Electr¨®nica para chamanes
Los sonidos tribales colombianos marcan ¡®Ayo¡¯, el nuevo disco de Bomba Est¨¦reo
El sonido del quinto disco de Bomba Est¨¦reo, Ayo, no lo han decidido ni su productor, ni la discogr¨¢fica, ni siquiera los miembros del grupo colombiano. Lo han hecho ind¨ªgenas de tradici¨®n ancestral que a¨²n hoy dan la espalda a la civilizaci¨®n y que (probablemente) en su vida han visto una guitarra el¨¦ctrica, y mucho menos un sintetizador o una caja de ritmos. Las tribus de los arhuacos y los koguis bajaron de la monta?a una noche y compartieron ritos, meditaci¨®n, charlas y canciones con Liliana Saumet y Sim¨®n Mej¨ªa (los fundadores de Bomba Est¨¦reo) para despu¨¦s dejar que la selva de la que hab¨ªan salido se los tragara de nuevo.
¡°Hay un estudio de grabaci¨®n en Minca, en la Sierra Nevada de Santa Marta, un pueblito de donde es Liliana. Es de un amigo productor de Nueva York que se traslad¨® all¨ª. Nos pareci¨® el mejor sitio para concebir este disco¡±, explica Mej¨ªa. Su compa?era interviene: ¡°Es el lugar del mundo donde la nieve est¨¢ m¨¢s cerca del mar. Del Caribe¡±. Los ind¨ªgenas que habitan la cercana sierra aseguran que ese lugar es el coraz¨®n del mundo. ¡°Como est¨¢bamos ah¨ª, nos pareci¨® pertinente hacer un ritual con los ind¨ªgenas que nos ced¨ªan su espacio. Fue como una forma de pedir permiso. Y a la vez, aquella experiencia abri¨® el camino de lo que ser¨ªa el ¨¢lbum¡±, relata Saumet.
Reserva ind¨ªgena
Bomba Est¨¦reo grabaron Ayo entre este sitio rec¨®ndito a orillas del Caribe y Los ?ngeles. De la ciudad estadounidense se desprende su cuidada producci¨®n. De la reserva ind¨ªgena, todo su sonido: pura ra¨ªz colombiana. Arropadas por arreglos electr¨®nicos, sus canciones recorren la cumbia, la champeta, bordean el reguet¨®n. Su anterior trabajo, Amanecer (el primero grabado con una multinacional como Sony Music), fue el espaldarazo que convirti¨® Bomba Est¨¦reo en una banda global. Aunque manten¨ªan su poso latino, se abrazaron m¨¢s que nunca al pop electr¨®nico, con sofisticados arreglos y una producci¨®n lujosa. Como si tantos medios les hubieran empachado, con Ayo vuelven a sus inicios y se entregan a los ritmos latinos. ¡°Es un paso hacia atr¨¢s y otro hacia delante¡±, se?ala Mej¨ªa. ¡°Por un lado, retomamos el sonido que ten¨ªamos cuando empezamos hace 12 a?os. Por otro, hemos probado instrumentos y sonidos nuevos en Los ?ngeles. No hemos dejado de experimentar¡±. En Ayo logran que los samplers y las cajas de ritmos mariden con instrumentos tradicionales con gran naturalidad. Casa mejor en una calle de la Colombia caribe?a que en una discoteca.
Muchos seguidores de Bomba Est¨¦reo no han encajado este viraje. ¡°No nos preocupa, lleva muy poco tiempo en el mercado¡±, dice Saumet. ¡°Nos pasa con cada disco. No somos capaces de hacer algo parecido dos veces. Al principio no entienden el cambio, luego lo digieren y termina por entusiasmarles. Eso sucedi¨® con Amanecer, que fue nuestro ¨¢lbum m¨¢s arriesgado y el m¨¢s vendido¡±.
La pregunta es inevitable: ya hab¨ªan dado con la f¨®rmula del ¨¦xito, pero han arriesgado. ?Se echaron las manos a la cabeza los ejecutivos de Sony? ¡°As¨ª funciona la industria¡±, sostiene Mej¨ªa, ¡°el artista quiere hacer arte, la discogr¨¢fica quiere vender. La clave est¨¢ en equilibrarlo, y creo que lo logramos en el disco¡±. Y lo describe con un escueto: ¡°Son como dos fuerzas que est¨¢n jalando y soltando todo el tiempo¡±.
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