Las f¨¢bulas morales de Neil LaBute

Un moralista. Neil LaBute tiene fama de autor inc¨®modo y aguafiestas, dado a meter el dedo en ojo ajeno, pero en cada obra suya se adivina una intenci¨®n moralizante. Se le entrev¨¦ preocupado por separar el bien del mal, la verdad de la impostura, lo franco de lo endiablado. Como Pinter y Mamet, a qienes admira, aprovecha su popularidad para colar temas inc¨®modos en el apacible orden del d¨ªa del p¨²blico de clase media.

En Lo posible, LaBute le da la vuelta a un ajuste de cuentas entre rivales afectivos para deslizar al cabo la idea de que las personas con una orientaci¨®n sexual firme pueden variarla sobre la marcha si la ocasi¨®n lo merece. En Buena suerte (en persa), mediometraje que completa este programa doble, dos actrices aspirantes a un papel sirven al autor para alertar humor¨ªsticamente sobre la doblez disfrazada de solidaria bonhom¨ªa. Aunque su escritura es abiertamente contempor¨¢nea, en ambas obritas se palpa, puesta al d¨ªa, una intenci¨®n aleccionadora equivalente a la que anima los exempla (f¨¢bulas doctrinales) del medievo.

Un ejemplo positivo y uno negativo, pues, en los que brilla la vis c¨®mica de dos actrices de raigambre. En Buena suerte, dirigidas con guante de seda por Jos¨¦ Manuel Carrasco, Noem¨ª Climent y Rut Santamar¨ªa bordan a ganchillo el tapiz de intensa superficialidad que caracteriza las relaciones coyunturales entre ¡°profesionales de la profesi¨®n¡±, como llama Alain Tanner ir¨®nicamente a la gente del gremio cuando se pone estupenda.

Tiene esta pieza momentos ¨®ptimos, porque autor, director e int¨¦rpretes conocen al detalle el terreno que pisan. Que las actrices digan a micro las acotaciones, es idea que ahorra escenograf¨ªa y marca distancia con los di¨¢logos dram¨¢ticos. Lo posible es una pieza no tan abiertamente c¨®mica, con pellizco sentimental. Trufada de t¨®picos, la caricatura que ambas actrices hacen de s¨ª mismas a modo de pr¨®logo desmerece de lo que viene despu¨¦s.