¡®Narcos¡¯, una droga mejorada

Narcos ya no es Narcos. Al menos no la que conocimos en sus dos primeros a?os. Cuando una serie pierde a su protagonista, deja de ser la misma. Si pierde a una figura tan carism¨¢tica como Pablo Escobar, por mucho que mantenga el nombre, ser¨¢ otra cosa. No significa mejor ni peor. Solo otra cosa. Y Narcos ahora, aunque sorprenda, es incluso mejor.

Mejor al menos que lo ¨²ltimo visto con Escobar, enrocada en una eterna caza del gato y el rat¨®n cuyo final conoc¨ªamos, que siempre guardaba un enga?o escondido al espectador. "Esta vez lo van a pillar... ?Uy! Por poco". En esta tercera temporada, centrada en el cartel de Cali y m¨¢s coral, los giros se vuelven imprevisibles. Parece que todo pueda pasar, quiz¨¢s por simple desconocimiento del espectador, menos ducho en estos narcotraficantes que en su predecesor.

Por suerte, pese a perder el carisma de Wagner Moura, el reparto sigue teniendo alg¨²n as en la manga. Desde el cautivador agente Pe?a, que por fin se deshace de la voz en off de su insoportable compa?ero yanqui, hasta el personaje de Alberto Ammann (Celda 211), narcotraficante joven y homosexual que protagoniza los momentos, heredados de Scarface, m¨¢s impactantes de la temporada. Si bien la corona se la lleva el actor sueco de padres gallegos Matias Varela, que convierte a su cabecilla de cartel en h¨¦roe y alma de la nueva etapa, un narcotraficante al que entender. Pero, no os dej¨¦is enga?ar, Narcos sigue contando tambi¨¦n con algunas de las actuaciones menos convincentes, con esa alma de culebr¨®n de Jos¨¦ Fernandos.

Lo que sigue siendo Narcos, eso s¨ª, es esa droga con la que no poder parar, esa que mejora del tir¨®n. Una cualidad subrayada ante esta historia autoconclusiva cerrada en 10 cap¨ªtulos. El guion tan r¨¢pido no da tiempo, sin embargo, a entender por qu¨¦ este cartel de Cali era realmente tan peligroso. Lo dicen mucho, es verdad, pero nunca acaban de mostrarlo en pantalla. Estos protagonistas no acaban de producir verdadero temor.

La cuarta temporada de Narcos ser¨¢ otra serie. Se trasladar¨¢ a M¨¦xico y no habr¨¢ ra¨ªces en Colombia. Seguramente no pierda los defectos que le rondan, pero, a estas alturas, seguiremos al agente Pe?a y su droga donde vaya. Hasta el Chapo y m¨¢s all¨¢.