Catal¨¢n en el espejo
Vicente Molina Foix ha cuajado 'El joven sin alma', una novela rom¨¢ntica que lo retrata como personaje inventado por el paisaje y los personajes
Vicente Molina Foix ha cuajado El joven sin alma, una novela rom¨¢ntica que lo retrata ante el espejo como personaje inventado por el paisaje y los personajes ¨Ctambi¨¦n ver¨ªdicos y tambi¨¦n inventados¡ª que aparecen en sus p¨¢rrafos. Quiz¨¢ con mayor claridad y nitidez que en otras de sus obras, Molina Foix ha registrado el biombo de una Espa?a en blanco y negro y en particular, Barcelona apr¨¦s la sepia y previa a los colores que ahora parecen esfumarse en la memoria de la masa: una cultura riqu¨ªsima, plural y pol¨ªglota, abierta al mundo y consciente de su lugar en ¨¦l donde un joven que se llama igual que el autor abre los telones de la sexualidad y el asombro art¨ªstico, al tiempo que lanza al vuelo las ventanas de su propia creatividad en una b¨²squeda de s¨ª mismo que medio siglo despu¨¦s llega hoy a manos de los lectores bajo el sello de Anagrama, casa del autor y de muchos de sus fantasmas en tinta.
Da gusto ver un jueves que deja de ser cualquiera a Molina Foix presentando un libro de la editorial de Jorge Herralde, y para mayor gusto, en la sucursal madrile?a de La Central, librer¨ªa de Barcelona que pone la guinda al trinomio: editores, autores y libreros¡ lectores y voces del silencio que han abrevado y abonado la vasta cultura catalana que tambi¨¦n escribe con e?e; no nos merecemos escuchar la aberraci¨®n demediada y demencial, xen¨®foba y enga?osamente agresiva que ilegal e irracionalmente pretende deslindarse por la fuerza o estrellar hasta el aniquilamiento la doble condici¨®n de una cultura que transpira en dos (e incluso, m¨¢s) lenguas y de toda la ¨¦poca de los grises, de todos los a?os verdaderamente sombr¨ªos y dif¨ªciles que cuadriculaban a la Espa?a y a la Catalu?a de los a?os cincuenta y sesenta, habla Molina Foix con el sosiego del novelista no exento de a?oranza y sana melancol¨ªa. Una memoria mezclada con imaginaci¨®n que no olvida las heridas heredadas de una guerra ya mejor innombrable y toda la efervescencia esperanzadora de un joven escritor que empieza a dar sus pasos ante las primeras p¨¢ginas de los libros, el primer aut¨®grafo de alg¨²n escritor consagrado y todos los laberintos del amor apasionado que rebasa toda frontera y el abandono de la ciega fe rancia de los templos a?ejos.
Aqu¨ª est¨¢n los amigos entendidos como protagonistas de una expresi¨®n entra?able de las bellas artes, las ra¨ªces de una generaci¨®n que rompi¨® moldes y empez¨® a luchar por los colores pronunciados en catal¨¢n o castellano, en espa?ol y en los variados acentos de tantas literaturas que florecieron en la Barcelona que no merece la dolorosa pantomima que la obnubila por estos d¨ªas. El joven sin alma es un testimonio imaginativo de una realidad en carne y hueso que honra la complicidad de los afectos y los frutos art¨ªsticos e incluso sociales de un esp¨ªritu libre y volante¡ memoria fermentada con invenci¨®n creativa como p¨®cima recomendable para abatir la atrevida ignorancia que se vuelve sorda en el mar de las caceroladas.
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