Consonni y la producci¨®n de ideas
Este proyecto afincado en Bilbao da un salto de gigante con su labor editorial y abre un camino desconocido pero esencial en el campo del arte: la producci¨®n de ideas
Se define a s¨ª misma como una productora de arte contempor¨¢neo y editorial especializada, aunque tras el trabajo de consonni se filtra una identidad mucho m¨¢s confusa, convulsa incluso, y un tanto queer. Desde que el proyecto naciera en 1996 acumulan muchas virtudes. Entre ellas, ser una estructura adaptable, ligera y flexible que ocupa muchos de los intersticios, los espacios libres y los huecos de ese tablero llamado mundo del arte. Su labor es poco lucida, pero fundamental a la hora de dar respuesta y ofrecer un servicio p¨²blico a la comunidad art¨ªstica. Trabajan bajo la idea de intercambio sin jerarqu¨ªas y sin esa losa llamada productividad asociada a los museos. Tambi¨¦n destacan por una mirada siempre experimental que va m¨¢s all¨¢ de lo expositivo y por romper fronteras e ideas preestablecidas en torno a lo art¨ªstico. En los veinte a?os que lleva en activo, consonni se ha colado con c¨¢maras ocultas en el Guggenheim con Andrea Fraser, han desarrollado una marcha zombi en la zona de Barakaldo con Iratxe Jaio & Klaas van Gorkum, se han lanzado al mar a buscar ballenas con Ferm¨ªn Jim¨¦nez Landa y han andado campo a trav¨¦s por el monte con Gerard Ort¨ªn. En los ¨²ltimos a?os, han dado un paso m¨¢s con el campo de la edici¨®n y su colecci¨®n Paper, llenando otro de los huecos en la edici¨®n en Espa?a con el ensayo sobre arte.
Tal vez el ¨¦xito pasa por su amor por las semillas peque?as, algo que se filtra hasta en el nombre, escrito en min¨²scula. El equipo ha ido variando desde que el artista Franck Larcade, su fundador, decidiera crear ¡°un centro de pr¨¢cticas art¨ªsticas contempor¨¢neas¡±, tomando el nombre a una f¨¢brica de la pen¨ªnsula de Zorrozaurre, en Bilbao. Hoy por hoy, y desde un local a pie de calle del barrio Bilbao La Vieja, trabajan Munts Brunet, I?aki Landa, Arkaitz Olea y Mar¨ªa Mur Dean. Imparten talleres sobre edici¨®n y arte (con_textos), alojan un programa de residencia de artistas (HPC) y ofrecen recursos para el entorno creativo local. Aunque, por encima de todo, trabajan con el afecto: ¡°Alrededor de consonni hay muchas complicidades. Es fundamental la aportaci¨®n del variado alumnado de pr¨¢cticas que nos acompa?a en diferentes situaciones as¨ª como m¨²ltiples colaboradores que participan en cada producci¨®n, en cada libro as¨ª como familiares y amistades que nos sostienen. Sin el apoyo de esta comunidad de proximidad que se compone de c¨®mplices habituales y puntuales, p¨²blicos y referencias, consonni no podr¨ªa respirar, simplemente no existir¨ªa¡±, explican.
Consonni propone registrar las diversas maneras de hacer cr¨ªtica en la actualidad y de crear esfera pu?blica, con los feminismos como hoja de ruta, y a trav¨¦s de diversos formatos colectivos, como producciones de arte, libros de ensayo, podcasts, Radio Shows, talleres¡. Una labor basada en la colaboraci¨®n, la mirada cr¨ªtica, la obstinaci¨®n, las meteduras de pata y los aciertos, e intercambio de conocimiento y el apoyo al sector art¨ªstico cultural. En esta charla Mar¨ªa Mur Dean desvela c¨®mo y por qu¨¦.
?Qu¨¦ ocurr¨ªa en 1996 en Bilbao para crear un proyecto como consonni? ?Naci¨® como alternativa a algo?
En aquel momento, se pod¨ªan observar las obras de un edificio que es a d¨ªa de hoy paradigma de ciertas pol¨ªticas culturales, el Museo Guggenheim Bilbao. Era un momento en que, quiz¨¢s, hab¨ªa un canto de sirenas, un run run sobre lo que podr¨ªa ser una alternativa al modelo econ¨®mico industrial, un momento en el que se empezaba a generar un debate sobre la cultura como recurso frente la cultura sobre derecho, en que se hablaba de la cultura como motor de una ciudad. En Bilbao, en aquel momento no existen todas las estructuras independientes que hay hoy. Se estaba construyendo el Guggenheim, pero tambi¨¦n se crea Bilbao Arte y se remodela la Sala Rekalde. Es un momento en que empiezan a organizarse artistas y creadores para desarrollar espacios propios, como consonni, Abisal, y Amast¨¦ entre otros. En aquel momento, Arteleku en San Sebasti¨¢n supone un epicentro para alimentar energ¨ªas en diferentes direcciones, y exist¨ªan una serie de proyectos colaboradores alrededor de este centro que estaban suponiendo una semilla para que iniciativas privadas pudieran echar a andar.
Y ahora, ?c¨®mo es el v¨ªnculo con el contexto art¨ªstico vasco? ?Y el resto?
Pues es nuestro contexto m¨¢s pr¨®ximo, al que le debemos nuestra g¨¦nesis y del que nos nutrimos. Es un contexto variado con sus conflictos y grandezas, como todos, del que aprendemos y desaprendemos continuamente. Para nosotras la colaboraci¨®n y la negociaci¨®n con nuestro entorno de proximidad es fundamental, con artistas pero tambi¨¦n con instituciones privadas o p¨²blicas, grandes o peque?as. En la ciudad de Bilbao hay estructuras privadas independientes de diferente signo que est¨¢n haciendo una gran labor y ofreciendo una programaci¨®n muy variada (Okela, Bulegoa Z/B, Histeria Kolektiboa, La Taller, Wiki Toki, Anti-Liburudenda, Ant Espacio y un largo etc¨¦tera). Nos parece importante la coordinaci¨®n entre diferentes programaciones, apoyarnos mutuamente y no pensar en t¨¦rminos de competici¨®n sino de colaboraci¨®n y cooperaci¨®n.
?C¨®mo se financia?
Como podemos. Trabajamos arduo para diversificar fuentes y formas de financiaci¨®n. Hasta ahora, sobre todo han sido las formulas p¨²blicas las que m¨¢s hemos desarrollado (contratos con instituciones o subvenciones) pero estamos investigando otros modelos, ya que creemos que la financiaci¨®n tambi¨¦n es parte del proceso creativo y que no est¨¢ carente de ideolog¨ªa. Depender de subvenciones es muy pesado e imposibilita la sostenibilidad y la autonom¨ªa de los vaivenes pol¨ªticos constantes. Estamos fortaleciendo los ingresos por venta de libros, reforzando una comunidad de proximidad y procurando alimentar una econom¨ªa social feminista. Generar modelos mixtos de financiaci¨®n donde combinar lo p¨²blico con lo privado y procurar huir de la auto explotaci¨®n constante.
Como punto de partida, consonni es una productora. ?Qu¨¦ significa producir en el contexto del arte?
El uso del concepto ¡®producci¨®n¡¯ en el arte es una extra?eza. Invitamos a artistas a desarrollar trabajos que generalmente no adoptan un aspecto de objeto de arte expuesto en un espacio. Las figuras de referencia suelen ser artistas, cr¨ªticos, comisarias, galeristas, directores de instituci¨®n¡ las productoras de arte seguimos sin existir como pieza del tablero del mundo del arte. Producir, en contra de lo que se suele creer, no es s¨®lo seguir una reglas del juego dadas sino que muchas veces supone crearlas. ¡®No hacer uso del viejo aparato de producci¨®n sino transformarlo¡¯, dec¨ªa Walter Benjamin en Autor como productor (1934). No se trata solo de representar la realidad sino de impactar sobre ella y devenirla. Es lo que Gilles Deleuze y Felix Guatari llamaron la estrategia de pantera rosa que ya es parte del ADN de consonni. El mimetismo, el camuflaje, es producto de una l¨®gica binaria. La pantera rosa no imita nada, dec¨ªan Deleuze y Guattari, no reproduce nada, pinta el mundo de su color. No huye del mundo, sino que provoca que el mundo huya y as¨ª deviene mundo impactando en ¨¦l. En consonni, discurso y producci¨®n van de la mano, y producci¨®n no es s¨®lo hacer sino que lleva impl¨ªcito pensar e imaginar esos modos de hacer as¨ª como el sistema de producci¨®n en el que se inscriben. La producci¨®n, frente al comisariado, gana protagonismo en proyectos expansivos y colectivos, centrados en investigaciones, que implican m¨²ltiples agentes.
Sol¨¦is decir que la producci¨®n en consonni se encuentra en la edici¨®n. ?C¨®mo enlaza una cosa con la otra?
Las publicaciones en consonni se han convertido en un espacio de resistencia. Tras m¨¢s de veinte a?os produciendo proyectos muy diferentes entre s¨ª, la edici¨®n se convierte en un lugar de reflexi¨®n que materializa las ideas en las que se sostienen las producciones art¨ªsticas aunque ni siquiera se mencionen. Iniciamos en 2009 una l¨ªnea editorial para publicar sobre las producciones que desarroll¨¢bamos, y en el 2016, dimos un paso m¨¢s all¨¢ y nos establecemos como editorial. Contamos con m¨¢s de medio centenar de t¨ªtulos y parece que, poco a poco, van haci¨¦ndose un hueco en el mundo editorial, sobre todo a trave?s de sus ensayos de cr¨ªtica cultural, dentro la colecci¨®n Paper, internacionalmente reconocida por pu?blico y cri?tica. La producci¨®n editorial, para nosotras, no es s¨®lo fabricaci¨®n de libros, es sobre todo la reproducci¨®n de ideas, de pensamiento cr¨ªtico. Y es una forma adem¨¢s de apelar directamente a una comunidad que nos sostiene adquiriendo los libros que publicamos, ley¨¦ndolos y coment¨¢ndolos. Una comunidad amplia m¨¢s all¨¢ del Estado Espa?ol, ya que en Am¨¦rica Latina tambi¨¦n distribuimos nuestras ediciones.
?Cu¨¢l es el hilo que agrupa esos libros? ?En funci¨®n de qu¨¦ ideas se eligen los temas y autores?
En la actualidad la editorial cuenta con tres colecciones, Proyectos, Beste y Paper, aunque probablemente aumentemos las colecciones y las posibilidades de publicar cr¨ªtica cultural. Ahora mismo estamos muy centradas en la colecci¨®n Paper. Combinamos la traducci¨®n de textos esenciales con la publicaci¨®n de escritos en idioma original. Nos parece que no hay mucho espacio para publicar a autores cuyo idioma original es el espa?ol y pensamos que esa es una labor muy importante, todav¨ªa pendiente de cubrir y en la que estamos trabajando. Las autoras, por tanto, son muy diferentes (con mayor y menor trayectoria, con mayor o menor experiencia en la escritura, de diferentes contextos geogr¨¢ficos y pr¨¢cticas¡) y llegan de forma muy diferente. A veces, somos nosotras las que nos aproximamos a ellas, otras veces se acercan ellas con propuestas. Resulta muy satisfactorio colaborar en difundir pensamiento de autoras a las que admiramos desde hace tiempo como Lucy Lippard, Pablo Helguera, Remedios Zafra o V¨ªctor del R¨ªo. Tambi¨¦n ofrecer la posibilidad de publicar a profesionales muy reconocidos en el arte que, sin embargo, no ten¨ªan un t¨ªtulo propio hasta ahora, como es el caso de Peio Aguirre, Mart¨ª Manen, Maite Garbayo o Mery Cuesta. Nos parece una labor importante.
Hace poco que hab¨¦is abierto un nuevo formato de comunicaci¨®n desde consonni, las Radio Show, con el podcast como almac¨¦n de datos. ?C¨®mo est¨¢ siendo el experimento?
Es una herencia de un proyecto m¨¢s largo y complejo que hemos realizado en consonni, que ha sido LaPublika, un laboratorio de investigaci¨®n art¨ªstica sobre esfera p¨²blica que dur¨® tres a?os (2014-2016) y se hizo en coproducci¨®n con Tabakalera y DSS2016. Siguiendo a la te¨®rica del arte Rosalyn Deutsche en su texto Agorafobia, concebimos la esfera p¨²blica como una oportunidad para la diversidad y el disenso. Para Deutsche, la esfera p¨²blica no es solo un lugar para el discurso; es tambi¨¦n un lugar construido discursivamente. Todo el proyecto estuvo atravesado por el esp¨ªritu de la radio, un medio que produce experiencias de intimidad y distancia al mismo tiempo, en el que voces extracorp¨®reas encarnan cuerpos imaginados y reales, construyendo lo cotidiano, la vida en com¨²n. Cerramos el proyecto de LaPublika en 2016, con una web archivo (lapublika.org) con cientos de podcats, pero nos quedamos con el formato de la radio. Buscamos distintas f¨®rmulas para compartir y diseminar contenido de cultura cr¨ªtica. Para que este contenido llegue al p¨²blico, puede adoptar m¨²ltiples formatos. Por ejemplo, adem¨¢s de las consabidas presentaciones en librer¨ªas, para dar a conocer el libro SGAE: el monopolio en decadencia de Ainara LeGardon y David Garc¨ªa Aristegui, organizamos un Radio Show con p¨²blico en directo junto con el centro cultural Azkuna Zentroa (Bilbao). Debatimos sobre ¡°propiedad intelectual y pr¨¢cticas art¨ªsticas¡± y partimos del libro pero lo trascendemos generando un debate con m¨²ltiples agentes desde las leyes, la creaci¨®n, el activismo, y las entidades de gesti¨®n de derechos. El contenido saltaba del libro impreso para convertirse en un debate p¨²blico y en un podcast accesible online. Por otro lado, realizamos un taller dentro del programa Madrid45 en el que realizamos por primera vez un Radio Show colectivo con quienes se apuntaron al taller, todas mujeres por cierto. Fue una experiencia maravillosa, la radio en vivo es muy potente para amplificar contenidos y crear comunidad. Como sostiene Walter Benjamin en sus textos sobre la radio, el medio radiof¨®nico es una t¨¦cnica arriesgada que moviliza ¡°el saber en direcci¨®n de lo p¨²blico y lo p¨²blico en direcci¨®n del saber¡±.
De hecho, hace unos d¨ªas pon¨ªais en marcha el segundo Radio Show de este a?o en Azkuna Zentroa, con la lectura expandida del libro de Lippard. ?C¨®mo ha sido la experiencia?
Ha sido una bomba de relojer¨ªa. Como nos dec¨ªan varios amigos, con este radio show nos hemos tra¨ªdo la radio al terreno del arte. Esta vez no hemos tenido conversaciones, ha sido m¨¢s radical que en otras ocasiones. Un repertorio de piezas que deb¨ªan funcionar en dos planos, el esc¨¦nico y el de la radio. Este Radio Show analizaba a trav¨¦s del libro de Lucy Lippard tres cuestiones principalmente: la ficci¨®n, la critica cultural y el feminismo. Estos conceptos estuvieron presentes a trav¨¦s de las propuestas de escritoras como Kattalin Miner o Silvia Nanclares, las artistas Mabi Revuelta, o Elena Aitzkoa, Macarena Recuerda, la core¨®grafa Idurre Azkue, el fot¨®grafo David Hornback, el cr¨ªtico de danza Jaime Conde Salazar, el cr¨ªtico de arte Peio Aguirre, la urbanista Oihane Ruiz, la music¨®loga Agnes Pe, entre otros. Como hilo conductor, la compositora Mursego realiz¨® una pieza musical para cada capitulo que arranc¨® carcajadas, admiraci¨®n y l¨¢grimas por igual. De forma colectiva y durante dos horas y media, la m¨¢xima feminista muy manida ¡°lo personal es pol¨ªtico¡± esta vez cobr¨® un significado muy real y empoderador. La capacidad transformadora de lo pol¨ªtico estuvo presente de una forma muy po¨¦tica mediante los relatos e interpretaciones desde las entra?as de cada participante. Se cre¨® un clima honesto, especial. Hay quienes incluso insist¨ªan en decir que ha sido de lo mejor que hemos hecho, aunque quiz¨¢s eso sea mucho decir pero desde luego, el p¨²blico, las participantes y nosotras mismas acabamos conmovidas. Este libro con una magia muy especial adopt¨® el formato de radio show y ahora se puede acceder a ¨¦l como podcast de esa lectura colectiva.
Ese t¨ªtulo, Yo veo / T¨² significas, de Lucy Lippard, es toda una declaraci¨®n de intenciones. ?Qu¨¦ nuevos espacios abre este texto?
Hay muchas cr¨ªticas de arte, curadores y artistas del contexto espa?ol que escriben habitualmente en m¨²ltiples revistas, cat¨¢logos y blogs, y no tienen libro propio. En el taxi de vuelta de una de las innumerables fiestas que se dan en el marco de la feria ARCO, le pregunt¨¦ al comisario de arte Mart¨ª Manen si ¨¦l querr¨ªa escribir un libro y publicarlo con nosotras. As¨ª comienza la colecci¨®n Paper y con ella, una inmersi¨®n m¨¢s profunda en el mundo editorial. En el 2016, con una decena de t¨ªtulos en la colecci¨®n, pasamos a definirnos como productora de arte y editorial especializada. Nos aventuramos a cabalgar entre dos mundos en apariencia bien distintos, el mundo del arte y el mundo del libro. Ese mismo a?o, publicamos nuestra primera traducci¨®n que supone un trabajo muy exhaustivo, la novela experimental Yo veo / t¨² significas (2016) de la critica y activista feminista Lucy R. Lippard, que nos introduce la noci¨®n de cr¨ªtica cultural. Nos resulta inspirador para que Paper siga siendo especializada pero ampl¨ªe el foco. Es un libro con el que su autora sale del armario como feminista en los setenta y que con esta traducci¨®n cuarenta a?os despu¨¦s comprobamos que sigue de plena actualidad y demuestra que una novela experimental puede ser un formato maravilloso para hacer critica cultural. Adem¨¢s de la inspiraci¨®n que est¨¢ suponiendo en el mundo del arte y del libro, para nosotras ha sido gran influencia en una redefinici¨®n de la colecci¨®n. Paper navega entre la cr¨ªtica cultural y la cultura cr¨ªtica. La cr¨ªtica cultural que analiza fen¨®menos culturales de diferentes disciplinas y cultura cr¨ªtica como la cultura que se nutre de pensamiento cr¨ªtico sobre el contexto donde se ubica. Publicando bajo licencias Creative Commons, se combinan autor*s noveles y consagrad*s, locales e internacionales, se trabajan cuidadas traducciones y se experimenta con formatos, contenidos y g¨¦neros literarios, multiplicando las posibilidades de escribir, editar, publicar y leer cr¨ªtica cultural y cr¨ªtica de arte.
?Qu¨¦ capacidad tiene el arte de generar esfera p¨²blica?
El concepto de esfera p¨²blica desarrollado en Agorafobia por Rosalyn Deutsche, ampl¨ªa considerablemente el territorio de lo pol¨ªtico en las artes para incluir todas aquellas pr¨¢cticas que, de un modo u otro, activan el potencial constituyente de lo p¨²blico. Las pr¨¢cticas que trabajan con o sobre esfera p¨²blica, existen por tanto en ese espacio transinstitucional, espacio de frontera que se manifiesta en una multitud de escenarios de antagonismo y complicidad. De alguna forma se trata de crear debate sobre la realidad que nos rodea y se puede hacer con lenguajes m¨¢s po¨¦ticos o m¨¢s literales, dentro y fuera del marco institucional y con m¨²ltiples formatos. Para crear esfera p¨²blica lo que s¨ª me parece que es imprescindible, es dejarse afectar, en los t¨¦rminos como los describe Marina Garc¨¦s en su texto La honestidad con lo real: ¡°Dejarse afectar no tiene nada que ver con el inter¨¦s, puede ir incluso en contra del propio inter¨¦s. Ser afectado es aprender a escuchar acogiendo y transform¨¢ndose, rompiendo algo de uno mismo y recomponi¨¦ndose con alianzas nuevas¡±.
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