?Qu¨¦ hacer cuando no hay trabajo?
'A fabrica de nada', del portugu¨¦s Pedro Pinho y la alemana 'Western', de Valeska Grisebach, giran alrededor de los lazos laborales y sociales
?Aceptar la indemnizaci¨®n por despido en mitad de una gran crisis econ¨®mica o mantenerse junto a los compa?eros y resistir el vaciamiento de la f¨¢brica? Se enfrentan a ese dilema los protagonistas de A fabrica de nada, del portugu¨¦s Pedro Pinho, igual que lo han hecho en la vida real miles de trabajadores en todo el mundo en las ¨²ltimas d¨¦cadas. La cinta, que compite por el m¨¢ximo galard¨®n del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, no s¨®lo se inspira en la grave crisis econ¨®mica de Portugal de los ¨²ltimos a?os sino que fusiona realidad y ficci¨®n en la piel de sus actores, en su mayor¨ªa no profesionales.?
Presente en la ciudad argentina de Mar del Plata, Jo?o Santos Lopes cuenta que recibi¨® un telegrama de despido el mismo d¨ªa de 2014 en que rodaron la escena de los trabajadores impidiendo que se lleven las m¨¢quinas. Dice tambi¨¦n que Sandra Calhau no tuvo que inventar: "Estaba realmente en esa situaci¨®n, ten¨ªa dificultades para alimentar a sus hijos". Por ese motivo, Santos Lopes explica que de a poco perdieron el miedo a actuar sin guion, s¨®lo a partir de una idea general de cada escena, porque "las palabras ven¨ªan solas".
La ¨®pera prima de Pinho, de m¨¢s de tres horas de duraci¨®n, supone un angustiante retrato del colapso de las ciudades fabriles en la Europa del siglo XXI y el desamparo de obreros y sus familias frente a la p¨¦rdida de su puesto de trabajo tras 20, 30 e incluso m¨¢s a?os. ?Qu¨¦ hacer en un mundo donde cada vez hay menos trabajo? ?C¨®mo salir adelante y no acabar expulsados por el sistema? ?C¨®mo reconvertir esos espacios y esos cuerpos? M¨¢s preguntas que respuestas. En esa b¨²squeda, uno de los espejos en los que se reflejan los obreros de A fabrica de nada es la autogesti¨®n de las f¨¢bricas recuperadas argentinas.?
La dureza de las situaciones representadas pierde fuerza con el discurso ideologizado del personaje interpretado por Daniele Incalcaterra. Sus discusiones en pantalla con otros intelectuales ralentizan el relato y llegan a exasperar. "S¨®lo hay dos lados. No son izquierda o derecha, sino quienes aceptan este mundo como es y quienes est¨¢n dispuestos a renunciar a comodidades, a tel¨¦fonos m¨®viles, a autom¨®viles, a tupperwares... Y tengo una mala noticia, nadie est¨¢ dispuesto a eso. Cuanto m¨¢s pobre eres, m¨¢s r¨¢pido quieres pasar al otro lado", le espeta el protagonista, Jos¨¦ Smith Vargas, a Incalcaterra tras una asamblea de cinco horas que termina sin consenso.
La ley del m¨¢s fuerte
Western, de la directora alemana Valeska Grisebach, hace hincapi¨¦ en otra de las consecuencias del mundo laboral en transformaci¨®n: la emigraci¨®n por trabajo. Una compa?¨ªa alemana desplaza hasta las cercan¨ªas de un pueblo de Bulgaria a un grupo de obreros. Hombres solos en territorio extranjero, desconocedores del idioma, de las costumbres, de la forma de negociar local. Cuando el trabajo queda paralizado por la falta de material, la cuadrilla alemana puede quedarse aislada o intentar comunicarse con los pobladores b¨²lgaros.
Grisebach, que ya se sumergi¨® en otro ecosistema masculino en Nostalgia, presenta ahora una cinta oscura alrededor de los v¨ªnculos en un paraje desolado. Entre compa?eros que deben convivir las 24 horas del d¨ªa en mitad de la nada; entre ellos y los habitantes del peque?o pueblo al que llegan.
En ese espacio hostil impera la ley del m¨¢s fuerte. El protagonista, Meinhard (interpretado por Meinhard Neumann), es un obrero que parece un cowboy. Es solitario, sabe montar a caballo, bebe, juega al p¨®ker y termina empu?ando un fusil.
Western es tambi¨¦n una pel¨ªcula pol¨ªtica. La llegada de los alemanes a uno de los extremos de Bulgaria trae a la memoria la dominaci¨®n alemana sobre los pa¨ªses del este de Europa y transforma la historia en un retrato social. Para los espectadores no germanoparlantes, lamentablemente, se pierden muchos matices en el juego de incomunicaci¨®n entre ambos mundos, pero permanece la narraci¨®n hipn¨®tica y tensa, en la que todo se sugiere. Tras su paso por la secci¨®n Una cierta mirada de Cannes, la tercera pel¨ªcula de Grisenbach es una de las candidatas al Astor de Oro en el festival de Mar del Plata.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.