¡®Tiempos de guerra¡¯, el Desastre de Annual cabe en un plat¨®
La nueva serie de Antena 3 recrea en 1.200 metros cuadrados el hospital que atendi¨® a los heridos
Ma?ana de lunes en un pol¨ªgono industrial del oeste de Madrid. La ¨¦pica brilla por su ausencia. En el umbral de una nave conversan unos soldados: llevan las cabezas envueltas en vendas ensangrentadas. Sus uniformes son antiguos, tanto como los de unas enfermeras que circulan por el interior, que recrea un edificio de principios del siglo XX. Son int¨¦rpretes y la construcci¨®n es un gigantesco decorado: dos pisos y 1.200 metros cuadrados recrean el colegio de Melilla que, en julio de 1921, se convirti¨® a toda prisa en hospital provisional para atender a los heridos en la derrota m¨¢s dolorosa de la guerra del Rif y una de las peores del Ej¨¦rcito espa?ol en su historia: el Desastre de Annual, que supuso entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921 la muerte o desaparici¨®n de m¨¢s de 8.000 militares espa?oles a manos de las cabilas de Abd El-Krim.
El hospital es el escenario principal de Tiempos de guerra, la serie que Antena 3 estrena esta noche (22.40) y recrea la historia real de un grupo de enfermeras de la Cruz Roja que la reina Victoria Eugenia envi¨® a Melilla para abrir un nuevo hospital, pues las cl¨ªnicas militares quedaron saturadas.
¡°Esta es la entrada al antiguo colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana¡±, dice Carlos Bodel¨®n, director de arte de la serie, dando paso a lo que parece un viaje al pasado: suelos de madera, grandes ventanales, una escalinata, columnas que parecen de m¨¢rmol... ¡°Escenograf¨ªa pura y dura. Todo madera, escayola, molduras¡¡±, comenta Bodel¨®n, y toca con los nudillos una balaustrada. ¡°Me he inspirado en edificios de principios de siglo con estilo neog¨®tico y neocl¨¢sico, y he dise?ado un mix¡±, contin¨²a. Aclara que su dise?o no tiene nada que ver con el colegio melillense real, que a¨²n sigue en funcionamiento con el nombre La Salle-El Carmen.
Tras una primera etapa de investigaci¨®n que comenz¨® el pasado octubre, Bodel¨®n viaj¨® con los equipos de arte y producci¨®n de Bamb¨², responsable de la serie, para buscar localizaciones en el norte de Marruecos. ¡°Cuando llegu¨¦, hab¨ªa le¨ªdo much¨ªsimo, pero estar en el mismo sitio del desastre, donde hubo miles de muertos, fue muy emotivo¡±, recuerda un profesional que ha trabajado en filmes como Gladiator, El reino de los cielos o La piel que habito.
¡°?Es toma!¡±, susurra Bodel¨®n, y cierra abruptamente una puerta que acaba de abrir. El equipo de rodaje, que lleva trabajando desde marzo, pide silencio. Al otro lado, graba una secuencia Amaia Salamanca, protagonista de la ficci¨®n junto a Ver¨®nica S¨¢nchez, Anna Moliner, Alicia Rubio y Alicia Borrachero, esta ¨²ltima en el papel de Carmen de Angoloti, la duquesa de la Victoria, que lider¨® a las j¨®venes enfermeras.
En su recorrido por el decorado, cuya construcci¨®n llev¨® tres meses a un equipo de unas 100 personas, el director de arte se detiene en el despacho de la duquesa y coge un retrato de la reina con una dedicatoria firmada (¡°Con todo mi afecto a la duquesa de la Victoria. Fdo. Victoria Eugenia¡±). ¡°Esto lo escrib¨ª yo¡±, confiesa, y sigue desgranando an¨¦cdotas para demostrar que ¡°todo est¨¢ dise?ado al m¨¢s m¨ªnimo detalle¡±: la decoraci¨®n modernista de la cantina, el papel de pared victoriano del dormitorio de las enfermeras, el suelo de gresite y el lavabo de principios de siglo del quir¨®fano, los grifos de la cocina¡
Una Melilla de ficci¨®n
El hospital no es el ¨²nico escenario de Tiempos de guerra. En el segundo piso del decorado se reproduce la Comandancia General de Melilla, donde Jos¨¦ Sacrist¨¢n, en el papel del coronel Vicente M¨¢rquez, se sienta en un despacho bajo un retrato de Alfonso XIII. Las escenas en los jardines del hospital se han rodado en un edificio cuya ubicaci¨®n no quiere precisar Bodel¨®n.
¡°Tenemos miles de rodajes en exteriores en decorados que tambi¨¦n hay que construir, ambientar¡ Ahora, por ejemplo, hemos estado construyendo un blocao¡±. Todo al servicio de una evocaci¨®n art¨ªstica, antes que una representaci¨®n hist¨®rica, de aquellos tiempos: ¡°Nos hemos inventado una Melilla ficticia¡±.
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