En la estela de ¡®La Fiesta del Chivo¡¯

Julio S¨¢nchez Cristo no es un novelista; es uno de los mejores entrevistadores del mundo. Fue el creador de W Radio, que ahora emite desde Espa?a, Estados Unidos y Panam¨¢ para Am¨¦rica Latina y Espa?a. Este colombiano lleva 43 a?os preguntando e influyendo en el destino colombiano y ahora de toda Am¨¦rica. Trabaja para Caracol, del Grupo PRISA. Y acaba de publicar El cazador de la mafia (Planeta). Anoche lo present¨® en la Casa del Libro de Madrid, en el lugar que fue despacho de Jos¨¦ Ortega y Gasset cuando el fil¨®sofo dirig¨ªa Revista de Occidente.

No es un novelista; es un periodista. Su larga entrevista al general ?scar Naranjo, calificado por sus colegas internacionales como ¡°el mejor polic¨ªa del mundo¡±, le dej¨® entrar en sus secretos, los que le llevaron a desmantelar conspiraciones internacionales de narcotr¨¢fico orquestadas desde Colombia por personajes como Pablo Escobar. Una de las operaciones en las que particip¨® Naranjo termin¨® con la muerte del capo del cartel de Medell¨ªn en 1993.

Su t¨¦cnica, la de Julio S¨¢nchez Cristo, se halla en la estela de una gran novela tambi¨¦n latinoamericana, La Fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa: se sabe c¨®mo acaba la historia, pero la entrevista se lee como si no se conociera el desenlace de las operaciones que dirigi¨® Naranjo antes de convertirse en l¨ªder internacional contra el mal.

El propio S¨¢nchez Cristo cuenta c¨®mo lo hizo. Por ejemplo: ¡°La mafia dice que le regal¨® una casa a su padre. ?Es cierto? ?Qui¨¦n hizo el disparo que mat¨® a Pablo Escobar? ?Era confiable el ministro de Defensa, Fernando Botero? ?Qui¨¦n del Gobierno le cont¨® a Miguel Rodr¨ªguez que la polic¨ªa sab¨ªa de la primera comuni¨®n de su hija en Cali? ?A usted lo sometieron a la prueba del pol¨ªgrafo?¡±. De esta manera, a lo largo de 292 p¨¢ginas, S¨¢nchez Cristo somete a su propia prueba, la de las preguntas directas y breves, al hombre que m¨¢s secretos obtuvo interrogando a los l¨ªderes del narcotr¨¢fico.

La presentaci¨®n fue un di¨¢logo con Nacho Carretero, periodista de EL PA?S y autor ¨¦l mismo de una indagaci¨®n sobre el narcotr¨¢fico en Galicia: Fari?a.

Tambi¨¦n intervino el p¨²blico. Le preguntaron a S¨¢nchez Cristo si hab¨ªa acabado la guerra del general Naranjo. Esa guerra, respondi¨®, no acabar¨¢ nunca; todos los d¨ªas, ayer mismo, los medios se hacen eco de los continuos alijos de droga que llegan de Colombia a distintas partes del mundo. Mientras EE UU no rechace el consumo y los muertos los ponga Colombia y ellos sean los receptores l¨²dicos de la coca¨ªna, el narcotr¨¢fico seguir¨¢ operando. En la l¨ªnea de lo que el novelista mexicano Carlos Fuentes dijo alguna vez, la nariz es norteamericana y la materia prima viene de Colombia o de M¨¦xico.

?scar Naranjo es hoy vicepresidente de Colombia. S¨¢nchez Cristo dijo anoche que no es aventurado pensar que un d¨ªa pueda ser presidente del pa¨ªs. El prologuista del libro, otro gran periodista colombiano, Enrique Santos Calder¨®n, dice en ese pr¨®logo: ¡°Servidores p¨²blicos como ?scar Naranjo son los que necesita este pa¨ªs¡±. Lo que demuestra el entrevistador es que ¡°el mejor polic¨ªa del mundo¡± es capaz de revelar los secretos de su trabajo si hay delante un periodista que le pregunte sencillamente como si buscara material para una novela. Aunque se conozcan los desenlaces, El cazador de la mafia se lee sin resuello.