Viaje al origen del arte desde el autismo

Katsuhiko Hibino deshoja el sofisticado arte japon¨¦s de envolver regalos, el origata, hasta llegar al coraz¨®n. "La esencia del origata tiene que ver con abrazarse, igual que un p¨¢jaro que calienta un huevo con sus plumas o una c¨¢scara que protege a su semilla. A trav¨¦s de ese abrazo, de la envoltura, comunicamos la idea de que ese objeto es importante para nosotros", dice Hibino en Buenos Aires. Es ese simbolismo y no la precisi¨®n t¨¦cnica de los pliegues de papel lo que el artista japon¨¦s transmite a los j¨®venes autistas que participan en el proyecto colectivo Turn, que se expondr¨¢ en septiembre en la I Bienal Internacional de Arte Contempor¨¢neo de Am¨¦rica del Sur (Bienalsur).

El origata es una de las artesan¨ªas seleccionadas por Hibino (Gifu City, 1958) para la Bienal. Tambi¨¦n est¨¢n, entre otras, la randa, una t¨¦cnica de tejido tra¨ªda a Argentina por espa?olas y que sobrevive en comunidades del sur de la provincia de Tucum¨¢n (norte); el arimatsu shibori, que dibuja en telas a trav¨¦s de la tintura; y la shicra, una artesan¨ªa ind¨ªgena de creaci¨®n de cestas con fibras vegetales.

Hibino tiene claro su objetivo. Dar valor a la expresi¨®n ¨²nica de cada persona y generar nuevos v¨ªnculos que rompan la exclusi¨®n de quienes tienen dificultades para integrarse en la sociedad. "Las minor¨ªas tienen hoy la oportunidad de no pensarse como minor¨ªas. Antes s¨®lo los grandes medios pod¨ªan transmitir una noticia, pero ahora lo podemos hacer cada uno de nosotros a trav¨¦s de las redes. Antes s¨®lo ten¨ªamos acceso a cosas fabricadas masivamente; ahora, tambi¨¦n a objetos realizados por las minor¨ªas", remarca en la sede porte?a de la Universidad Nacional de Tres Febrero (Untref). "El proyecto se llama TURN porque propone cambiar nuestra mirada y nuestra forma de pensar", agrega.

Desde hace semanas, artistas japoneses y latinoamericanos trabajan con distintas minor¨ªas de Buenos Aires y Lima como parte del proyecto. Es una experiencia de aprendizaje mutuo. Los alumnos discapacitados aprenden la esencia de artesan¨ªas ancestrales que desconoc¨ªan y los artistas descubren gracias a ellos nuevas aproximaciones a t¨¦cnicas complejas y cargadas de tradici¨®n, que se transforman para dar lugar a mil variaciones.

Unir dos hilos para tejer dibujos

Concentrados, en silencio, un grupo de adolescentes pasa cuerdas por los agujeros de una malla en la fundaci¨®n Brincar por un Autismo Feliz de Buenos Aires. Algunos tejen con rapidez, otros a c¨¢mara lenta; a veces solos, a veces con ayuda. De a poco, el conjunto de puntadas comienza a convertirse en dibujos muy distintos entre s¨ª, donde destacan las formas geom¨¦tricas pero tambi¨¦n aparecen animales, como la ara?a, y letras del alfabeto. Los j¨®venes no hab¨ªan trabajado antes con tejidos. La artista tucumana Alejandra Mizrahi, al frente de este proyecto, tampoco ten¨ªa experiencia previa con autistas cuando fue seleccionada por Hibino para Turn.

Mizrahi desarm¨® la complicada estructura de la randa hasta lo m¨¢s b¨¢sico, el nudo. Pero no era suficiente: una de sus nuevas alumnas, con 19 a?os, no sab¨ªa unir dos hilos. Ser capaz de aprender ese gesto m¨ªnimo fue una alegr¨ªa que contagi¨® a todos los presentes. Y a partir de ah¨ª, apareci¨® una diversidad que la artista no esperaba: "Desde el no hacer hasta la insistencia con el nudo, uno sobre otro, sin parar". Al terminar la tercera jornada -de las 16 previstas- con los j¨®venes de la fundaci¨®n Brincar, Mizrahi cuenta que tuvo que replantear todo lo que hab¨ªa preparado: "Hibino me dec¨ªa que iba a salir todo sobre la marcha, pero al principio no lo entend¨ªa".

Las personas con trastorno del espectro autista (TEA) perciben el mundo de forma diferente. Tienen grandes dificultades para establecer una conversaci¨®n, pero suelen gozar de una gran agudeza visual y auditiva, ser met¨®dicos y capaces de concentrarse en tareas rutinarias, seg¨²n describe Soledad Zangroniz, una de las fundadoras de Brincar. Su hijo, Ramiro, es uno de los que participan en el taller de Mizrahi y expresa su alegr¨ªa con efusivos movimientos de manos. La artista tucumana a¨²n no sabe qu¨¦ presentar¨¢n en la Bienalsur, aunque se imagina una obra colectiva tejida entre todos, que sea la suma del trabajo de cada uno de los participantes y tambi¨¦n el reflejo de los nuevos lazos creados entre ellos.