Sostiene el c¨®mic de Pereira
Pierre-Henry Gomont lleva a la novela gr¨¢fica el c¨¦lebre libro de Antonio Tabucchi
Era un hombre anodino. Sin ideales ni apenas amigos, obeso, cardi¨®pata, tan rutinario como su desayuno: tortilla y limonada en el Caf¨¦ Orqu¨ªdea, un d¨ªa tras otro. Periodista cultural de un diario cat¨®lico irrelevante de Lisboa, se pasaba las jornadas solo e inadvertido. Y, sin embargo, el tipo ten¨ªa fama, gloria y millones de seguidores. Tanto que a Pierre-Henry Gomont le daba miedo incluso acercarse a ¨¦l. ¡°Me intimidaba¡±, reconoce el dibujante y escritor. Durante tres meses, la inseguridad le gan¨® el pulso. Se limitaba a tomar notas, leer y releer. Y entonces se le agot¨® el tiempo. ¡°Ten¨ªa que empezar. Las fechas tope son una gran manera de olvidarse del miedo creativo¡±, agrega Gomont. La obligaci¨®n le quit¨® el peso de encima, y en siete semanas ten¨ªa bocetos y rumbo. Unos meses m¨¢s y la misi¨®n que le hab¨ªan encargado estaba cumplida. Hab¨ªa logrado llevar al c¨®mic (Astiberri) un personaje y una de las novelas m¨¢s celebres de la literatura contempor¨¢nea: Sostiene Pereira, del italiano Antonio Tabucchi.
¡°Lo mejor de Sostiene Pereira es la pureza cl¨¢sica de su escritura¡±, defiende el autor franc¨¦s (Boulogne-Billancourt, 1978). Aunque se podr¨ªa escoger entre muchas virtudes de la obra maestra que Tabucchi public¨® en 1994. Ambientada en la Lisboa de 1938, bajo la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar, la novela cuenta la existencia en la sombra de Pereira, volcado en sus rese?as literarias y la nostalgia de su fallecida mujer. Acostumbrado a no tomar partido nunca, en una era de ebullici¨®n pol¨ªtica, el periodista acaba sacudido por una de sus pocas decisiones: fichar para su diario a un joven que prepare obituarios de personajes c¨¦lebres a¨²n vivos. A partir de ah¨ª, poco a poco, la supervivencia insulsa de Pereira se ve invadida por conceptos tan ajenos a ¨¦l como los dilemas, el fascismo, la revoluci¨®n o la libertad. Y Tabucchi lo relata como si el propio personaje se lo estuviera contando. De ah¨ª la f¨®rmula de su t¨ªtulo, repetida varias veces en el libro: Sostiene Pereira.
Para dibujarlo, en cambio, Gomont escuch¨® su instinto. Tras leer cinco o seis veces el libro, lo cerr¨®. ¡°Cont¨¦ la historia desde la memoria. Solo cuando termin¨¦ volv¨ª a abrir la novela, para a?adir un par de frases que sab¨ªa que quer¨ªa incluir¡±, defiende. Se dej¨® guiar por las ideas gr¨¢ficas que el libro le hab¨ªa sugerido, por sus recuerdos y por un viaje a la capital portuguesa. El resultado es una mezcla de tonos v¨ªvidos y melanc¨®licos, donde conviven la Lisboa de la belleza nost¨¢lgica y la del r¨¦gimen y la represi¨®n; hay di¨¢logos intensos y p¨¢ginas sin ninguna palabra, mir¨ªadas de vi?etas y otras que ocupan un folio entero.
Fiel a la novela, Gomont recrea los momentos en los que Pereira habla con la foto de su exmujer o sus citas con Silva o el doctor Cardoso. Aunque el dibujante tambi¨¦n se concedi¨® licencias: la teor¨ªa de la confederaci¨®n de las almas (un yo hegem¨®nico se impone sobre los dem¨¢s, que pueden destronarle y asumir a su vez el poder) que marca al periodista en el libro es retratada aqu¨ª con una serie de peque?os pereiras que brotan en torno al personaje para representar sus debates interiores.
Muchos 'pereiras'
Pierre-Henry Gomont trat¨® de ignorarlo, para mantener la pureza de su mirada, pero Sostiene Pereira ya hab¨ªa sido adaptado al menos en tres formatos. El franc¨¦s decidi¨® no ver la pel¨ªcula de Roberto Faenza, protagonizada por Marcello Mastroianni, que sali¨® poco despu¨¦s de la publicaci¨®n del libro. Descubri¨® la otra versi¨®n en c¨®mic, realizada en 2015 por Marino Magliani e Marco D'Aponte, solo cuando hab¨ªa terminado su propia novela gr¨¢fica. Y nada sab¨ªa de sus representaciones teatrales.
¡°Espero poder ofrecer al menos un aroma del talento de Tabucchi a trav¨¦s de mis vi?etas¡±, explica el creador. Para ello, se pas¨® dos semanas recorriendo Lisboa en solitario, dibujando todo el d¨ªa y experimentando con l¨¢piz, acuarelas o tinta. La propia ciudad le ayud¨®: ¡°Una vez all¨ª, mucho de lo que Tabucchi escrib¨ªa de Lisboa tom¨® vida¡±. Prefiri¨® no ver nada de las otras adaptaciones de la obra, ni tampoco accedi¨® al archivo personal del autor, fallecido en 2012. S¨ª se reuni¨® con la viuda de Tabucchi, Maria Jos¨¦ de Lancastre, pero solo despu¨¦s de publicar el c¨®mic. Como si siguiera el consejo del doctor Cardoso a Pereira: ¡°Deje de frecuentar el pasado, intente frecuentar el futuro¡±.
"Nosotros somos gente del sur, Pereira, obedecemos al que grita m¨¢s, al que manda", era otra de las frases c¨¦lebres de la novela, considerada tambi¨¦n una celebraci¨®n de la libertad. "Una obra existencial decididamente optimista", la defin¨ªa Tabucchi. Pero Gomont cree que el principal foco es otro: "El cambio interior de Pereira". Sacado de su torpor, el personaje llega a verlo todo claro. Tal vez por eso el artista le quit¨® las gafas que al principio le quiso dibujar. Al fin, Pereira ya no las necesitaba.?
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