3.000 correcciones a Miguel Hern¨¢ndez
Una nueva edici¨®n de las ¡®Obras completas¡¯ del poeta, publicada tras m¨¢s de ocho a?os de trabajo del catedr¨¢tico Jesucristo Riquelme, revisa su producci¨®n e incluye 30 in¨¦ditos
Contaba Josefina Manresa, su viuda, que a?Miguel Hern¨¢ndez le gustaba imitar el canto de los ruise?ores y justo despu¨¦s soltar un chiste verde. ¡°Lo primero, a ella, le encantaba; lo segundo, no tanto¡±, recuerda Luc¨ªa Izquierdo, nuera del poeta y encargada de su legado. Acompa?¨® ayer al catedr¨¢tico?Jesucristo Riquelme en la presentaci¨®n de una nueva edici¨®n de las Obras completas del autor (1910-1942), que ha publicado Edaf y que supone una recopilaci¨®n definitiva, corregida a fondo y ampliada de lo que dej¨® en vida. El compendio recoge cerca de 3.000 modificaciones en sus escritos, 30 piezas in¨¦ditas de diferentes g¨¦neros y 50 textos, ¡°notoriamente alterados sobre lo conocido anteriormente¡±, asegura Riquelme.
M¨¢s de ocho a?os ha tardado este catedr¨¢tico de Lengua y Literatura de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche en realizar el trabajo junto al editor Carlos R. Talam¨¢s. Ha examinado el legado del poeta, rastreado varios archivos donde queda su huella, analizado manuscritos, correspondencia, testimonios...
Lo estudiado queda en este volumen de casi 2.000 p¨¢ginas, donde brilla la poes¨ªa intensamente lavada, junto a cr¨®nicas de guerra, art¨ªculos de prensa, piezas dram¨¢ticas, cuentos, im¨¢genes y rastros de una biograf¨ªa feliz, desolada, combativa, hambrienta. ¡°Se trata del escritor que con m¨¢s repercusi¨®n popular ha convertido la palabra po¨¦tica en ¨¦tica¡±, comenta el responsable de este exhaustivo trabajo literario.
Ambici¨®n y pasi¨®n
Aleixandre, hermano y mentor
"?Vas a dejar que me muera sin conocer a los nietos de mi hermano?", le dijo Vicente Aleixandre a Josefina Manresa cuando ya al final de la vida de ambos, el poeta le rog¨® que le dejara conocer a los descendientes del poeta. Fue una amistad que marc¨® la vida de ambos. ?l lo dio a conocer y se ocup¨® de difundir su obra tras su muerte. Pero no s¨®lo de eso, enviaba regularmente dinero a su viuda o se encarg¨® que recaudar entre otros escritores y conocidos cantidades para que les ayudaran a subsistir. Hubo un recuerdo este martes en la presentaci¨®n de las Obras completas para la generosidad y la labor del Nobel. "Josefina ya estaba muy enferma cuando le pidi¨® conocer a sus nietos, as¨ª que tuve que venir yo a Madrid con mis hijos para present¨¢rselos", recuerda Luc¨ªa Izquierdo. Tres meses despu¨¦s muri¨®. "Vicente fue fundamental para Miguel, sin ¨¦l, su difusi¨®n no hubiera sido la misma".
Desde la tradici¨®n gongorina a la vanguardia de Perito en lunas,el brillante viaje de Miguel Hern¨¢ndez al tu¨¦tano de la literatura se extendi¨® una d¨¦cada. Su vitalidad, su ambici¨®n, la pasi¨®n que puso, le llevaron a lo m¨¢s alto en los estertores de la Generaci¨®n del 27 y como cabeza visible de sus sucesores en el 36. Fue alentado y apadrinado principalmente por?Vicente Aleixandre y recibido con reservas por Lorca. Se remoz¨® en el barro de las trincheras, jale¨® a los milicianos, jam¨¢s renunci¨® a sus or¨ªgenes campesinos, horas de letargo entre reba?os como pastor, y muri¨® suspirando por los hijos, en su viacrucis de prisiones, con apenas un inventario en el que sus carceleros contaron estas pertenencias: un mono, dos camisetas, un jersey, una camisa, un calzoncillo, dos fundas de almohada, una correa, una toalla, una servilleta, dos pa?uelos, un par de calcetines, una manta, una cazuela y un bote.
Eso es todo lo que pose¨ªa en su celda de la c¨¢rcel de Alicante cuando muri¨® el 28 de marzo de 1942, hace 75 a?os. M¨¢s valiosas fueron sus cuartillas, enmara?adas entre los constantes tachones de su pluma y que Riquelme ha reconstruido cuidadosamente. Poemas que ofrecen el retrato de un hombre cabal y entregado a la vor¨¢gine de una vida apasionada y combativa. Su figura deslumbr¨® a Neruda. ¡°Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchach¨®n de Orihuela¡±, dijo el autor de Residencia en la tierra. ¡°La ¨¢spera belleza tremenda de su coraz¨®n arraigado¡± cautiv¨® a Juan Ram¨®n Jim¨¦nez.
Pero fue Aleixandre quien lo cuid¨®, gui¨® y se encarg¨® de hacerlo grande tras su muerte, ayudando a sobrevivir a su viuda en los a?os crudos de la posguerra. Josefina Manresa fue musa constante para el poeta, tanto en su remilgo casto como en su pena de madre doliente. Pero tampoco hay que olvidar la pasi¨®n que vivi¨®, tras una ruptura, con la pintora surrealista Maruja Mallo, referente del 27. ¡°Junto a ella descubri¨® a fondo un amor carnal, una experiencia casi orgi¨¢stica, que le marc¨® tremendamente¡±, relata Riquelme.
Frente al ¡°te me mueres de casta y de sencilla¡± para Josefina, presa de la beater¨ªa imperante en la Orihuela de los a?os veinte y treinta, queda la enjundia sexual de El rayo que no cesa, dedicado a Mallo. ¡°Una relaci¨®n carnal y gozosa que da lugar a esa pena por la p¨¦rdida de la sexualidad en lo que es una nueva interpretaci¨®n de dicha obra en esta nueva edici¨®n¡±, asegura el especialista.
Lo mismo que aportan las nuevas transcripciones de poemas. ¡°En muchos de ellos, el cambio de alguna palabra trastoca completamente su significado. Hemos verificado errores que implicaban revisiones de calado: tronco por trono o venoso por venenoso¡±, a?ade. Riquelme ha dispuesto de tiempo y acceso, pero faltan algunos aspectos, como el epistolario: ¡°A¨²n es pronto. Recibimos constantemente cartas in¨¦ditas de diferentes archivos. Mientras hemos realizado este trabajo, nos habr¨¢n llegado alrededor de 100 cartas nuevas. El epistolario est¨¢ en marcha, pero debe acometerse con cuidado¡±.
Queda por ahora este nuevo compendio que deja atr¨¢s las otras dos ediciones de obras completas antes publicadas por Losada en Argentina (1960) y Espasa Calpe (1992). Este nuevo volumen incluye adem¨¢s un variado archivo de im¨¢genes con fotograf¨ªas, documentos y originales. ¡°Son claves para seguir el libro, tan importantes como muchos de los textos¡±, remata Riquelme.
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