Jorge Drexler: ¡°Espa?a no sabe la gran cultura que genera¡±
El cantautor uruguayo comparte las historias de su ¨²ltimo disco con suscriptores de EL PA?S
Antes de salir al escenario, el cantautor uruguayo Jorge Drexler recibi¨® la noticia de que su ¨²ltimo disco, Salvavidas de hielo, estaba nominado a los premios Grammy 2018 en la categor¨ªa de Mejor ¨¢lbum latino de rock, m¨²sica urbana y alternativa. Y lo celebr¨® con una cerveza, porque vio entre el p¨²blico a gente bebiendo y, adem¨¢s, por las dudas, hizo la aclaraci¨®n pertinente: ¡°Soy mayor de edad¡±. La obviedad, sin embargo, no se percibe solamente en los a?os que lleva a cuestas, sino en las experiencias de vida que con su larga trayectoria en la m¨²sica es capaz de contar en una velada como la del martes 28, en compa?¨ªa de suscriptores de EL PA?S.
"Cada vez me pasa m¨¢s que la gente me dice que me escucha desde chiquita¡±, coment¨® con humor ante la confesi¨®n de una de las asistentes. Y es que los inicios de su carrera se remontan a 1994, cuando tuvo la oportunidad de abrir un concierto de Joaqu¨ªn Sabina en Montevideo. Entonces ten¨ªa dos a?os de haberse licenciado como m¨¦dico y trabajaba en la cl¨ªnica familiar atendiendo a pacientes con sordera. Ya ten¨ªa dos discos grabados, pero sus expectativas estaban concentradas en la medicina. No obstante, bast¨® con que Sabina le escuchara cantar para que su vida diera un vuelco. All¨ª arrancan las historias que comparti¨® con sus seguidores y que de una u otra manera forman parte de su producci¨®n discogr¨¢fica m¨¢s reciente.
Pongamos que hablo de Mart¨ªnez, el cuarto tema de Salvavidas de hielo, es la canci¨®n con que Drexler le agradece a Sabina, 23 a?os despu¨¦s, por aquella noche en que, despu¨¦s del concierto, le anim¨® a ir de copas. La misma noche en que le convenci¨® de venir a Madrid con ¨¦l, pese a la objeci¨®n de su familia. ¡°Si los padres hicieran una lista con 10.000 personas de las que quisieran que sus hijos tomaran consejos, Joaqu¨ªn no entrar¨ªa en ella¡±, advirti¨®. ¡°Creo que sabes que el regalo que me hiciste/ me cambi¨® la vida entera¡±, dice la canci¨®n, que interpret¨® en directo.
Esa primera excursi¨®n para cruzar el Atl¨¢ntico fue el origen de todos los viajes a los que la m¨²sica le ha llevado y que tambi¨¦n son el eje de este ¨²ltimo disco. No es casualidad que, como confes¨®, los aviones sean su lugar favorito para escribir. Dado que es inevitable tener que desconectarse del m¨®vil y las comunicaciones a bordo de una aeronave, Drexler manifest¨® que eso le sirve para enfocarse en hacer canciones.
As¨ª que tampoco es fortuito que se involucre tanto con las terminales a¨¦reas. ¡°Yo propuse que llamaran Paco de Luc¨ªa al aeropuerto de Madrid¡±. La muerte del guitarrista espa?ol coincidi¨® con las fechas en que se estaba buscando un nombre para el complejo a¨¦reo, pero al final su iniciativa no prosper¨®. En su opini¨®n, eso evidencia que ¡°Espa?a no tiene conocimiento de la gran cultura que genera¡±. Por eso, aunque es el pa¨ªs donde la guitarra se desarroll¨®, actualmente solo conserva una sola variedad de este instrumento. Lo contrario que Latinoam¨¦rica, donde afirma que pervive una gran diversidad de modelos de guitarra.
Por cierto, confes¨® que entre sus habilidades musicales fue primero el piano que la guitarra, y que aprendi¨® a tocar esta ¨²ltima para poder cantar. ¡°La guitarra es un medio de comunicaci¨®n y una forma de tener un rol en un grupo de amigos¡±, sugiri¨®. Sin embargo, la complicidad actual que tiene con este instrumento es tanta que durante la charla, cuando una asistente quiso ayudarle a devolver su guitarra al atril, Drexler la reconvino: ¡°Mejor lo hago yo, que est¨¢ acostumbrada a mis manos¡±.
A eso se debe tambi¨¦n que haya decidido grabar Salvavidas de hielo exclusivamente con guitarras. Para conseguirlo, se dedic¨® a explorar la cantidad de sonidos que pod¨ªa conseguir del cuerpo del artefacto, m¨¢s all¨¢ de las cuerdas, desde golpear la caja de resonancia en diferentes puntos y de varias maneras hasta percutir la parte trasera del brazo con baquetas de punta de fieltro. Adem¨¢s, utiliz¨® varios modelos de guitarras, y para eso escogi¨® producir el ¨¢lbum en un pa¨ªs donde pudiera encontrar esta diversidad: M¨¦xico.
All¨ª, aclar¨®, hay modelos como ¡°el tololoche, las jaranas ¡ªdesde la m¨¢s peque?a, el mosquito, hasta las m¨¢s grandes¡ª, las leonas¡¡±. Pero no solo eso, sino que reconoci¨® que tiene una relaci¨®n particular con ese pa¨ªs. ¡°La primera vez que fui, sent¨ª que estaba entrando en contacto con una cultura muy especial¡±, record¨®. En comparaci¨®n con Uruguay, que describi¨® con tonos mates y melanc¨®licos, ¡°en M¨¦xico todo es muy colorido y muy grande¡±, detall¨®. Por eso decidi¨® nuevamente emprender el viaje y buscar el amparo de esa tierra para este disco. Y con ese esp¨ªritu termin¨® la velada, cantando los versos del sexto corte de Salvavidas de hielo, Asilo, acogido por los coros del p¨²blico: ¡°Dame una noche de asilo¡±.
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