¡®Smoking room¡¯ salta a los escenarios
Quince a?os despu¨¦s de su estreno, Roger Gual dirige la versi¨®n teatral con seis actores
Sorprendente y reveladora, pas¨® pronto a ser una pel¨ªcula de culto. Hay gente que es capaz todav¨ªa de recitar de memoria algunos de los di¨¢logos entre los trabajadores de esa asfixiante oficina. Smoking room supuso el deb¨² en el cine de Roger Gual y Julio Walowitz. Los doce actores que participaron en el filme pusieron su sueldo para financiar la producci¨®n. La pel¨ªcula, estrenada en junio de 2002, logr¨® tres premios en el Festival de M¨¢laga (especial del jurado, guion e interpretaci¨®n para el conjunto del reparto), as¨ª como el Goya a la mejor direcci¨®n novel.
Quince a?os despu¨¦s, la historia, rodada al mejor estilo Cassavetes, salta a los escenarios. Roger Gual dirige esta versi¨®n teatral con seis actores, en lugar de doce, pero con la misma carga dram¨¢tica, igual mordacidad en los di¨¢logos y una escenograf¨ªa minimalista. Todo el poder sigue estando en el texto, en los miedos que atenazan el mundo laboral y las miserias frente al poder. Acomete esta nueva aventura como entonces, haciendo las cosas como si siempre fuera la primera vez. Secun de la Rosa, Miki Esparb¨¦, Manuel Mor¨®n, Pepe Ocio, Manolo Solo y Edu Soto protagonizan la obra que se estrena este jueves en el Teatro Pav¨®n Kamikaze. Solo Manuel Mor¨®n estuvo en la versi¨®n cinematogr¨¢fica.
Han pasado quince a?os y las cosas en el mundo laboral han cambiado pero, claramente, a peor. Lo asegura Roger Gual (Barcelona, 1973) tras el primer ensayo con p¨²blico de esta tragicomedia que marc¨® su carrera y la de Walowitz. ¡°Fueron muchas las propuestas que recibimos desde el estreno de la pel¨ªcula para llevar la historia al teatro por parte de distintas compa?¨ªas, pero no lo vimos claro. Fue hace un a?o, con la apertura del Teatro Pav¨®n Kamikaze, cuando propuse a Julio realizar nosotros mismos la versi¨®n teatral. Julio, que vive desde hace a?os en Praga, me dio libertad para hacerlo yo solo. La ¨²nica condici¨®n que me puse a m¨ª mismo fue la de encontrar el elenco perfecto¡±, a?ade Gual.
Es Smoking room una obra claramente de actores, con un texto escrito tal y como se interpreta, con las dudas y los puntos suspensivos. Aunque parezca que hay lugar para la improvisaci¨®n, en realidad no la hay. Es un guion medido y controlado al mil¨ªmetro, la historia de un contable que se decide a redactar una petici¨®n para conseguir una sala para fumar dentro de la oficina, una sucursal de una gran empresa norteamericana. La elaboraci¨®n de esa lista para firmar es la excusa perfecta que desata las m¨¢s nocivas y mediocres actitudes de unos trabajadores paralizados por el terror al poder. Gual, que con Smoking room firma su tercera obra teatral, se ha planteado este salto a los escenarios partiendo del guion y olvid¨¢ndose de la pel¨ªcula que ni siquiera ha querido volver a ver ni recomendar a los actores que lo hicieran. ¡°Hemos jugado a sacar la esencia de la historia, nos hemos centrado en el libreto original para contar desde ah¨ª ese conflicto que hoy en d¨ªa puede parecer un poco marciano, el juntar firmas en una empresa para conseguir una sala para fumar, pero que tiene absoluta vigencia. El hecho de intentar defender tus derechos laborales hoy en d¨ªa es peor que hace quince a?os. En este sentido, hemos ido para atr¨¢s. Todo los miedos se han ido acumulando y la situaci¨®n es claramente peor¡±.
Ya sea en medio de los vapores de una sauna, en la intimidad de un ba?o o en el lugar com¨²n de trabajo, las mezquindades y ruindades de unos y otros terminan por salir a flote. ¡°?Qu¨¦ est¨¢ bien? ?Qu¨¦ est¨¢ mal?¡±, se pregunta uno de los trabajadores ante la ruina de vida a la que le est¨¢ llevando la empresa. ¡°Todos tenemos algo de cada uno de los personajes que salen a escena. No hay buenos ni malos. Son un reflejo de una realidad paralizada por el miedo. Yo soy m¨¢s de preguntas que de reivindicaciones y por eso me planteo esta obra como una posibilidad de hacernos muchas preguntas sobre nuestros propios actos. Cada espectador tendr¨¢ que hacerse sus propias preguntas¡±.
El microcosmos de una oficina
Una oficina es un microcosmos donde se viven todas las situaciones dram¨¢ticas posibles. No solo con Smoking room Roger Gual eligi¨® entrar en las interioridades de un lugar de trabajo para contar las miserias humanas. Tambi¨¦n lo hizo en 7 a?os, una pel¨ªcula estrenada en 2016 para la plataforma Netflix. Protagonizada por Juana Acosta, ?lex Brendem¨¹hl, Paco Le¨®n Juan Pablo Raba y Manuel Mor¨®n, 7 a?os se centraba en la discusi¨®n de un grupo de socios de una empresa en declive, que tienen que decidir qui¨¦n de ellos sacrifica siete a?os de su vida para ir a prisi¨®n y salvar de este modo al resto. "Un grupo humano encerrado es siempre un caldo de cultivo que sirve como excusa para contar una historia universal", defiende Gual, que con su anterior filme Remake traslad¨® este cerrado c¨ªrculo empresarial a una familia
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