¡®MasterChef Celebrity 2¡¯, c¨®micos a los fogones
Como ya pas¨® con la primera edici¨®n, la versi¨®n de famosos se aleja mucho de la parte m¨¢s gastron¨®mica y se acerca m¨¢s al entretenimiento puro y duro
Ya pas¨® con la primera edici¨®n y se vuelve a repetir. Los famosos en un concurso como MasterChef? generan curiosidad. Por saber c¨®mo son de verdad, o al menos lo que se dejan ver, por estudiarles fuera de su medio y, en el caso de unos cuantos de ellos, para pasarlo bien. Incluso para cogerle tirria a un par (poco a poco, con el primer programa no es suficiente... o s¨ª). La versi¨®n Celebrity, como ya demostr¨® en su primera edici¨®n, se aleja mucho de la parte m¨¢s gastron¨®mica (anoche trataron de desescamar un pescado con un rallador) y se acerca m¨¢s al entretenimiento. Incluso los jueces parecieron m¨¢s relajados que el a?o pasado, que trataban a los concursantes como si todos fueran de verdad aspirantes a chef.
MasterChef Celebrity ha apostado esta vez en especial por los c¨®micos. Edu Soto, Jose Corbacho, Silvia Abril, Anabel Alonso o Pep¨®n Nieto. Tras ver la primera entrega, los tres primeros funcionaron como un reloj en sus papeles de humoristas que no pierden la compostura ante las c¨¢maras aunque no sepan manejarse del todo bien ante los fogones. Mezclaron chistes, bromas y naturalidad con un esfuerzo similar al que demostraron los finalistas de la primera edici¨®n para llegar lejos. Pero no por ser c¨®micos todos ellos son graciosos siempre cuando se ponen la piel de concursantes. Y ojo, no tienen por qu¨¦ serlo, pero acaban cargando en ocasiones. Le pas¨® a Anabel Alonso, que a ratos result¨® cansina por olvidarse que parte del trabajo era no ser c¨®mica en momentos puntuales.
MasterChef Celebrity funciona porque el casting est¨¢ bien hecho. Gusta ver la naturalidad del humor de Edu Soto o al medallista ol¨ªmpico Sa¨²l Craviotto esforz¨¢ndose por aprender algo tan ajeno a aquello a lo que ha dedicado su vida (as¨ª gan¨® en la edici¨®n anterior Miguel ?ngel Mu?oz). Es un programa blanco, que trata de ser simp¨¢tico, pero como siempre, que se hace demasiado largo. Comenz¨® con retraso a las 22.10 del martes y termin¨® pasada la 01.15 de la madrugada del mi¨¦rcoles. Largo, largo, largo. Aunque no tanto como el estreno del nuevo Gran Hermano. La segunda prueba del concurso semigastron¨®mico se hizo eterna y al final lo que quer¨ªamos saber era qui¨¦n iba a abandonar el programa el primer d¨ªa y poco m¨¢s. Aunque gracias a los dioses no hubo que esperar a que terminara el horror de Hora punta de Javier C¨¢rdenas ya que La 1 no lo emiti¨® para estrenar MasterChef. Ojal¨¢ hicieran lo mismo con sus series propias, como El Ministerio del tiempo o Estoy vivo. Y ya si eso, que pongan Hora punta despu¨¦s.
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