Bailando en el vac¨ªo
Los espect¨¢culos como el que cost¨® la vida a Pedro Auni¨®n en el Mad Cool desaf¨ªan la gravedad pero siempre minimizando el riesgo. ?Qu¨¦ puede fallar cuando todo est¨¢ sujeto a medidas de seguridad extremas?
Espectaculares saltos de esqu¨ª para inaugurar una pista de nieve en un centro comercial. Cabriolas de parkour para animar una convenci¨®n de empresas. Patinaje acrob¨¢tico para presentar una nueva m¨¢quina de afeitar ¡°superdeslizante¡±. M¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: un partido de tenis vertical en un rascacielos para presentar el Open de Madrid 2011. Hay pocas cosas que los hermanos Carlos y Anna L¨®pez Infante no hayan podido hacer enganchados a un arn¨¦s. Su empresa, Perfodance, lleva m¨¢s de 15 a?os creando espect¨¢culos de impacto a medida para empresas, marcas, acontecimientos deportivos, culturales o corporativos. Igual que la de Pedro Auni¨®n, fallecido el pasado fin de semana al caer desde 28 metros de altura cuando ejecutaba una coreograf¨ªa de danza a¨¦rea en el festival de m¨²sica madrile?o Mad Cool.
?De qu¨¦ pasta hay que estar hecho para bailar en las alturas? ?Qu¨¦ clase de miedos hay que vencer para saltar al vac¨ªo sonriendo? ?Es este uno de los oficios m¨¢s peligrosos? ¡°En absoluto. Yo paso m¨¢s miedo en los miles de viajes en coche que tenemos que hacer. Nadie se tira desde 30 metros sin estar seguro de que est¨¢ bien enganchado. Sin haber repasado una y otra vez todas sus herramientas. Si no tienes esa confianza, no eres capaz de tirarte¡±, asegura rotundo Carlos L¨®pez Infante en una conversaci¨®n con EL PA?S. ¡°La seguridad es extrema en este trabajo. Los empresarios no se la juegan y mucho menos los artistas con su propia vida¡±, insiste.
¡°Si no est¨¢s seguro, el cuerpo se echa para atr¨¢s. No es tonto¡±, coincide Samuel Delgado, fundador junto a la bailarina Mamen Alc¨¢zar de una empresa similar, Sacude, afincada en Barcelona. ¡°La mayor¨ªa de los que nos dedicamos a esto no solo sabemos hacer acrobacias. Nos hemos preocupado tambi¨¦n por aprender cosas t¨¦cnicas, cu¨¢ntos kilos puede aguantar una estructura, c¨®mo se hace un nudo. Sabes los riesgos que corres. Quieres ver los materiales con los que vas a trabajar, asegurarte de que est¨¢n certificados. Y preferimos usar siempre nuestros propios mosquetones. No puedes trabajar si no est¨¢s tranquilo¡±, subraya Delgado.
La emoci¨®n de volar
"Una de las grandes satisfacciones que me ha dado este trabajo fue ver la cara de aquellas personas despu¨¦s de colgarse en nuestra red humana a 40 metros de altura", afirma Pera Tanti?¨¢, director de La Fura dels Baus. Se refiere a los discapacitados que han participado en diversas ocasiones en su espect¨¢culo Dreams, creado para los Juegos Paral¨ªmpicos de Londres en 2012 como experiencia l¨²dica y terap¨¦utica. "Si para los profesionales la sensaci¨®n de altura es un chute de energ¨ªa, imag¨ªnate para lo que puede significar para ellos. Vencer l¨ªmites que no eran l¨ªmites, superaci¨®n personal", comenta.
Tanti?¨¢ pone este ejemplo para explicar por qu¨¦ alguien decide dedicarse a esta profesi¨®n. ¡°Una profesi¨®n que por otra parte no es nada nueva. Ha evolucionado, somos m¨¢s sofisticados que los egipcios, pero la motivaci¨®n es la misma¡±, recuerda. ¡°Y claro que hay riesgo, pero es que la fascinaci¨®n por el riesgo existe desde siempre. Hoy queremos trabajar con todas las medidas de seguridad posibles, por supuesto, pero no debemos dramatizar cuando hablamos de esta profesi¨®n. Riesgos hay en todos los oficios¡±, se?ala. Y remata: ¡°La seguridad es hoy la m¨¢xima. Ya casi no hay espacio para la creaci¨®n. Para el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa¡±.
El perfil de los artistas que act¨²an en este tipo de espect¨¢culos es muy variado, aunque en todos se observa un elemento com¨²n: son polivalentes, lo mismo trabajan en un circo que en una ¨®pera. Algunos vienen de la danza, otros del circo, otros son gimnastas. Sirva de ejemplo la trayectoria de los hermanos L¨®pez Infante. Riojanos; 52 a?os ¨¦l, 50 ella. Su madre era profesora de danza y ellos destacaron en concursos de baile en televisi¨®n en los ochenta. Llamaban la atenci¨®n porque introduc¨ªan pasos de acrobacia y triunfaron en la ¨¦poca en que estaba de moda el rock acrob¨¢tico (chico lanza al aire a chica). Despu¨¦s vinieron los contratos en compa?¨ªas de baile, el Casino de Montecarlo, la ?pera de Frankfurt, Circo Roncalli¡ Quince a?os viajando por el mundo hasta que con el cambio de siglo decidieron asentarse en Madrid y montar una compa?¨ªa. Ya no act¨²an, solo crean y dirigen sus producciones.
L¨®pez Infante trae a colaci¨®n el circo. ¡°El lema del circo siempre ha sido: m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Esa es la emoci¨®n que espera el p¨²blico. Tambi¨¦n los artistas: la emoci¨®n de mejorar, de superar los l¨ªmites. Como en cualquier oficio. Parad¨®jicamente, en el circo hay pocos accidentes si lo comparamos con otros sectores aparentemente menos peligrosos. ?Por qu¨¦? Es sencillo: en los circos trabajan muchas familias, la seguridad es lo primero. Y adem¨¢s tienen una experiencia y una capacidad log¨ªstica que yo no he visto en ning¨²n otro sitio. Montan y desmontan cada dos o tres d¨ªas¡±, explica. ¡°Hay otros modelos no familiares, como el Circo del Sol, que cuentan con unos medios de seguridad sofisticad¨ªsimos. Ah¨ª tampoco hay margen para el riesgo¡±, aclara.
Y sin embargo, los accidentes ocurren. Acr¨®batas. T¨¦cnicos. Pedro Auni¨®n. En el propio Circo del Sol han muerto varias personas, incluido el hijo de uno de los fundadores. ¡°Por supuesto que ocurren. Como en otros oficios. Pero es que un accidente es precisamente eso: un accidente, algo dif¨ªcilmente evitable¡±, comenta Pera Tanti?¨¢, uno de los seis directores de La Fura dels Baus, la compa?¨ªa catalana de referencia en macroespect¨¢culos a¨¦reos, una aut¨¦ntica factor¨ªa internacional.
Tanti?a asegura que desde que La Fura empez¨® a trabajar en los ochenta hasta hoy la normativa se ha disparado. ¡°La burocracia es una locura. Hay leyes estatales, regionales, locales. Lo que es legal en una ciudad es ilegal en otra. Entendemos que todo esto ha mejorado la seguridad, pero tambi¨¦n ha multiplicado por 10 nuestros presupuestos¡±, apunta. ¡°Muchas veces los inspectores saben menos que los artistas y los t¨¦cnicos. Llevamos a?os haciendo esto, no somos locos, todas las compa?¨ªas miran por su seguridad y los contratistas tampoco quieren riesgos. No puede haber ninguna duda, si veo algo raro obligo a parar el espect¨¢culo, por mucho retraso o trastorno que eso suponga. Nadie se la juega¡±, insiste Tanti?¨¢.
La pregunta sigue en el aire: ?por qu¨¦ ocurren los accidentes? ¡°Riesgos indirectos: espacios que no conoces, un suelo mojado de repente, un fallo el¨¦ctrico¡¡±, opina L¨®pez Infante. ¡°A veces en eventos muy grandes tienes que esperar un mont¨®n de horas hasta que te toca ensayar, trabajas reventado¡±, apunta Delgado. ¡°Ponemos todos los medios para que no ocurran. Los riesgos son m¨ªnimos, tienen que producirse circunstancias fatales. O simplemente un fallo humano¡±, concluye Tanti?¨¢.
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