El primer grupo occidental en la f¨¦rrea Corea del Norte
Un documental relata el periplo, en 2015, de los eslovenos Laibach, los pioneros en dar un concierto en el totalitario pais asi¨¢tico
En la televisi¨®n estadounidense todo era mofa: el primer concierto de un grupo occidental en toda la historia de Corea del Norte...?y es a cargo de un grupo esloveno experimental? Los programas sat¨ªricos hicieron su agosto, y no era para menos: el titular parec¨ªa sacado de una parodia peliculera de Kim Jong-un.
Pero no se trataba de ninguna broma, y mucho menos viniendo de Laibach, un colectivo de musica industrial surgido en la Yugoslavia de Tito, que lleva agitando conciencias y almas biempensantes desde 1980 a partir del uso y manipulaci¨®n de im¨¢genes y simbolog¨ªa de inspiraci¨®n fascista y comunista. Como explica Liberation Day, la pel¨ªcula que inaugura el festival In-Edit Beefeater el 26 de octubre en Barcelona y recorre el periplo de la banda en Corea del Norte en 2015, la propuesta que parec¨ªa demencial iba completamente en serio.
?C¨®mo fue posible que el gobierno de Corea del Norte aceptara? ¡°Si te lo contara, tendr¨ªa que matarte¡±, bromea el director noruego del documental y art¨ªfice del proyecto Morten Traavik. ¡°En realidad fue por mi trabajo previo en el pa¨ªs, al que he ido much¨ªsimas veces para otros intercambios art¨ªsticos¡±, explica. Traavik ha realizado pol¨¦micos y exitosos trabajos en Corea del Norte y tambi¨¦n en Angola, d¨®nde produjo Miss Landmine Angola 2007, el primer concurso de belleza para las mujeres afectadas por las minas antipersona.
No es extra?o que Traavik propusiera a Laibach para esta empresa. El inter¨¦s de Laibach por la movilizaci¨®n de masas es evidente: su trabajo se ha basado en subvertir tanto las im¨¢genes como los himnos, y han versionado, entre otras, las canciones de Sonrisas y L¨¢grimas o Life is Life de Opus, con enorme ¨¦xito. En palabras del fil¨®sofo superestrella Slavoj Zizek en el documental: ¡°Como movimiento disidente, es el ¨²nico que no acepta las premisas b¨¢sicas del r¨¦gimen: la verdadera subversi¨®n del sistema no est¨¢ en criticar sus valores, sino en exponer ese reverso¡±.
Las vicisitudes de un pa¨ªs herm¨¦tico
Pero que nadie se lleve a enga?o, Liberation Day es de todo menos una pel¨ªcula ir¨®nica y posmoderna. Enfrentados a las dificultades evidentes de preparar un espect¨¢culo en Pyongyang, los integrantes de Laibach debieron dejar las relecturas simb¨®licas a un lado para dedicarse a evitar, cuando no aceptar resignadamente, a la burocracia norcoreana, que decid¨ªa colectivamente c¨®mo conectar un micr¨®fono o un altavoz, no permit¨ªa el uso de gafas de sol frente a monumentos p¨²blicos, e interfer¨ªa en los ¨¢ngulos de c¨¢mara o las im¨¢genes a proyectar durante el concierto.
Y, pese a todo, queda la m¨²sica. ¡°Eso es quiz¨¢s lo m¨¢s importante de la pel¨ªcula¡±, reconoce Traavik. ¡°Frente a la censura que se encuentra en Corea del Norte, lo que acaba quedando patente es el poder transformador de la m¨²sica. Y, reconozc¨¢moslo, dentro de todo lo que podr¨ªan haber censurado de su actuaci¨®n, el grupo sali¨® bastante indemne¡±.
As¨ª, en Liberation Day se puede comprobar c¨®mo Corea del Norte m¨¢s all¨¢ de la evidente seducci¨®n rom¨¢ntica que proporciona a algunos nost¨¢lgicos de Laibach que alaban la toma de decisiones colectivas y la ausencia de individualidades, el recelo funcionarial se mezcla con la tenaz y heroica voluntad de los mediadores por llevar adelante el que parec¨ªa un proyecto imposible. ¡°Las dos personas m¨¢s importantes del proyecto son los trabajadores con los que he colaborado anteriormente, y que se jugaron much¨ªsimo ante su propio gobierno para poder llevar a buen puerto el concierto¡±, explica Traavik. Y, ante todo, trasciende la conclusi¨®n de que cualquier intercambio cultural es, necesariamente, un toma y daca.
La censura inesperada
En medio de las crecientes tensiones en la frontera con Corea del Sur y la constante amenaza nuclear, curiosamente Liberation Day no supuso un problema con el gobierno de Kim Jong-un para sus realizadores una vez estrenada. ¡°No espero que sea un ¨¦xito de taquilla all¨ª, pero no he recibido cr¨ªticas expl¨ªcitas¡±, dice Traavik. ¡°Lo ¨²nico que me han dicho es que hubieran filmado las cosas de manera distinta¡±.
La pulla inesperada es hacia otro colectivo mucho m¨¢s cercano. La pel¨ªcula advierte en un momento concreto que se ha debido suprimir una entrevista realizada con una banda de metal alemana que pon¨ªa a Laibach como un claro referente musical y art¨ªstico, porque los integrantes hab¨ªan cambiado de opini¨®n y decidieron no participar en el documental. En el film no se les nombra, pero Traavik confirma que se trata de Rammstein. ¡°La excusa que pusieron es que no sent¨ªan que Liberation Day tratase sobre Laibach, sino sobre m¨ª. Pese a que sus intervenciones estaban contextualizadas y podr¨ªan haberse incluido igualmente, sus abogados amenazaron con un juicio que paralizar¨ªa el estreno de la pel¨ªcula¡±, explica Traavik.
Al final, la censura en el metraje para los eslovenos lleg¨®, pero no del L¨ªder Supremo, sino de un grupo de metal industrial berlin¨¦s. La prensa estadounidense ya tiene para unas cuantas bromas m¨¢s.
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