Una habitaci¨®n propia
Guillermo Santom¨¤ invita a so?ar con arquitecturas econ¨®micas y provisionales sin renunciar al placer
Hace un a?o, la artista Maria Pratts (Barcelona, 1988) alquil¨® una nave industrial en L¡¯Hospitalet de Llobregat para montar all¨ª su estudio y su vivienda. Al llegar el invierno, el espacio di¨¢fano de 300 metros cuadrados de esta nave acus¨® la falta de un sistema de calefacci¨®n, y Pratts contact¨® con el dise?ador industrial y arquitecto Guillermo Santom¨¤ (Barcelona, 1984) para que le acondicionara un espacio en el interior de la nave, una peque?a habitaci¨®n cerrada encajonada en la parte trasera del local que los dos construyeron con sus propias manos y un ayudante. El resultado es una estructura de listones de madera de pino levantada del suelo mediante unos travesa?os y recubierta con unos cartones. En su interior, los tableros de DM y la espuma de poliuretano, que sobresale de los bordes como si fuera nata montada, configuran una especie de refugio primitivo con una cama, una chimenea y una ba?era. Un espacio dentro de otro espacio, un recoveco que a¨ªsla a la artista del fr¨ªo y del trabajo.
Aun en obras de bajo presupuesto, Santom¨¤ supera con entusiasmo el desfase temporal en el que vive la profesi¨®n en esta ¨¦poca de crisis
Esta obra es buen ejemplo del modo de trabajar de Guillermo Santom¨¤, quien se dio a conocer hace pocos a?os a golpe de Instagram con la reforma de su casa en Barcelona y el dise?o de muebles. Desde entonces, ha ido realizando obras cada vez m¨¢s arriesgadas con un ritmo y una energ¨ªa que no parecen agotarse. En todas ellas se aprecian una serie de decisiones formales y espaciales que se acaban tomando durante una construcci¨®n que lleva a cabo el propio Santom¨¤ junto a sus ayudantes, lo que transmite una manera de hacer directa y espont¨¢nea. Su conocimiento de la disciplina arquitect¨®nica le permite establecer una relaci¨®n desacomplejada con ella y abrirse a otros ¨¢mbitos como el dise?o o el arte, caracter¨ªsticas que lo emparentan con una nueva generaci¨®n de estudios catalanes como MAIO, Flexo Arquitectura, Takk, Arquitectura-G o Goig, quienes, aun trabajando en obras de bajo presupuesto, parecen superar con entusiasmo el desfase temporal en el que parece vivir la profesi¨®n en esta ¨¦poca de crisis, donde el presente es visto como un momento de eterna espera hasta la llegada de tiempos mejores. Pertenecemos a una generaci¨®n que apenas va a poder sentir como propia la nueva arquitectura: vivimos en pisos cuyos alquileres suben con cada cambio de contrato y carecemos de trabajos estables que alimenten siquiera la ilusi¨®n de una posible segunda residencia. A pesar de ello, la casa de Maria ?Pratts nos invita a so?ar con unas arquitecturas econ¨®micas y provisionales que no renuncian a la experimentaci¨®n formal y al placer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.