Auge y ca¨ªda de un payaso
Michel Hazanovicius maneja el esperpento y la iron¨ªa, no se ceba con Jean-Luc Godard sino que trata de captar sus luces y sus sombras
MAL GENIO
Direcci¨®n: Michel Hazanavicius.
Int¨¦rpretes: Louis Garrel, Stacy Martin, B¨¦r¨¦nice Bejo, Guido Caprino, Emmanuele Aita.
G¨¦nero: biopic. Francia, 2017.
Duraci¨®n: 107 minutos.
Era infinita la tribu de adoradores de Jean-Luc Godard durante los a?os sesenta. Imagino que ese amor incondicional a su cine era aut¨¦ntico, pero tambi¨¦n otorgaba al cultivado admirador se?as de identidad prestigiosas, experimentales, vanguardistas, revolucionarias radicales, molonas. Siguen afirmando sus ex¨¦getas y tambi¨¦n multitud de directores que afirman sin rubor que su vocaci¨®n de hacer pel¨ªculas naci¨® por la volc¨¢nica influencia que ejerci¨® en ellos Godard, que todo cambi¨® en la historia del cine gracias a la audacia y la imaginaci¨®n de su lenguaje, que existe un antes y un despu¨¦s en el s¨¦ptimo arte con la genial aparici¨®n de este imprescindible autor. Sospecho que la inmensa mayor¨ªa de sus inmarchitables fans hablan de sus viejos recuerdos, de la obra del suizo incendiario en la d¨¦cada de los sesenta y parte de los setenta, ya que su posterior cine con el Grupo Dziga Vertov, fervorosamente mao¨ªsta y los ensayos y poemas f¨ªlmicos (as¨ª define a sus pel¨ªculas el nada egoc¨¦ntrico Godard) que sigue pariendo en el curso del tiempo solo tienen una ¨ªnfima y comprensible distribuci¨®n comercial, su exhibici¨®n pr¨¢cticamente se reduce a los festivales de cine. No saben el insoportable castigo del que se han librado los espectadores. Para mi desgracia, yo he sido hastiado testigo en mi dura existencia festivalera de las masturbaciones mentales de Godard. Tambi¨¦n de las admirativas y vacuas tonter¨ªas que se escriben sobre ellas. Y me planteo cu¨¢l ser¨ªa la reacci¨®n del p¨²blico que ha pagado la entrada si tuviera la masoquista oportunidad de observar esos ensayos f¨ªlmicos. A lo peor, ten¨ªan que intervenir las sagradas fuerzas del orden.
El intenso, pat¨¦tico y tragic¨®mico protagonista de Mal genio es Jean-Luc Godard. Adapta el libro Un a?o ajetreado, que escribi¨® su exesposa Anne Wiazemsky contando su relaci¨®n. Aunque el personaje de Godard me repela, confieso haber le¨ªdo con cierto morbo esa historia autobiogr¨¢fica. Igualmente, haber sentido verg¨¹enza ajena en alg¨²n momento, como la reacci¨®n de Godard ante un polic¨ªa que ha sorprendido a este y a Wiazemsky en pleno calent¨®n amatorio practicado en el lujoso y mal aparcado coche de Godard, por lo que les pide educadamente que se marchen de all¨ª. Entonces, la boca del suizo lanza fuego contra el correcto madero, llam¨¢ndole lacayo de los ricos, perro guardi¨¢n de la burgues¨ªa, y gritando que lo que siente el polic¨ªa hacia ¨¦l es envidia ya que un fracasado jam¨¢s podr¨¢ comprar un coche tan impresionante como el suyo. Muy propio de este campe¨®n del proletariado, de este convencido de que el cine debe de ser un arma en la lucha de clases y de que todas las pel¨ªculas estadounidenses solo representan el imperialismo puro y duro.
Mal genio retrata a un tipo obsesivo, enamorado, celoso hasta el delirio, a veces desarmante en su neurosis, valiente, sin la menor duda de que solo existen sus verdades, implacable con todo lo que le huela a disidencia, siempre angustiado, con lamentable capacidad autodestructiva, involuntariamente c¨®mico, tratado por sus contempor¨¢neos con los atributos de una estrella absoluta, tan sincero que siempre est¨¢ pisando charcos, con algunas reacciones que incluso pueden despertar ternura. El director Michel Hazanovicius maneja el esperpento y la iron¨ªa, no se ceba con Godard sino que trata de captar sus luces y sus sombras. Me resulta divertido lo que algunos consideraran una blasfemia. Mi ¨²nico recuerdo grato de su dios es la existencialista y original Al final de la escapada. Tambi¨¦n la deslumbrante presencia en varias de sus pel¨ªculas de su amada musa Ana Karina, esa mujer tan hermosa. Y punto. Ni bajo amenaza de tortura revisar¨ªa su insoportable obra. Masoquismo, el justo.
Babelia
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