De cuando a Dorian le cerraban con la puerta en las narices
La banda barcelonesa publica su primer cancionero ilustrado donde su letrista y cantante, Marc Gili, analiza la trayectoria del grupo y confiesa todos sus abismos existenciales
Despu¨¦s de 15 a?os en la carretera y con varios himnos en su cancionero capaces de poner boca abajo cualquier festival pop, los l¨ªderes de Dorian todav¨ªa recuerdan a la perfecci¨®n el n¨²mero exacto de veces que les dieron con la puerta en las narices en sus inicios. ¡°20 rechazos son 20 rechazos, eh, uno detr¨¢s de otro. Eso es metralla, hay que asumirlos¡±, advierte Marc Gili, compositor, letrista y voz del grupo. ¡°No fuimos bien recibidos, no encaj¨¢bamos en la escena musical del momento. ?ramos una rara avis¡±, a?ade Belly Hern¨¢ndez (piano, sintetizadores y voz).
Su mezcla de pop, rock, new wave y electr¨®nica, comentan ambos, no casaba con el sonido guitarrero y ruidista de entonces, as¨ª que la banda barcelonesa decidi¨® hacer la guerra por su cuenta. ¡°Nos pasamos unos cuantos a?os recorriendo Espa?a, tocando en salas casi vac¨ªas, con el convencimiento de que la pr¨®xima vez ser¨ªamos unos poquitos m¨¢s. Y as¨ª fue¡±, explica Hern¨¢ndez. A partir del segundo y tercer disco todo cambi¨®. ¡°Los gustos de la gente cambiaron, la prensa ya nos miraba con otros ojos y el barco empez¨® a navegar. Estamos muy satisfechos de haber hecho nuestro camino contra viento y marea, y de que al final hayan sido las circunstancias las que se hayan adaptado a nosotros, no al rev¨¦s. Llegamos antes de tiempo¡±, se felicita Gili.
De ese viaje trata Armas para volar (Kitsune Books), un libro donde analizan toda su discograf¨ªa a trav¨¦s de 23 canciones, acompa?adas de sendas ilustraciones, pero donde, sobre todo, Marc Gili abre en canal la banda y su propia vida, y confiesa a tumba abierta sus desgarros y abismos existenciales. Un ejercicio, reconoce, ¡°reconfortante¡± y ¡°liberador¡±.
La carrera de Dorian dio un salto triple con el ¨¦xito de Cualquier otra parte, de su segundo ¨¢lbum (El futuro no es de nadie, 2006), un tema adictivo compuesto en solo tres horas que les convirti¨® en m¨²sicos profesionales y les llev¨® a una gira de 100 conciertos. Sin embargo, la onda expansiva de ese triunfo inesperado tambi¨¦n quebr¨® la resistencia de Gili. ¡°Tuvimos que suspender las ¨²ltimas cinco actuaciones porque algo estaba fallando en mi cabeza, ten¨ªa problemas para recordar las letras, me sent¨ªa agotado. Al cabo de unos d¨ªas me dijeron que estaba incubando una depresi¨®n¡±, relata. ¡°Me encerr¨¦ durante meses en mi piso de Lavapi¨¦s sin apenas pisar la calle, enfrentado con la peor parte de m¨ª mismo, la que siempre ve todo mal. Ese demonio hab¨ªa ganado terreno en mi cuerpo. Ten¨ªa una nube negra en mi cabeza las 24 horas del d¨ªa, los huesos me pesaban como si fueran de plomo y cada ma?ana ve¨ªa el cielo nublado aunque estuviera soleado. Esa sensaci¨®n de estar atrapado en tu cerebro es dur¨ªsima¡±.
"Al final de la gira de 'Cualquier otra parte' incub¨¦ una depresi¨®n, me sent¨ªa agotado. Para la creaci¨®n va muy bien no encajar en el mundo, pero para el d¨ªa a d¨ªa es una mierda", confiesa su compositor, Marc Gili
¡°Yo soy complicado e inconformista¡±, confiesa el compositor. ¡°Para la creaci¨®n va muy bien eso de no encajar en el mundo, pero para el d¨ªa a d¨ªa es una mierda. No fluyo a veces con la vida, me siento descuadrado y no entiendo nada de lo que tengo alrededor y el porqu¨¦ de todo esto¡±.
Por suerte, en esa crisis de hace una d¨¦cada encontr¨® ¡°armas para volar¡±: la filosof¨ªa. ¡°Hab¨ªa estudiado la carrera, y empec¨¦ a reflexionar sobre el tema y a identificar lo que fallaba sin necesidad de medicaci¨®n. Con el tiempo, la nube empez¨® a ser un poquito menos negra. Un d¨ªa me llegaba un verso, otro cog¨ªa la guitarra y, cuando me quise dar cuenta, ya estaba haciendo de nuevo canciones¡±. En la resaca de esa depresi¨®n, hijo de esa experiencia traum¨¢tica, naci¨® su tercer disco, La ciudad subterr¨¢nea, un trabajo nocturno y oscuro que habla de los miedos, las adicciones y el desasosiego. Y entre sus grandes fogonazos, La tormenta de arena, el otro ¨¦xito de masas del grupo, especialmente en Latinoam¨¦rica.
La calma tras el caos es el estado ideal donde Marc Gili consigue que broten las letras y las notas. En el libro, el grupo se detiene en explicar de d¨®nde y c¨®mo viene cada composici¨®n. ¡°Las personas somos un tanque de energ¨ªa que se va llenando de experiencias. Cuando desborda, el cuerpo tiene que sacarlo. Unos van al psic¨®logo, otros se hacen dictadores, otros fundan una empresa y los m¨²sicos hacemos canciones¡±, apunta. ¡°De repente te aparece un verso de la nada, y es lo que yo llamo un alumbramiento, el diapas¨®n. Una cosa que no has buscado, que no tiene nada que ver con lo que so?aste ayer y que no se sabe de d¨®nde sale¡±, cuenta. Unas palabras llevan a otras, todo va cogiendo un sentido, pero entonces llega el trance de cerrar la letra. ¡°Eso te puede llevar semanas, meses o no llegar nunca. A veces es un proceso infernal. Nosotros tenemos temas brillantes que se han quedado en la nevera porque les falta un verso. Y nunca saldr¨¢n publicados a menos que baje la virgen y nos los cante¡±.
La pr¨®xima primavera no har¨¢ falta que baje nadie del cielo para escuchar el nuevo disco de estudio de Dorian, que supondr¨¢ una vuelta a sus ra¨ªces, la electr¨®nica y las guitarras, seg¨²n anuncian, tras el unplugged de 2015, Diez a?os y un d¨ªa.
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