La parodia y su tiempo
Si en la promoci¨®n decides jug¨¢rtela con un cartel tan cochambroso, es que est¨¢s encantado de envidar con la carta de la parodia
Si en la promoci¨®n de una pel¨ªcula decides jug¨¢rtela con un cartel tan atrevidamente cochambroso como el que han presentado los responsables de El otro guardaespaldas, con Ryan Reynolds sosteniendo en brazos a Samuel L. Jackson, al modo de Kevin Costner a Whitney Houston en la famosa pel¨ªcula de los 90, es que est¨¢s encantado de envidar con la carta de la parodia. Sin embargo, si despu¨¦s de vista la pel¨ªcula se comprueba que ese arco par¨®dico apenas se ha utilizado en un par de secuencias en forma de flashback, utilizando m¨²sicas y c¨¢maras lentas enraizadas en el modelo al que machacar como alusi¨®n ir¨®nica, mientras el resto no pasa de la comedia de acci¨®n, significa que te has quedado en medio de ninguna parte.
EL OTRO GUARDAESPALDAS
Direcci¨®n: Patrick Hugues.
Int¨¦rpretes: Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Gardy Oldman, Salma Hayek.
G¨¦nero: comedia de acci¨®n. EE UU, 2017.
Duraci¨®n: 118 minutos.
Pese al p¨®ster, El otro guardaespaldas no es una parodia en la l¨ªnea de lo que significaron, por ejemplo, El jovencito Frankenstein para los cl¨¢sicos de terror de la Universal o las desternillantes obras de los ZAZ (Zucker, Abrahams y Zucker) Aterriza como puedas y Top secret! para las cat¨¢strofes y el espionaje. La pel¨ªcula de Patrick Hugues, responsable tambi¨¦n de la tercera entrega de la saga Los mercenarios, es una buddy movie con una vuelta m¨¢s de manivela en el tono de la comedia, pero que termina confundiendo continente y contenido, chanza y modelo. Una suerte de pel¨ªcula de acci¨®n elefanti¨¢sica (mejor pasarse que quedarse corto en la decena de persecuciones y la veintena de luchas de artes marciales), encabezada por un reparto en el que parte de sus integrantes ha decidido re¨ªrse de su propio encasillamiento: Samuel L. Jackson con "motherfucker" como muletilla; Gary Oldman como villano serio forzando el acento.
P¨¢rrafo aparte merece el encaje de la pel¨ªcula en los d¨ªas que le ha tocado vivir. Corren malos tiempos para las comedias de acci¨®n asentadas en el divertimento y la risa, ambientadas en Europa (Londres y ?msterdam), con camiones bomba contra grandes instituciones y persecuciones automovil¨ªsticas del terrorismo arramplando calles tur¨ªsticas con todo a su paso. Ojo, no decimos que no se hagan (la censura siempre es peor que la falta de talento), pero ser¨¢ dif¨ªcil que la platea se abstraiga de lo que le est¨¢n mostrando en ciertas secuencias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.