¡°Escribir una buena novela es m¨¢s f¨¢cil que criar a un hijo¡±

Cuando ten¨ªa 12 a?os y volv¨ªa del colegio, Joe Hill (Hermon, EE?UU, 1972) se encontr¨® a sus padres tecleando una historia cada uno en su cuarto. No eran unos progenitores cualquiera. Su padre, Stephen, ya hab¨ªa firmado novelas como El resplandor o Carrie,mientras que su madre, Tabitha, comenzaba una carrera como cuentista. Fue casi como una revelaci¨®n: ser hijo de los King marc¨® su futuro: ¡°Pens¨¦ que eso era lo que se supon¨ªa que deb¨ªas hacer: pasar un par de horas cada d¨ªa jugando a hacer creer a alguien una historia y que, finalmente, alguien te pagara mucho dinero por ello. Lo cual result¨® ser cierto¡±, confiesa a EL PA?S.

Hill, que a d¨ªa de hoy es uno de los autores de thrillers m¨¢s reconocidos y con legiones de lectores, debe mucho a sus padres, aunque apenas hable de ellos. No le gusta que le recuerden que su padre es uno de los autores m¨¢s vendidos de todos los tiempos. De hecho, cambi¨® su apellido cuando empez¨® como autor de c¨®mics en 2005 ¡ªno revelar¨ªa su identidad hasta 2007¡ª. En esta entrevista, con motivo de su participaci¨®n en el Festival Celsius 232 de Terror, Fantas¨ªa y Ciencia-Ficci¨®n ¡ªque se celebr¨® en Avil¨¦s (Asturias) hasta el s¨¢bado¡ª y de la publicaci¨®n de su ¨²ltima novela en Espa?a, Fuego (Nocturna), se neg¨® a contestar sobre la relaci¨®n con su padre. Y, sin embargo, casi toda su obra remite a ¨¦l. El suspense, el ambiente apocal¨ªptico y el terror est¨¢n presentes en El traje del muerto, Cuernos y en Fuego. ¡°Si no puedes crear tensi¨®n en la imaginaci¨®n del lector, este encontrar¨¢ algo m¨¢s que hacer. Nunca he le¨ªdo una novela que carezca de suspense y que valga la pena terminar¡±, sostiene el autor.

Parad¨®jicamente, Hill s¨ª habla de su paternidad. Fuego est¨¢ dedicada a su hijo y toda la trama gira en torno a la maternidad/paternidad. La protagonista es una joven embarazada que acaba infectada de una bacteria que provoca que los seres humanos comiencen a arder. La pareja de la joven la abandona y ella se esforzar¨¢ por traer a su hijo al mundo.

El miedo al otro

¡°Cuando tienes hijos, te das cuenta de que el mundo es un agujero con dientes que podr¨ªa engullirte junto a los que amas. Y depende de ti evitarlo. Adem¨¢s, la crianza es un trabajo duro. Siempre cre¨ª que podr¨ªa aprender cualquier cosa leyendo un libro, pero en este tema no es cierto. Es mucho m¨¢s f¨¢cil escribir una buena novela que criar a un hijo. No tengo ni idea de por qu¨¦ damos premios por escribir libros, pero no por ser padres¡±, se?ala Hill.

Otro de sus temas recurrentes tiene que ver con el miedo al otro. De ah¨ª, que en esta ¨²ltima novela haya decidido que los personajes buenos sean los enfermos, mientras que los sanos sean los villanos. ¡°Me di cuenta de que nuestros h¨¦roes siempre son personas sanas con una buena vida, que andan escondidos detr¨¢s de sus muros con todas sus armas y todo su miedo. Sienten que tienen permiso para destruir a los infectados en nombre de la autoprotecci¨®n¡±, comenta. Hill decidi¨® darle la vuelta para ahondar en la cobard¨ªa. ¡°Las personas que tienen miedo de los refugiados, de los enfermos, de los extranjeros, de los que no se parecen a ellos¡­ tratan de que su cobard¨ªa se convierta en su fuerza. Pero, es al contrario, tienes que ser fuerte para mostrar empat¨ªa. Cuidar de los dem¨¢s no es una muestra de debilidad¡±, mantiene.

Esta cuesti¨®n engancha con la actualidad de su pa¨ªs. Cree que Donald Trump ha llevado a los EE?UU a una psicosis de miedo y odio. Hill no esconde el rechazo a su presidente e insiste en que la propaganda trumpista es una amenaza m¨¢s peligrosa que una enfermedad contagiosa: ¡°Despreciar la verdad es un veneno para la sociedad. Hay un verdadero movimiento contra ella en el mundo occidental, en EE?UU llev¨® a Trump y en Reino Unido, al Brexit¡±, advierte el escritor.

¡°Lo que me interesa de las novelas es c¨®mo los personajes se revelan cuando est¨¢n expuestos a presi¨®n. Yo prefiero tener una gran idea para un personaje que una idea para una gran trama. La mejor trama no es nada si los personajes carecen de una vida bien desarrollada¡±, sostiene. Con los que ahora hay en su pa¨ªs tiene bastante. Mientras, le espera trabajo junto a su padre (una vez m¨¢s) en la adaptaci¨®n de una historia que escribi¨® con ¨¦l y que ¡°posiblemente se convierta en pel¨ªcula¡±, revela. Y despu¨¦s volver a los cuentos y a su hijo. Para evitar que le engulla un monstruo.