Almod¨®var, de la A a la Z
Un diccionario analiza la obra del cineasta espa?ol a trav¨¦s de un centenar de entradas que repasan sus pel¨ªculas, sus influencias y sus pasiones
"Creo que la gente me da mucha m¨¢s importancia de la que tengo", se lee en la primera frase de Universo Almod¨®var. Est¨¦tica de la pasi¨®n en un cineasta posmoderno (Alianza Editorial). Es una declaraci¨®n de Pedro Almod¨®var a la revista Cahiers du Cin¨¦ma, en la que aseguraba que ni siquiera se sent¨ªa representante de la movida o estandarte de distintas opciones sexuales. Y de ah¨ª viene el subt¨ªtulo que ha elegido Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Noriega, profesor de Historia del Cine y del Audiovisual en la Universidad Complutense y autor de una variada bibliograf¨ªa sobre directores y movimientos. "Es posmoderno porque supera la movida para crear una obra mestiza, donde combina multitud de elementos", cuenta el profesor. "Y por eso decid¨ª entresacar las variables a tener en cuenta, como cuerpo, deseo, sexo... En definitiva, lo que conforma su identidad cruzando transversalmente sus fotogramas. Y luego eleg¨ª las palabras que mejor defin¨ªan su cine y esas son las que met¨ª". A estas, a?adi¨® sus 20 pel¨ªculas, "y otras m¨¢s coyunturales", como Paul Morrissey. As¨ª naci¨® el diccionario, "pensando en su contexto hist¨®rico e internacional".
El libro lleva rondando a S¨¢nchez desde 2007. "Doy un curso a estadounidenses y ten¨ªa apuntes sobre un director, del que soy seguidor, pero no apasionado. Hay pel¨ªculas que no me gustan y otras que s¨ª. Sin embargo, es innegable que tras Bu?uel no hay cineasta espa?ol m¨¢s conocido en todo el mundo. As¨ª que el a?o pasado decid¨ª sentarme y reflexionar sobre lo que quedar¨¢ de Almod¨®var dentro de 30 a?os. M¨¢s all¨¢ de filias y fobias, ?qu¨¦ huella dejar¨¢ en el cine?". Por eso, el diccionario, profusamente ilustrado, no est¨¢ escrito solo para la comunidad acad¨¦mica sino para cualquier aficionado. S¨¢nchez reconoce que ha disfrutado mucho en su elaboraci¨®n. "Porque cruzas datos e ideas, descubres sus conceptos transversales y eso es riqu¨ªsimo como estudioso y como cin¨¦filo". Y pone como ejemplo el uso de las fotograf¨ªas en las pel¨ªculas del cineasta. "Me sorprendi¨® descubrir su importancia. O que, en realidad, de sus 20 pel¨ªculas solo tres son comedias. Lo que ocurre es que incluye chistes en mitad de sus melodramas".
A lo largo de ese centenar de entradas incluidas en sus 496 p¨¢ginas, entre Los abrazos ratos (la inicial) y John Waters (la final), hay espacio para desarrollar comida, s¨ªmbolos, tauromaquia, Salom¨¦, lesbianismo, melodrama, fotograf¨ªa, incesto, est¨¦tica, carteles... "El cine de Almod¨®var mejora mucho cuando lo piensas", reflexiona S¨¢nchez. "Es un problema de verosimilitud. Una vez que saltas la valla, el universo de ficci¨®n te lo crees y disfrutas de c¨®mo rueda, de las referencias, de los di¨¢logos. Encuentras sus valores, y ah¨ª est¨¢ la riqueza de Almod¨®var". En la misma introducci¨®n, el autor defiende que su diccionario proporciona itinerarios y claves para que posteriormente el lector disfrute del visionado. "Espero que queden flecos, grietas que el mismo espectador complete viendo sus pel¨ªculas". Para S¨¢nchez, Almod¨®var posee como creador un arma poderos¨ªsima: "Tiene una gran personalidad, y al final ¨¦l cuenta la historia que quiere. Piensa en La ley del deseo, que se estrena en una Espa?a a¨²n repleta de tab¨²es, con una ley del divorcio aprobada apenas un lustro antes, y que cuenta un drama homosexual de forma absolutamente natural, sin apolog¨ªas ni proclamas. Lleva al p¨²blico a su terreno". Antes de escribir, S¨¢nchez decidi¨® no hablar con el cineasta: "Es un libro acad¨¦mico desapasionado, y yo no quer¨ªa ning¨²n tipo de injerencia. A posteriori s¨¦ que lo ha hojeado y que le ha gustado, pero seg¨²n su secretaria no lee lo que se escribe sobre ¨¦l. Poco m¨¢s".
La posmodernidad es un signo de los tiempos. "Explicar a Almod¨®var desde la movida madrile?a es reduccionista, eclipsa sus muy distintas perspectivas. Como ¨¦l, no se puede entender a Greenaway, Lynch, Carax, Kaurism?ki o Jarmusch sin recalcar su car¨¢cter descre¨ªdo e ir¨®nico, y su b¨²squeda de una artificiosidad que nace de sus estilos, que conforman sus mundos", cuenta S¨¢nchez. Otra motivaci¨®n para editar ahora el libro: "A Almod¨®var a¨²n le quedan pel¨ªculas, seguro, pero intuyo que el grueso de su filmograf¨ªa ya est¨¢ ah¨ª, ya ha cumplido una etapa". El libro al final sirve tambi¨¦n para resumir una ¨¦poca, cap¨ªtulo de oro del cine espa?ol.
Babelia
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