¡°El Estado debe intervenir en el mercado cultural para que haya libertad¡±
La ministra francesa de Cultura visita M¨¦xico en su primer viaje internacional fuera de Europa
La ministra francesa de Cultura est¨¢ en Guanajuato encabezando la delegaci¨®n de su pa¨ªs, invitado del festival Cervantino de artes esc¨¦nicas que se celebra cada a?o en la ciudad mexicana. Fran?oise Nyssen (Bruselas, 1951) es un peso pesado en la escena cultural francesa y una de las forasteras pol¨ªticas que Emmanuel Macron ha reclutado para su gabinete. Antes de la inesperada llamada del presidente ¨Chace apenas cinco meses¨C, llevaba tres d¨¦cadas pilotando una de las editoriales m¨¢s exquisitas y prestigiosas, participaba en una poderosa productora de cine y hab¨ªa fundado una escuela de educaci¨®n alternativa en una granja.
Pregunta. Desde el emperador Maximiliano a Porfirio D¨ªaz hay una sinton¨ªa hist¨®rica entre ambos pa¨ªses. ?Qu¨¦ queda hoy en d¨ªa de Francia en M¨¦xico?
Respuesta. Precisamente, la invitaci¨®n del festival Cervantino quiere decir algo con respecto a las huellas que ha dejado Francia. El franc¨¦s es la segunda lengua extranjera que se habla en M¨¦xico, despu¨¦s del ingl¨¦s. Existe un apego que se visibiliza tambi¨¦n en la literatura. Hay mucho intercambio, nos gusta mucho y traducimos a muchos autores mexicanos.
P. ?Y qu¨¦ hay de M¨¦xico en Francia? ?Qu¨¦ noci¨®n hay de lo mexicano en el imaginario franc¨¦s?
R. En lo primero que pienso es en la literatura. Quiz¨¢s sea porque fui editora muchos a?os e incluso publiqu¨¦ a varios autores mexicanos, como Elena Poniatowska, Villalobos, Guadalupe Nettel.
P. Andr¨¦ Breton dijo que M¨¦xico era el pa¨ªs m¨¢s surrealista del mundo ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Yo edit¨¦ ese libro maravilloso de Elena Poniatowska sobre Leonora Carrington, que se vino a vivir a M¨¦xico. Eso debe decir algo.
P. El franc¨¦s y el espa?ol son lenguas con millones de hablantes. ?C¨®mo se difunde y protege el acervo cultural de un idioma?
R. Se le protege habl¨¢ndolo, aprendi¨¦ndolo a trav¨¦s de la educaci¨®n, en las instituciones. No hay que bajar la guardia con la lengua de cada uno.
P. Macron y Pe?a Nieto anunciaron en julio que la inversi¨®n francesa hab¨ªa aumentado en un 50% en cuatro a?os. Y una de conclusiones de la reuni¨®n fue el fortalecimiento de la cooperaci¨®n en la cultura. ?C¨®mo se materializa todo eso?
Hace a?os nadie pod¨ªa imaginar que Google dejar¨ªa de indexar webs de descargas ilegales
R. M¨¦xico es mi primer viaje internacional fuera de Europa. En mi reuni¨®n con la secretaria de Cultura hemos tratado cuatro puntos de cooperaci¨®n: el cine, el libro, la educaci¨®n y que las empresas francesas participen en la reconstrucci¨®n tras el sismo.
P. ?C¨®mo condiciona la pol¨ªtica de su ministerio un presidente con un perfil cultural alto como Macron?
R. Como ¨¦l mismo suele decir, el presidente inspira pero es el Gobierno es el que act¨²a. Emmanuel Macron fue elegido a partir de un programa que defin¨ªa unas grandes l¨ªneas, donde lo cultural se conceb¨ªa como un estado mental, un estado de ¨¢nimo. La cultura est¨¢ por todos lados y nuestras pol¨ªticas son muy transversales.
P. ?Como se compagina el talante liberal de Macron con la tradici¨®n francesa intervencionista en lo cultural? Por ejemplo, el precio ¨²nico del libro, las cuotas en salas para el cine franc¨¦s o la medida presentada recientemente de exigir una tasa Netfilix y Youtube para financiar producciones francesas.
R. Esas son algunas acciones muy concretas que llevamos a cabo desde el plano nacional y europeo. A nivel de Europa hay verdaderos desaf¨ªos, porque algunos pa¨ªses no tienen esa visi¨®n protectora del valor cultural y est¨¢n anclados en una postura puramente liberal, de dejar que act¨²e la ley del mercado.
P. En M¨¦xico hay pel¨ªculas que arrasan en los festivales pero que no se exhibe en salas comerciales. Tiene una de las tasas m¨¢s bajas de librer¨ªas por habitante y el Estado es el primer comprador de libros. ?Qu¨¦ consejos le puede dar Francia para difundir y proteger la cultura mexicana?
R. La regulaci¨®n del precio ¨²nico, por ejemplo, salv¨® al ecosistema del libro. Las cifras hablan por si solas. Hay 3000 librer¨ªas en Francia y una actividad editorial extremadamente activa. Hay que convencer a los pol¨ªticos de que el Estado debe intervenir en el mercado cultural para que haya libertad.
P. ?C¨®mo se hace eso cuando al otro lado hay lobbies muy poderosos?
R. Hay que trabajar y dialogar. Hace a?os nadie pod¨ªa imaginar que Google dejar¨ªa de indexar webs de descargas ilegales. En 1981 cuando se public¨® la ley del precio ¨²nico del libro hab¨ªa editores que estaban en contra. Hoy no hay ninguno. En las ¨²ltimas ferias del libro de Frankfurt llevo organizando reuniones con ministros de cultura europeos para enriquecer el dialogo, trabajar siempre con la idea de ir m¨¢s lejos en la regulaci¨®n y la protecci¨®n del valor de la creaci¨®n.
Babelia
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