El escritor de las mil y una plumas: Matz en el tebeo
Videojuegos, tebeos, novelas... La carrera del franc¨¦s Alexis Nolent es un canto al transmedia con colaboradores como David Fincher
Digamos que en esto del ¨¦xito en la cultura hay algo de latitudes y no poco de azar. Alexis Nolent tuvo suerte en ambas casillas. Naci¨® franc¨¦s, y nacer franc¨¦s significa vivir en un pa¨ªs que ama, o mejor a¨²n venera a sus artistas. Y luego el cubilete de la suerte lo puso en circunstancias extraordinarias, como la de ser el primer guionista de c¨®mic franc¨¦s adaptado en Hollywood, tener de colega de fatigas creativas a David Fincher o ejercer de jefe de guionistas en una de las compa?¨ªas de videojuegos m¨¢s poderosas del mundo, Ubisoft. Claro que con sacar un rep¨®ker de chiripa no basta. Alexis Nolent, Matz para quien lo conoce por su nombre de guerra en las vi?etas, suma talento y una profesionalidad casi tangible, un aura de seguridad en su obra que lo rodea.
Ayer, en el segundo d¨ªa de las XXII Jornadas del C¨®mic de Avil¨¦s que abrieron el 12 y cerrar¨¢n el 16 de este septiembre, habl¨® con humor de su extraordinaria carrera, que le ha valido para firmar a medias un tebeo con David Fincher, recibir la bendici¨®n de Raymond Chandler o ayudar a moldear la narrativa del arte interactivo. Esta ma?ana, relajado y sonriente, charl¨® con este peri¨®dico media hora larga. Y como su carrera abarca las mil y una plumas que puede elegir un escritor para volcar sus historias, este ser¨¢ un art¨ªculo doble. Aqu¨ª, en KA-BOOM, hablaremos de tebeos. Y en nuestro querido primo del videojuego, 1UP, Matz ser¨¢ Nolent para hablar de a qu¨¦ se enfrenta un cuentacuentos cuando narra con p¨ªxeles en vez de palabras.?
No recuerda qui¨¦n fue el gran escritor que lo dijo. Pero s¨ª recuerda que era un gran escritor y que firm¨® esta ocurrencia: "Los buenos narradores salen de las islas". Matz tuvo suerte tambi¨¦n en eso. Aunque lleg¨® al mundo en plena Normand¨ªa francesa, Rouen, y fluye en ¨¦l savia catalana, su infancia la pas¨® en el Caribe, en el archipi¨¦lago de las Antillas y m¨¢s concretamente en Martinica. All¨ª paso 14 a?os, cree ¨¦l, claves. "Mi obra, Asesino [13 tomos ya en Francia a lo largo de dos d¨¦cadas, cinco de ellos publicados en Espa?a], refleja totalmente esto, la necesidad de adoptar una perspectiva que no sea euroc¨¦ntrica, de ver las cosas desde fuera".
Matz empez¨® como novelista. Hab¨ªa sido un devorador de tebeos en la infancia colosal, hasta el punto de que "todos los regalos que ped¨ªa eran c¨®mics. Salvo una vez que ped¨ª una pelota de f¨²tbol. Y mi padre me ayudaba adem¨¢s a entender los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos del lenguaje del tebeo". A pesar de esa experiencia seminal, Matz iba camino de seguir a sus amados escritores de novela polic¨ªaca en negro sobre blanco. Nolent, que a¨²n no era Matz, se encontraba all¨¢ por 1990 ultimando su debut literario, que publicar¨ªa con gran ¨¦xito en la editorial francesa de mayor prestigio de novela negra. Pero en su camino se cruz¨® la frustraci¨®n de un amigo, el dibujante Jean Cristophe-Chauzy. "Le hab¨ªan encargado un c¨®mic y estaba pas¨¢ndolo realmente mal con el guion. As¨ª que le dije, mira, si quieres probamos a que lo escriba yo y si funciona, pues lo hago completo. La cosa funcion¨®, al editor le gust¨® y empec¨¦ como guionista de c¨®mic".?
De ah¨ª al ¨¦xito imparable como bestseller constante y de prestigio en ese vergel de vi?etas que es Francia. Aunque haya an¨¦cdotas tan divertidas como inauditas por el camino que demuestran c¨®mo las casta?as del mundo editorial no cambian tanto con las latitudes. Matz y Luc Jacamon, su m¨¢s perenne ilustrador, se pasearon por el mundillo editorial franc¨¦s para vender el tebeo de Asesino: "En Francia, si quieres presentar un tebeo a un editor, lo primero es pedir cita. Cuando te la dan, hay que acudir con una sinopsis completa del guion, entre tres y cinco p¨¢ginas, y con varias p¨¢ginas del tebeo ya acabadas. Llev¨¢bamos todo eso, dos en blanco y negro y una en color. Los primeros editores que nos recibieron fueron de Les Humano?des Associ¨¦s y nos dijeron que era demasiado original. Los segundos, no recuerdo si fueron Dupuis o Dargaud, y nos dijeron que era demasiado t¨®pica. Los terceros, Casterman, nos dijeron que les interesaba, pero que quer¨ªan ver el guion escrito entero antes de decidirse porque no se fiaban que fuera capaz de condensarlo en un ¨¢lbum. Se lo mand¨¦ y me dijeron que hab¨ªa que cambiar el final, que as¨ª estaba cerrado y no pod¨ªa haber una serie". Trece vol¨²menes despu¨¦s, es evidente que a Matz no le cost¨® ni pizca acatar ese cambio.
Hollywood ha querido a Matz. Y Matz se ha dejado querer por Hollywood. La compra de derechos de Asesino lo llev¨® a entablar amistad con David Fincher. A?os despu¨¦s, cuando estaba al mando de una colecci¨®n de tebeos que adaptaba cl¨¢sicos de la novela negra a las vi?etas, recibi¨® una llamada de un Fincher frustrado. "?l iba a rodar su propia versi¨®n de La dalia negra, una pel¨ªcula de tres horas en blanco y negro muy cara. El productor se acobard¨® y el proyecto sigui¨® adelante sin ¨¦l [acabar¨ªa dirigi¨¦ndola Brian de Palma con Scarlett Johannsson abriendo cartel]. Lo que era peor, iban a usar todas sus ideas como base para completarla. ?l no pod¨ªa usar nada de lo que se le hab¨ªa ocurrido. As¨ª que me propuso empezar de cero conmigo y adaptarla juntos". Para Fincher, Matz solo tiene elogios. "No solo es un t¨ªo muy, muy listo, sino que es un t¨ªo muy fiable. Si te dice que va a hacer algo, lo hace", afirma el franc¨¦s a este peri¨®dico.
La repercusi¨®n en Francia, dice el autor, fue in¨¦dita. "Incluso tuve a un periodista que me insisti¨® con si realmente conoc¨ªa a David Fincher y hab¨ªa colaborado como yo dec¨ªa. Como si me fuera a levantar yo una ma?ana y decir, mira, ser¨ªa buena idea poner en la portada de mi nuevo c¨®mic que lo hizo Fincher". Lo que el ojo m¨¢gico del cineasta aport¨® a esta Dalia negra fue la planificaci¨®n visual de cada vi?eta, su privilegiada concepci¨®n del encuadre, de lo presente y de lo ausente. Para redondear la jugada, mandaron un ejemplar y un correo electr¨®nico al mism¨ªsimo James Ellroy. Dijo estar encantado con la adaptaci¨®n. Matz confiesa que, de tanto en tanto, le echa una ojeada a ese mail.
No fue el unico affaire de Matz con un grande de Hollywood. Su tebeo Una bala en la cabeza (Debolsillo, 2012) fue adaptado en una pel¨ªcula hom¨®nima por Walter Hill, guionista, director y productor que jug¨® un papel crucial en pel¨ªculas m¨ªticas como Alien, el octavo pasajero (por la que sigue cobrando una fortuna secuela a secuela) y que dirigi¨® cl¨¢sicos como The Warriors. Result¨® que a Hill le pic¨® la mosca del tebeo y le propuso colaborar. Ya llevan dos novelas gr¨¢ficas juntos (Balas perdidas y Cuerpo y alma), con una tercera en el horno. Cuando terminaron la primera, Hill le mand¨® un mail deshaci¨¦ndose en agradecimientos a Matz por dejarlo entrar en el tebeo. "Y yo le contest¨¦: 'Pero qu¨¦ haces d¨¢ndome las gracias. ?Eres Walter Hill! Las gracias te las tengo que dar yo a ti. Es incre¨ªble lo humilde que fue y lo contento que estaba de hacer un c¨®mic". El m¨¦todo fue inusual y una nueva demostraci¨®n de la versatilidad de Matz. Hill le pas¨® dos guiones in¨¦ditos de cine y ¨¦l los tradujo al lenguaje del tebeo.
Sin embargo, no fue Chandler el favorito del autor. Otra adaptaci¨®n de un cl¨¢sico de la novela negra,?Adi¨®s Muchachos del cubano-uruguayo Daniel Chavarr¨ªa, es su favorita. "Es una gran obra que me sorprende que no se haya adaptado en una gran pel¨ªcula. Me parece extraordinaria y es el trabajo del que m¨¢s satisfecho estoy. Habl¨¦ con ¨¦l y me dijo que a ¨¦l tambi¨¦n le hab¨ªa gustado mucho la adaptaci¨®n. La verdad es que no entiendo c¨®mo Hollywood no se ha fijado a¨²n en ella". A Matz, sin embargo, no dejan de tenerle fichado. M¨¢s tarde o m¨¢s temprano, una nueva pel¨ªcula o serie caer¨¢ de su obra, otra pluma m¨¢s que a?adir a su colecci¨®n inagotable de su querido archipi¨¦lago del narrar.
Babelia
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