El ser sapil
As¨ª pronunciaba el gran actor Joaqu¨ªn Roa la forma estadounidense de definir el atractivo sexual de una persona, el 'sex appeal'
El ser sapil. As¨ª pronunciaba el gran actor Joaqu¨ªn Roa la forma estadounidense de definir el atractivo sexual de una persona, el?sex appeal, y lo hac¨ªa siendo ¨¦l representante de artistas: ¡°De las cosas que debe tener una artista la m¨¢s importante es el ser sapil que consiste en que una mujer tenga lo justo, ni m¨¢s ni menos, ni menos ni m¨¢s. Si tiene de menos dicen que es una tabla y si tiene de m¨¢s dicen que es una vaca. A ver usted, se?orita, p¨®ngase de pie. Muy bien, muy bien de todo, los ojos grandes, la boca golosa, el talle de avispa¡ ahora ens¨¦?eme las piernas, un representante tiene que conocer a fondo a sus artistas¡±. En este caso la interfecta era Paquita Rico en la comedia folcl¨®rica Curra Veleta, pero ella se negaba a ense?ar sus piernas: ¡°?Es que hay que conocer a las artistas por los cimientos?¡±, y dejaba al representante con tres palmos de narices. En el cine de la timorata Espa?a de 1955 eso era lo normal, ser mocita y muy decente, pero entre bastidores, en la vida real, se rumoreaba c¨®mo y qui¨¦nes eran los productores que, con el t¨®pico puro en boca, cambiaban oportunidades art¨ªsticas por favores sexuales, siendo esta una costumbre bien anclada en el gremio. En el del cine, el teatro, la revista¡
En cualquier caso era algo discreto como casi todo en aquella Espa?a, o al menos no era ¡°un secreto a voces¡± como dicen ahora que ha sido siempre la obsesi¨®n sexual del productor Harvey Weinstein y sus frecuentes acosos o incluso violaciones a actrices, escritoras, secretarias¡. a cualquier mujer que se cruzara en su camino. Y seg¨²n parece lo ha hecho durante toda su vida, no s¨®lo mientras produc¨ªa las m¨¢s de trescientas pel¨ªculas que le han convertido a lo largo de casi cuarenta a?os en uno de los hombres m¨¢s poderosos de Hollywood. Nadie lo denunciaba ni dec¨ªa nada al respecto, pero ahora, de sopet¨®n, le llueven las denuncias, le expulsan de su propia empresa, de la Academia de Cine de Hollywood, de los Bafta, le ven mal en los festivales de Cannes y Venecia, mientras que el presidente franc¨¦s Macron quiere que devuelva la Legi¨®n de Honor que su Gobierno le concedi¨® hace cinco a?os. Se ha levantado la veda y ahora toda denuncia contra ¨¦l resulta v¨¢lida. Woody Allen advierte "Ojo a una posible caza de brujas", porque casos como el de Weinstein ha habido siempre, tanto en el cine como en pr¨¢cticamente todo tipo de trabajos, y puede bastar el que alguien presente una denuncia para que el acosador resulte acosado y su fama acabe por los suelos. La boyante empresa de Weinstein, de la que ¨¦l ya ha sido expulsado, est¨¢ en venta con apabullantes ofertas econ¨®micas de un fondo de inversi¨®n liderado por un hombre de confianza del presidente Trump. Y debe de ser solo por intereses econ¨®micos, ya que la Academia de cine ha declarado no sin cierta ingenuidad que ¡°ha finalizado la ¨¦poca de acoso sexual en nuestra industria¡±. Nunca conoceremos del todo lo de Weinstein, ni tampoco la voracidad de los buitres que quieren repartirse sus despojos.
Babelia
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