¡®Killjoys¡¯, el espacio exterior es sexy
La tercera temporada de la serie de Syfy combina imaginaci¨®n, familia y fantas¨ªa
El western espacial Killjoys cuenta con naves de dictadores imperiales que viajan entre estrellas y peleas de bar que se salen de madre, pero la dise?adora de vestuario, Trysha Bakker, tiene una l¨ªnea roja que nunca sobrepasar¨¢: "En el futuro la ropa no lleva botones". En su armario hay, eso s¨ª, mucha cremallera y velcro para un vestuario que ella describe como "sexy y asim¨¦trico" y que, pese a usarse para dar tortazos en el espacio exterior, toma inspiraci¨®n del Chicago de los cuarenta o de la Florida de los cincuenta.
Bakker es solo un engranaje m¨¢s en un equipo que trabaja sin parar inventando lo inimaginable en un remoto solar a las afueras de Toronto, cuyas enormes instalaciones visita EL PA?S invitado por Syfy. All¨ª se forja cada d¨ªa el detallado universo de odiseas espaciales de Killjoys, cuya tercera temporada acaba este lunes a las 22.00 en Syfy.
Las aventuras del tr¨ªo de cazarrecompensas, liderados por una mujer de armas tomar, son carne de una serie sin pretensiones. Y, en realidad, as¨ª lo es. No enga?a a nadie. Su creadora Michelle Lovretta, pizpireta, nerviosa y energ¨¦tica, simplemente no sabr¨ªa escribir otra cosa: "Quiero que sea excitante, sexy, enorme, divertido y que el p¨²blico se sienta en familia. Y hay alg¨²n chiste sobre tetas, porque esa es mi voz. No me gusta la desolaci¨®n. Necesito llegar a casa y pasar tiempo con gente que me gusta. Quiero los h¨¦roes con los que crec¨ª", explica sentada en la nave espacial de cart¨®n piedra protagonista, en una esquina de la villa espacial llena de escenarios salidos de su mente. Todo tiene origen en su imaginaci¨®n. Todo busca ser divertido, para luego trasladarlo al sof¨¢ del espectador.
Nada queda a la improvisaci¨®n. Desde el decorado hasta las armas y trajes ef¨ªmeros, pasando por un futurista juego de rol falso con sus reglas estudiadas. Se pueden tocar y utilizar aunque salgan cinco segundos en pantalla. Incluso se puede pasear por el bar a tama?o real, y, si se quiere vivir la experiencia total, salir lanzado por una ventana tras una pelea directo a las calles de la des¨¦rtica Westerley, como tantas veces hacen sus protagonistas. "El mundo en mi mente es todav¨ªa m¨¢s grande", apunta Lovretta.
Killjoys puede no parecer hija de su tiempo. El referente m¨¢s cercano de esta epopeya intergal¨¢ctica quiz¨¢s sea Xena, la princesa guerrera. Pero los noventa, donde las series parec¨ªan m¨¢s ingenuas, menos serias e importantes, quedan lejos. Eso le hace tener algo especial. Los componentes de su ¨¦xito son los mismos que los de aquella televisi¨®n: camarader¨ªa entre personajes, un esp¨ªritu de aventura sin pretensiones, efectos especiales no demasiado caros, muchas patadas y golpes y una mujer fuerte tomando las riendas. Hasta tienen un bar donde reunirse. Eso le hace convertirse en una de las series de marca con las que Syfy, tras varios tumbos, quer¨ªa volver al origen de su imagen: familiar, original y dirigida a los amantes de la fantas¨ªa.
De hecho, esta serie canadiense ya ha sido renovada hasta su quinta temporada. Un voto de confianza (que no ha recibido su compa?era local Dark Matter, m¨¢s complicada y serializada) que logra, adem¨¢s, gracias a una protagonista como Hannah John-Kamen, una de las j¨®venes estrellas con m¨¢s proyecci¨®n, representante de la multiculturalidad y feminismo que buscan las nuevas voces del g¨¦nero fant¨¢stico.
Tras tres temporadas, el tr¨ªo central se siente casi como esa familia a la que la creadora quiere retratar. "A veces son hermanos, otras amantes... Toda la serie es su relaci¨®n", explica. Los actores se acaban las frases y constantemente se lanzan bromas. La qu¨ªmica se palpa. Lovretta es la cuarta pata de la familia, la que les da voz: "Como mujer, doy por hecho que mi protagonista sea una mujer fuerte, pero no solo eso. Ser¨ªa aburrido que fuera fuerte solo por serlo. Quiero que todos mis personajes sean complicados. Crear m¨¢s Ripleys como con las que crec¨ª".
La chica para todo de la fantas¨ªa
La brit¨¢nica Hannah John-Kamen se ha vuelto omnipresente a sus 28 a?os. Es la ¨²nica actriz que ha aparecido en dos episodios de Black Mirror, ha tenido papeles en Star Wars y Juego de tronos y tiene pendientes la nueva Tomb Raider, Ready Player One de Spielberg y su estreno como villana del universo Marvel en Ant-man and The Wasp.
Todav¨ªa, eso s¨ª, no se ve como icono: "Estar entre naves me hace sonre¨ªr. Siempre quise ser la villana de c¨®mic Harley Quinn. Ahora casi se me hace raro no llevar un arma en mi pierna. Es importante crear personajes para que las ni?as puedan decir: 'quiero ser ella'. Sea en el espacio o en tierra". De momento tiene dos a?os m¨¢s en este retiro familiar en un pol¨ªgono a las afueras de Toronto. Este a?o incluso le ha tocado interpretar dos personajes en la serie, la hero¨ªna y la villana.
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