Cine, cine, cine

Secuencias en 24 horas es uno de los escasos programas televisivos dedicados al cine, uno de los elementos omnipresentes en la programaci¨®n. Televisi¨®n y cine no s¨®lo se han hecho indispensables entre s¨ª sino que hace ya tiempo resulta pr¨¢cticamente imposible poner en pie una producci¨®n si no es con la bendici¨®n de una cadena generalista. El electrodom¨¦stico peque?o se ha comido a las salas.

El programa del Canal 24 horas tiene una virtud: est¨¢ hecho a favor de obra. Es un programa amable en el que la cr¨ªtica deja paso a la informaci¨®n. Su director-presentador, Mois¨¦s Rodr¨ªguez, y sus colaboradores no pretenden deslumbrar al espectador con su ingenio, ni siquiera con sus particulares dolores de est¨®mago: les gusta el cine y lo apoyan, es todo. Una actitud infrecuente en un medio que busca desesperadamente aumentar la audiencia en base a broncas, rifirrafes o despellejamientos varios.

En el ¨²ltimo programa la estrella invitada fue Antonio de la Torre, un excelente actor que ha recorrido todos los pasos del oficio, desde los estudios con Cristina Rota, la participaci¨®n en cortometrajes de amigos o las apariciones de extra sin frase al protagonismo de pel¨ªculas excelentes como Canibal, Tarde para la ira o Que Dios nos perdone.

Claro que hablar de cine lo es tambi¨¦n hacerlo de pirater¨ªa, ese h¨¢bito ya institucionalizado en una sociedad que considera que la cultura o es gratis o no merece la pena, convicci¨®n apoyada por un desinter¨¦s gubernativo al que no le molesta mostrar su incompetencia para resolver el problema. Algunos datos: el 87,48 % de los contenidos digitales consumidos en 2015 en Espa?a fueron ilegales, como se?ala el informe del Observatorio de Pirater¨ªa y H¨¢bitos de Consumo de Contenidos Digitales. Fueron 4.307 millones de descargas, con un valor en el mercado de 24.085 millones de euros y unas p¨¦rdidas para los distintos sectores ¡ªcine, series, m¨²sica o libros, entre otros¡ª de 1.669 millones de euros. Somos un pa¨ªs de piratas.