El delirio creativo de un necio

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Manuel Mart¨ªn Cuenca llega a San Sebasti¨¢n con El autor, impulsada por el premio FIPRESCI, recibido en el pasado certamen de Toronto, un galard¨®n que anteriormente no hab¨ªa ganado ning¨²n cineasta espa?ol. "Estoy contento, pero aqu¨ª, en Donostia, ya las he visto de todos los colores [es su cuarta aparici¨®n, la tercera en Secci¨®n Oficial] y vengo preparado", cuenta con uno de sus amados puros en la mano. A su lado, su coguionista y socio de productora, el cubano Alejandro Hern¨¢ndez, escritor, guionista de Mart¨ªn Cuenca y de otras pel¨ªculas como Todas las mujeres o 1898. Los ¨²ltimos de Filipinas. Ambos han llevado a la pantalla la novela de Javier Cercas El m¨®vil. "Estaba en Rep¨²blica Dominicana", recuerda el director, "la vi, no la conoc¨ªa y me la le¨ª del tir¨®n". "Descubr¨ª en sus 60 p¨¢ginas una pel¨ªcula y pens¨¦: 'Javier Guti¨¦rrez".

El autor, que as¨ª se titula la adaptaci¨®n de El m¨®vil, cuenta el sinvivir de un trabajador (Guti¨¦rrez) de una notar¨ªa, eclipsado por el ¨¦xito de su esposa (Mar¨ªa Le¨®n), autora de un best seller, cuyo ¨²nico deseo es escribir la gran novela espa?ola, y por ello acude a un taller de escritora impartido por un profesor (Antonio de la Torre) aprovechado. Cuando su situaci¨®n emocional salta por los aires, se muda a un edificio en el que pronto encontrar¨¢, en sus vecinos, historias que alimentar¨¢n la escritura de su libro, y que, como hizo la novela de Alaa al Aswany El edificio Yacobi¨¢n con Egipto, sirve para ilustrar el devenir de Espa?a.

En la pel¨ªcula, Mart¨ªn Cuenca juguetea con otras novelas. En la portera del bloque ¡ªun personaje fascinante encarnado por Adelfa Calvo¡ª esconde, por ejemplo, a Madame Bovary. "Todos tenemos en mente a una Bovary jovencita cuando en el libro tiene 44 a?os. Nosotros sabemos que el escritor la est¨¢ usando como usa al resto de los vecinos, pero ella s¨ª cree que ha llegado su salvador. Tambi¨¦n est¨¢ otra novela de Flaubert, Bouvard y P¨¦cuchet, que es la historia de dos idiotas que pretenden ser sabios. En realidad, todos, necios y sabios toman el mismo camino para ser genios. El proceso creativo es el mismo. Lo que cambia, obviamente, es el resultado. Y nosotros quer¨ªamos hablar de c¨®mo se vive ese proceso. Pero no quer¨ªamos hacerlo de forma solemne, por lo que no val¨ªa centrarse en un genio. As¨ª que potenciamos la iron¨ªa ¡ªque ya la hab¨ªa¡ª de la novela de Cercas".

Como el proceso art¨ªstico puede resultar parecido, en El autor probablemente muchos encuentren paralelismos con el cine. "Es que todo es creaci¨®n", apunta Hern¨¢ndez. "Yo vengo de la literatura y llegu¨¦ al cine despu¨¦s, con Manolo. El v¨¦rtigo al empezar este guion era entrar en un territorio que empuja hacia la solemnidad, la autoconsciencia... porque lo creativo es sagrado. Y es lo contrario". Y apostilla Mart¨ªn Cuenca: "De ah¨ª lo ir¨®nico del t¨ªtulo. El autor. Pues a lo mejor no. ?De qu¨¦ es autor? Por otro lado, est¨¢ el cine, porque el escritor escucha a trav¨¦s del patio vecinal historias que ve en sombras [referencia indudable al mito de la caverna de Plat¨®n]. Y lo mismo porque a lo mejor tambi¨¦n somos unos necios, porque hacemos cine para trascender. ?Trascender qu¨¦? Con la distancia a veces torna en rid¨ªculo".

De ah¨ª la importancia de la elecci¨®n del protagonista. "No puede ser Michael Fassbender, porque entonces sabes que va a escribir una gran novela. No puede ser un tipo al que al final le pase algo portentoso que te sorprenda. No, debe de ser Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez, un personaje anclado al pa¨ªs y al lugar. Se construye un drama sin casi material de drama, gracias a la imaginaci¨®n de ese pobre hombre", cuenta Martin Cuenca. Su compa?ero de guion explica: "Cuando me lo propuso, lo primero que dijo fue 'Javier Guti¨¦rrez'. Y entonces vi el filme. Ah¨ª estaba la mirada nada sesuda, muy de tierra, realista, de sufrimiento pero desde algo cotidiano y plausible".

Y Guti¨¦rrez se lanza desbocado a crear a ese aspirante a escritor. Con todas las consecuencias y sorpresas para el espectador, que incluyen gui?os a la manera de escribir de Hemingway. "A m¨ª, Guti¨¦rrez me parece tan bueno como Fassbender, aunque a este no le he dirigido [risas]. Pero tiene una cosa m¨¢s grandiosa. Mira, Fassbender pertenece al canon de Hollywood de h¨¦roe potente. Y el cine espa?ol que me interesa, y nuestra tradici¨®n, pasa por personajes creados por actores normales, que los puedes confundir con el carnicero de la esquina: Alfredo Landa, L¨®pez V¨¢zquez... Como dec¨ªa otro grande, Fernando Fern¨¢n G¨®mez: '?Qu¨¦ dif¨ªcil es hacer de un funcionario!'. Por eso a m¨ª me encanta que Guti¨¦rrez sea este autor que quiere trascender, porque eso es el cine espa?ol, de nuestra tradici¨®n. Lo otro es el canon americano, y a m¨ª no me interesa".