Los dolores morales de Sergio Ram¨ªrez

Para sumergirse en las aguas negras del poder en su pa¨ªs, el escritor nicarag¨¹ense Sergio Ram¨ªrez ha recuperado a uno de sus viejos personajes: Dolores Morales, un veterano polic¨ªa que hace nueve a?os, en El cielo llora por m¨ª, persegu¨ªa por Managua a narcos colombianos y ahora, reconvertido en detective en Ya nadie llora por m¨ª, busca a la hija desaparecida de un turbio millonario que lo hace dudar ¡°entre su ¨¦tica personal y los 5.000 d¨®lares que le promete su cliente¡±, explic¨® este s¨¢bado el autor durante la abarrotada presentaci¨®n del libro en la Feria de Guadalajara (FIL), su primer acto p¨²blico apenas una semana despu¨¦s de ser galardonado con el premio Cervantes 2017.

Ram¨ªrez, el primer escritor centroamericano en ganar el mayor reconocimiento de las letras en espa?ol, ha regresado al g¨¦nero policiaco como excusa. ¡°Esta es una novela sobre el poder¡±, precis¨®, ¡°porque a diferencia de lo sucede en la novela negra anglosajona, donde la polic¨ªa, la justicia, el Estado funcionan bien, los detectives del g¨¦nero latinoamericano son personajes m¨¢s degradados, m¨¢s contaminados, est¨¢n desbordados por la presi¨®n de las sombras del poder¡±.

¡°Un panorama de podredumbre, corrupci¨®n y abuso de poder¡±. As¨ª defini¨® la presentadora del acto, la escritora mexicana Guadalupe Nettel, la Nicaragua que retrata la novela, ¡°contada a trav¨¦s de la experiencia ¨²nica de Sergio, que fue guerrillero y vicepresidente¡±. La Nicaragua de Daniel Ortega, tambi¨¦n guerrillero sandinista, pero devenido en caudillo dictatorial.

Lo m¨¢s triste de Nicaragua es que hubo una revoluci¨®n y es como si la huella de ese cambio profundo nunca hubiera ocurrido

¡°Los problemas de corrupci¨®n, impunidad y abusos son comunes en muchos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica, pero lo m¨¢s triste de Nicaragua es que hubo una revoluci¨®n y es como si la huella de ese cambio profundo nunca hubiera ocurrido¡±, apunt¨® el autor, uno de los cr¨ªticos m¨¢s fieros del r¨¦gimen pol¨ªtico de su pa¨ªs, que ya en 1999 adelant¨® como un presagio en Adi¨®s muchachos, una cr¨®nica sentimental del ocaso de la utop¨ªa.

La capacidad para recoger las voces y las formas de los pueblos centroamericanos, una de las justificaciones del jurado del Cervantes para premiar a Ram¨ªrez, vuelven a estar presentes en su ¨²ltima novela. ¡°Este es un libro coral y platicado, una obra de di¨¢logos que hacen avanzar la acci¨®n¡±. Sobre los nombres aleg¨®ricos y pop de los personajes ¡ªDolores Morales, Vadem¨¦cum, Lord Dixon, Chuck Norris¡ª el autor apunt¨® a sus ra¨ªces en Masatepe, uno de esos pueblos peque?os, y a su familia: ¡°ten¨ªa unos t¨ªos m¨²sicos, que estaban siempre en la calle y jugaban a ponerle apodos a todo el mundo¡±.

Ovacionado pr¨¢cticamente cada vez que finalizaba una de sus intervenciones, el flamante premio Cervantes, adelant¨® algunas pistas sobre el futuro. ¡°La gente me pregunta que cu¨¢l va ser mi pr¨®ximo libro. La verdad es que de momento estoy presentando ¨¦ste y en el proceso de pensar lo nuevo. Estaba en eso cu¨¢ndo me cayo el rayo del premio. Prometo que en cuanto vuelva a Nicaragua me pongo con la tarea¡±.