscutible, incluso cuando se contemplan sus r¨¦plicas ¨Csu fragilidad hace que cada vez sea m¨¢s dif¨ªcil y controvertido visitar los originales¨C. Sin embargo, el propio concepto de arte resulta problem¨¢tico. "La explosi¨®n de creatividad que parece ocurrir en el Paleol¨ªtico Superior se debe explicar, posiblemente, desde un punto de vista social", explica Juan M. Vicent, del CSIC.
"Nuevas formas de organizaci¨®n requieren el desarrollo de t¨¦cnicas que dan lugar a algo que nosotros clasificamos como?arte, que s¨®lo es la parte fosilizada de una posiblemente vasta red de actividades, que van desde el arte corporal a los ritos funerarios". El investigador agrega: "Es una forma de hablar fundamentalmente proyectiva: cuando decimos?arte estamos hablando de comportamientos que, en realidad, obedecen a funciones, b¨¢sicamente sociot¨¦cnicas, no creativas o est¨¦ticas".
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