¡°Gamergate y puppygate son los ¨²ltimos coletazos de la misoginia¡±
Mike Carey cree que el odio hacia el mayor protagonismo de la mujer en la cultura pop est¨¢ condenado a extinguirse
Mike Carey no tiene pelos en la lengua. Es un tipo tranquilo, afable, de sonrisa f¨¢cil y voz queda. Pero si hay un charco en el que saltar, salta sin problemas. Ayer, aprovechando su presencia en el festival de literatura fant¨¢stica Celsius 232, Ka-BOOM charl¨® con ¨¦l acerca de la creciente revoluci¨®n que vive la cultura pop. Un autor chino que gana con una novela traducida el premio m¨¢s importante de la ciencia ficci¨®n. El monumental ¨¦xito de Wonder Woman y la demolici¨®n del reparto de pr¨ªncipes/princesas en las historias de masas. Y los remolinos de odio que se agitan hasta esta apertura a la diversidad y la identidad de g¨¦nero en la cultura pop, fundamentalmente Gamergate y Puppygate, dos movimientos an¨¢logos en los videojuegos y la literatura de autores y fans que quieren resistirse a este cambio.
Carey, veterano en mil batallas en c¨®mic, novela o cine, tiene bien claro en qu¨¦ lado de la trinchera se encuentra en esta guerra. Y sabe que su mejor munici¨®n es la que plasme en vi?etas, palabras o fotogramas.
Pregunta. Hace cuesti¨®n de d¨ªas, se anunci¨® que usted va a resucitar un personaje m¨ªtico de la revoluci¨®n sexual, Barbarella, en su versi¨®n en tebeo. ?Por qu¨¦ ahora?
Respuesta. Para m¨ª tambi¨¦n es dif¨ªcil de creer estar haci¨¦ndolo. Estoy feliz. Dynamite [compa?¨ªa estadounidense de c¨®mic independiente] adquiri¨® los derechos el a?o pasado. Quieren hacerlo realmente bien. De hecho, est¨¢n trabajando con Jean Marc Lofficier, que posee los derechos en Francia del personaje, para que ¨¦l supervise el proyecto. La idea es hacer un tebeo que sea totalmente fiel al personaje original pero que al mismo tiempo tenga en cuenta la sexualidad y los dilemas pol¨ªticos y sociales sobre la identidad de g¨¦nero del hoy.
Me contactaron hace como un mes, para ver si me interesaba. Mi respuesta, parafraseando, fue como algo as¨ª como: "?S¨ª, s¨ª, s¨ª, s¨ª, s¨ª!". Descubr¨ª a Barbarella como adolescente, primero el tebeo y luego la pel¨ªcula, y me encantaron, cada uno por sus razones. As¨ª que tener la oportunidad de reinventar esto para un p¨²blico nuevo... Bueno, reinventar no es la palabra. Presentar es la adecuada. Encontrar la manera de que esas historias sean relevantes. Realmente, Barbarella naci¨® con la revoluci¨®n sexual en los sesenta. Le daba un poder a la mujer in¨¦dito. Era algo inaudito encontrarse con esta hero¨ªna que cre¨ªa y practicaba el poliamor y que estuviera tan segura de su sexualidad. Todo esto queremos que est¨¦ en nuestra Barbarella, pero que de alguna manera cuadre con nuestros tiempos.
P. Parece el momento perfecto, porque la cultura pop se encuentra en plena guerra respecto al papel de la mujer y en general la sexualidad y la identidad de g¨¦nero. Wonder Woman ha sido un gran ¨¦xito y tenemos al fin el primer Doctor Who mujer. Pero todas estas decisiones generan un odio muy virulento de un sector muy concreto. ?Qu¨¦ opina sobre esto?
R. Cosas como Gamergate y Puppygate... Me inquieta sobremanera ver reacciones tan extremas y, si me permites, tan feas contra la presencia de la mujer en la cultura. Habl¨¦ con alguien alguna vez de un tema que tiene mucho que ver con esto, aunque no lo parezca. Habl¨¢bamos de la ca¨ªda del Imperio Romano o el Colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y llegamos a la siguiente conclusi¨®n: cuando un r¨¦gimen autoritario est¨¢ al borde del colapso, se vuelve mucho m¨¢s violento porque se desespera por recobrar el control. Gamergate y Puppygate son los ¨²ltimos coletazos de un tipo de misoginia que est¨¢ muriendo, pero est¨¢ muriendo de una manera sangrienta, salvaje y lenta.
P. Ha habido momentos ya en el que se ha temido que este acoso salte de lo digital a lo real. Por ejemplo la portada de The New York Times hace tres a?os cuando un francotirador amenaz¨® con matar a Anita Sarkeesian [femenista y youtuber si daba una charla universitaria en Houston. La charla fue cancelada.
R. Anita Sarkeesian creo que se ha tenido que mudar de casa varias veces por el acoso. En Reino Unido, el a?o pasado, un futbolista de la premier viol¨® a una mujer. Sus seguidores acosaron por redes a la v¨ªctima, a la mujer violada. Es horrible ver cosas as¨ª. Pero te mantiene la esperanza de que esta va a ser la ¨²ltima generaci¨®n en la que esto ocurra.?
P. ?C¨®mo va a poner sobre la p¨¢gina todo esto como guionista de Barbarella? ?C¨®mo se equilibra lo sensual y p¨ªcaro con la reflexi¨®n sobre los tiempos que vivimos y esta misoginia t¨®xica?
R. Hemos hablado, obviamente, mucho sobre esto. Tambi¨¦n sobre c¨®mo reconciliar a las dos Barbarella, la del c¨®mic que es m¨¢s picaresca y la de la pel¨ªcula, que es una agente secreta m¨¢s convencional. Jean Marc Lofficier nos dijo que ten¨ªamos que pensar en Barbarella como la Alicia en El Pa¨ªs de las Maravillas si esta hubiera llegado a ser adulta. La picaresca es quiz¨¢s la palabra que mejor describe c¨®mo se van a desplegar estas historias, porque ser¨¢n juguetonas y como lector no vas a saber por d¨®nde van a tirar. Pero queremos preservar tambi¨¦n su invencible inocencia. Barbarella es un personaje idealizado [desde un punto de vista moral]. Es como el Doctor Who en el sentido de que reuncia a la violencia para resolver sus aventuras. En cuanto a c¨®mo meter la reflexi¨®n sobre lo real en todo esto, creo que se tratar¨¢ m¨¢s de encontrar los reflejos de los debates sobre la sexualidad o el g¨¦nero contempor¨¢neos en las historias. Quiero tratar temas serios sin pesta?ear, pero sin perder tampoco el tono de este personaje. Se trata de ser serio pero sin caer en ser t¨¦trico. Creo que eso es lo que busco para Barbarella.
P. Vayamos m¨¢s atr¨¢s, a los inicios de su carrera. ?C¨®mo acab¨® haciendo un c¨®mic biogr¨¢fico sobre Ozzy Osbourne?
R. [Risas]. Es una historia un poco larga. Hab¨ªa publicado algunos tebeos para la editorial brit¨¢nica Apocalypse Press. Pero estaban en bancarrota. No me pagaron un duro [risas]. Dave Dorman y su mujer por aquel entonces, Laurine Haynes, quer¨ªan crear una agencia, Big Time, para representar autores. Eso no sucedi¨®, pero Laurine me represent¨® durante un tiempo en Estados Unidos. En Malib¨², un editor le pregunt¨®: "?Mike sabe algo de Ozzy Osborne?". A lo que ella respondi¨®: "?Bromeas? ?Es su m¨²sico favorito!". Lo que era una gran mentira, porque yo no escuchaba ni rock [risas]. Lo m¨ªo era el folk.
Pero fue muy divertido. Me pusieron en contacto con toda la maquinaria de Ozzy, incluyendo a Sharon, que me encontr¨® a un fan tremendo en Irlanda para ayudarme con la documentaci¨®n. Ten¨ªa un mont¨®n de carpetas llenas de art¨ªculos sobre Ozzy, desde su ¨¦poca en Black Sabbath. Recuerdo perfectamente nuestro primer encuentro en el aeropuerto, cuando me lleg¨® con una pila as¨ª de gorda de documentaci¨®n [separa las manos en vetircal m¨¢s de un metro]. Yo lo mir¨¦, alucinado, y le dije: "Esto es incre¨ªble. Pero no me va a dar tiempo a tomar notas. As¨ª que...". ?l me interrumpi¨® y me dijo: "Qu¨¦datelos". As¨ª que me los qued¨¦ durante seis semanas, se los devolv¨ª de vuelta en el aeropuerto y termin¨¦ el libro.
Lo miro ahora y s¨¦ que no es un buen c¨®mic. Pero fue tan divertido hacerlo... Y mira, fue mi primer trabajo en Estados Unidos. El que me abri¨® la puerta.?
P. Usted trabaj¨® tambi¨¦n para la m¨ªtica 2.000 A.D., la cantera de talentos como Neil Gaiman, Alan Moore, Grant Morrison o usted mismo. ?C¨®mo lo hac¨ªan en 2.000 A.D. para encontrar y formar a tanto artista y guionista de inmenso talento?
R. Mi caso es un poco distinto de los de Alan Moore o Grant Morrison porque yo trabaj¨¦ para 2.000 A.D. despu¨¦s de dar el salto a Estados Unidos. Pero estoy completamente de acuerdo contigo. Es incre¨ªble lo que hicieron. Eran casi un manifiesto cultural de c¨®mo escribir historias y c¨®mo ilustrarlas, crearon escuela. Y aunque no trabaj¨¦ con ellos hasta despu¨¦s de Lucifer y Hellblazer, me empap¨¦ de toda esa atm¨®sfera. Si miras al trabajo de Alan Moore, Grant Morrison, Garth Ennis e incluso yo cuando nos fuimos a Am¨¦rica, ves esa irreverencia transmitida a los tebeos que ellos all¨ª no ten¨ªan. Y la inventiva desbordada.
Esto coincidi¨® con un periodo de anquilosamiento creativo en Estados Unidos. Se repet¨ªan y repet¨ªan sin atreverse a innovar. Alan Moore les cay¨® encima como un meteorito. Y Grant Morrison como un segundo meteorito. Yo no fui parte de esas primeras explosiones, pero desde luego me benefici¨¦ de la brecha que ellos abrieron.
P. Usted tiene una carrera realmente larga. Ha hecho de todo. Sus propias historias y su visi¨®n sobre las historias de otra. ?Hay diferencias cuando escribe algo de cero que cuando, por ejemplo, crea su escuadra de mutantes en X-Men?
R. S¨ª, claro que la hay. Es inevitable. Cuando me sumo al carro de una historia, soy muy, muy respetuoso con lo escrito hasta entonces. Es lo primero que hago, leerme el canon. Con X-Men, evidentemente, no me lo le¨ª todo, porque eran como 6.000 n¨²meros. Pero s¨ª todo lo que concern¨ªa a los personajes que yo hab¨ªa elegido. Creo que lo que me gusta de trabajar en una serie es encontrar en esa lectura de su historia los rincones rec¨®nditos, aquellos personajes que han ca¨ªdo en el olvido o hebras de la trama que se hab¨ªan abandonado. Uno todo esto y hago mi propio tapiz.
Cuando haces algo original, es justo lo contrario. Miras todo lo que hay y le das una patada. Tratas de dejar aire entre lo que t¨² quieres hacer y todo lo que puede influenciarte. Pero me encanta hacer ambas cosas. Nunca me he visto en la posici¨®n de llegar a una saga o un personaje y decir: "Bien, voy a arrasarlo todo y hacer mi versi¨®n de este tema sin tener en cuenta lo que hubo antes". Creo que todos estamos siempre escribiendo sobre los hombros de gigantes. As¨ª que debes respetar ese lugar y disfrutarlo.
P. Escoja uno de los m¨²ltiples c¨®mics a los que ha contribuido y cu¨¦nteme este proceso de encontrar sus intereses m¨¢s en detalle.
R. El ejemplo obvio son los X-Men. Me coincidi¨® incorporarme al mismo tiempo que Ed Brubaker hac¨ªa su propio equipo en Uncanny. Ed hab¨ªa escogido a su equipo que eran, ya lo sabes, los sospechosos habituales: C¨ªclope, Emma Frost, Lobezno... Me dijeron, fuera de lo que ¨¦l ha escogido, puedes quedarte con quien quieras. Mi primera sugerencia fue: "Hagamos una escuadra solo de mujeres". Marvel ha acabado haci¨¦ndolo, pero en aquel momento lo ve¨ªan como un riesgo para las ventas, as¨ª que lo descartaron. As¨ª que decid¨ª que iba a hacer una escuadra de gente que se odiara.
La estructura era un doble tri¨¢ngulo. El estable, el de la gente que se ama entre s¨ª: Cannonball, Rogue e Ice Man. El otro, el inestable estaba compuesto de Lady MasterMind, Sabretooth y Mistique. Si piensas en las interrelaciones que salen de ese equipo, es un desastre. Se odian entre s¨ª. La idea era tener un equipo con tanta desconfianza y tensi¨®n que estuvieran en una crisis permanente. Casi no necesitaban villanos. Trabaj¨¦ un a?o con ellos y me gustar¨ªa haber tenido otro a?o, porque funcionaban muy bien.
P. Hablando con Neil Gaiman hace un par de a?os, dijo algo muy interesante sobre los superh¨¦roes. Parafrase¨¢ndolo: "Los superh¨¦roes se suelen considerar cultura basura. Y sin embargo son el mayor esfuerzo colectivo, con las plumas m¨¢s brillantes, para crear una mitolog¨ªa. M¨¢s de lo que Homero, Virgilio o Milton pudieron hacer". ?Qu¨¦ opina usted?
R. Creo que es una manera muy bella de decirlo. Uno de los cr¨ªticos m¨¢s prestigiosos de Gran Breta?a me dijo algo exactamente igual: "Esto es el mayor texto m¨ªtico que la humanidad ha creado". Cuando Disney hizo H¨¦rcules, la BBC4 invit¨® a un acad¨¦mico experto en mitolog¨ªa helena y en una de las preguntas, el locutor afirm¨®: "Evidentemente, esto es una versi¨®n que no tiene nada que ver con la can¨®nica de los mitos de H¨¦rcules". A lo que este profesor contest¨®: "Ehem, no hay versi¨®n can¨®nica de H¨¦rcules. Su mito se ha contado siempre de manera diferente, dependiendo de qui¨¦n lo narraba. No hay un H¨¦rcules, hay miles. Y me encanta que esta pel¨ªcula haga la suya".
Mi tebeo de superh¨¦roes favorito de todos los tiempos es Doom Patrol de Grant Morrison. En cada p¨¢gina, hay una referencia a un escritor o a tal historia. Y a la vez es completamente original. Cada vez que lo leo, me emociono. Ursula K. Leguin, en el pr¨®logo de La mano izquierda de la oscuridad, dec¨ªa que la locura de creernos una ficci¨®n contin¨²a mucho despu¨¦s de haber cerrado la novela, que es algo que cambia nuestras vidas. Hay estudios que afirman que los lectores de Harry Potter tienen menos posibilidades de votar a Trump, una victoria para K. Rowling. Al final, da igual que alguien te diga que lo que lees es una mierda. Si a ti te cambia la vida, vale.
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