La colecci¨®n Helga de Alvear ser¨¢ la estrella invitada en Paris Photo
La exposici¨®n estar¨¢ integrada por 46 fotograf¨ªas y cuatro v¨ªdeos de la galerista espa?ola
Helga de Alvear (Kirnahe, Alemania, 1936) decidi¨® que quer¨ªa ser coleccionista cuando, por casualidad, se encontr¨® en el caj¨®n de una mesa un dibujo de Wassily Kandinsky envuelto en papel de seda. Hab¨ªa sido depositado all¨ª por Juana Mord¨®, su maestra y amiga reci¨¦n fallecida cuando Nina, la esposa del artista ruso se los entreg¨® junto a otros dos trabajos para hacer frente a los gastos de una exposici¨®n. Mord¨® necesit¨® vender dos y el tercero qued¨® olvidado. Hasta entonces, mediados de los ochenta, Alvear hab¨ªa adquirido obras de manera dispersa, pero fue en ese momento cuando supo que se convertir¨ªa en coleccionista. Ahora, la reconocida galerista y coleccionista tiene tres Kandinskys y alrededor de 3.000 piezas de arte contempor¨¢neo consideradas como unos de los conjuntos m¨¢s importantes de Europa. Una importante selecci¨®n de esa colecci¨®n centrada en fotograf¨ªa y v¨ªdeo ocupar¨¢ el Sal¨®n de Honor del Grand Palais de Par¨ªs durante la pr¨®xima edici¨®n de Paris Photo, entre el 9 y el 11 de noviembre.
Comisariada por Marta Gili, directora del directora del Jeu de Paume parisino, el medio centenar de piezas que integran la exposici¨®n (46 fotograf¨ªas y cuatro v¨ªdeos) se mostrar¨¢n agrupados bajo el t¨ªtulo de Las l¨¢grimas de las cosas. Colecci¨®n Helga de Alvear.
No es la primera vez que instituciones internacionales se interesan por la colecci¨®n de Helga de Alvear. Sin ir m¨¢s lejos, el pasado a?o, la Pinacoteca de S?o Paulo le dedic¨® una gran exposici¨®n (137 obras de 70 artistas) coincidiendo con la bienal. Pero a la galerista le da coraje la poca repercusi¨®n p¨²blica que tienen en Espa?a acontecimientos como estos.
La colecci¨®n completa de Helga de Alvear es un todo un compendio de la historia reciente del arte con todos los movimientos y nombres esenciales, aunque ella explica que nunca ha pensado en el nombre del artista o su posible valor antes de comprar. ¡°Compro solo aquello que me gusta, lo que llama mi atenci¨®n. Suelo hacerlo en galer¨ªas o en ferias (Basilea y Arco, a menudo), nunca a los artistas. Con ellos prefiero no tener trato personal. Tengo como norma el que la relaci¨®n sea estrictamente profesional cuando les expongo en la galer¨ªa. Es algo que aprend¨ª de mi padre y que considero muy acertado. Otra cosa solo te trae disgustos¡±.
Asegura no saber qu¨¦ proporci¨®n de su colecci¨®n est¨¢ formada por fotograf¨ªa y video. ¡°Es que no calculo, puede que una tercera parte, pero no lo s¨¦ con seguridad¡±. S¨ª recuerda, en cambio, que una de las primeras piezas visuales que adquiri¨® fue de Gordon Matta-Clark, cuando el artista neoyorquino, hijo del pintor Roberto Matta, no hab¨ªa sido santificado por el mercado del arte. Despu¨¦s vendr¨ªan muchos m¨¢s y algunos de ellos estar¨¢n en Par¨ªs: Rodney Graham, Edward Ruscha, Thomas Ruff, Bernd y Hilla Becher, Frank Thiel, Ryuji Miyamoto, Allan Sekula, Montserrat Soto, J?ao Penalva, Joan Fontcuberta, Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez-D¨ªez, Helena Almeida o Ignasi Aball¨ª, entre otros.
Muy contenta por la invitaci¨®n de Paris Photo, (¡°creo que soy la primera espa?ola a la que invitan¡±), Helga de Alvear sigue al pie del ca?¨®n frente a su espacio en Doctor Fourquet, en Madrid, pero cada d¨ªa m¨¢s dedicada a agrandar su colecci¨®n. Cuenta que en el ¨²ltimo Arco compr¨® varias piezas, entre ellas importantes obras de Jorge Oteiza, Antoni T¨¤pies y Miquel Barcel¨®. Incluso se permiti¨® el lujo de adquirir una obra para el Reina Sof¨ªa, ¡°porque no tienen presupuesto y es una pena que un museo tan maravilloso como este no tuviera ninguna creaci¨®n del artista suizo R¨¦my Zaugg. Le hab¨ªan dedicado una exposici¨®n y no ten¨ªan dinero para comprar¡±.
Su ¨²ltimo capricho fue un regalo que se hizo a s¨ª misma por su 80 cumplea?os, un dibujo de Cy Twombly realizado en 1963 por el que pag¨® medio mill¨®n de euros en Basilea y por el que tuvo que aguantar las bromas de su hermano. ¡°Ese dineral por unos rayajos, me dec¨ªa. ?l, que es quien lleva los negocios de la familia, no entiende mis locuras. Pero ya me conocen¡±.
Tiene la percepci¨®n de que el mercado del arte est¨¢ empezando a mejorar algo en Espa?a, a la vista de algunas ventas que ha podido hacer en el arranque de la temporada. ¡°Espero que no sea una falsa impresi¨®n y que lo que ocurra con Catalu?a no acabe con todas las expectativas¡±.
Pero con lo que est¨¢ verdaderamente satisfecha es con la marcha de las obras de su Fundaci¨®n en C¨¢ceres, destino final de su impresionante colecci¨®n. ¡°Emilio Tu?¨®n y Luis Moreno Mansilla est¨¢n haciendo un gran trabajo. Creo que terminan el pr¨®ximo a?o y que en 2019 podr¨¦ presumir de tener mi colecci¨®n abierta al p¨²blico, que es lo que siempre he querido¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.