Jessica Chastain: ¡°Cuando un grupo abusa en la sociedad, deber¨ªamos plantearnos qui¨¦n nos lidera¡±
La actriz presenta en Madrid 'Molly's Game', de Aaron Sorkin, la biograf¨ªa de la mujer que organizaba partidas de p¨®quer entre millonarios
Hay artistas en racha. O que est¨¢n en constante lucha por mantener su buena racha. El mejor ejemplo es la actriz Jessica Chastain (Sacramento, 1977). A inicios de mayo pas¨® por Madrid para promocionar El caso Sloane y de paso habl¨® de otro de sus estrenos, La casa de la esperanza. D¨ªas despu¨¦s form¨® parte del jurado del festival de Cannes, y hoy ha vuelto a Madrid para promocionar Molly's Game, pel¨ªcula con la que debuta en la direcci¨®n el legendario guionista Aaron Sorkin. Ya ha rodado la pr¨®xima entrega de los X-men, saga a la que se incorpora, y el nuevo drama de Xavier Dolan?The Death and Life of John F. Donovan. Y le esperan un biopic sobre la relaci¨®n entre Ingrid Bergman y el fot¨®grafo Robert Capa, y otros tres proyectos m¨¢s.
Pero Chastain no es solo actriz. Ha combatido desde hace a?os contra la desigualdad de salarios y de personajes por el g¨¦nero que rige en la industria cinematogr¨¢fica, nunca se ha autocensurado a la hora de hablar de abusos sexuales, patriarcado o cualquier injusticia que pudra la sociedad. Eso a veces hace que el p¨²blico olvide que ya ha sido dos veces candidata al Oscar y puede que por eso sus publicistas proh¨ªban en Madrid que se le pregunte por "el acoso sexual, Weinstein ni por otros temas de esa ¨ªndole". No hay problema: Chastain misma se mete por s¨ª misma en el barro. Porque en su ¨²ltimo filme encarna a un personaje real, Molly Bloom, una chica a la que una lesi¨®n apart¨® del esqu¨ª ol¨ªmpico y con solo 26 a?os se convirti¨® en la reina del p¨®quer en Estados Unidos. Aunque nunca jugara: ella organizaba las partidas. En esas timbas de Bloom, primero en Los ?ngeles y despu¨¦s en Nueva York, se encontraban estrellas de Hollywood, due?os de fondos de inversi¨®n, millonarios por las nuevas tecnolog¨ªas... y mafiosos rusos, criminales que atrajeron la atenci¨®n del FBI sobre el negocio de Bloom. "Si algo tienen en com¨²n mis ¨²ltimos tres papeles", dice Chastain ante un quinteto de periodistas, "es que no se parecen en nada a m¨ª y en que a lo largo del metraje luchan por averiguar las normas de una sociedad patriarcal, y c¨®mo sobrevivir a su violencia f¨ªsica o ps¨ªquica".
Ella s¨ª parece haber averiguado c¨®mo funciona una industria como la de Hollywood, y desde luego pelea por cambiarla. "En realidad, va m¨¢s all¨¢ de Hollywood, sino que involucra a toda industria, a toda la sociedad. Cuando un grupo demogr¨¢fico, sea cual sea, se impone a otro en un abuso de poder, creo que tendr¨ªamos que plantearnos un cambio de liderazgo, reflexionar sobre qu¨¦ supone ser un l¨ªder e incluir todo tipo de identidades distintas. Una sociedad sana es una sociedad en la que todos cabemos y no importa nuestro g¨¦nero, etnia, religi¨®n... Y no olvides que Hollywood es solo una peque?¨ªsima porci¨®n de la sociedad occidental".
Molly's Game, que se estrena en Estados Unidos el d¨ªa de Navidad y el 5 de enero en Espa?a, supone el salto a la direcci¨®n de Aaron Sorkin, guionista de filmes como Algunos hombres buenos, Moneyball, La red social o El presidente y Miss Wade, y que escribi¨® el considerado mejor cap¨ªtulo de la historia de una serie de televisi¨®n: 'Dos catedrales', de El ala Oeste de la Casa Blanca. Sorkin reina en los di¨¢logos acerados y acelerados, en la defensa de la integridad moral de sus protagonistas y en la complejidad de sus personajes. "Lo que escribe Aaron es lo que nos gustar¨ªa decir en la vida real. Esa mezcla de idealismo, de triunfo de la justicia que hace que sus personajes parezcan mejores que nosotros... Lees sus frases y dices: 'Eso es lo que ten¨ªa que haber dicho', pensando en otro momento de tu vida". Y explica otras diferencias con sus trabajos previos: "Tienes que llegar con tus di¨¢logos bien aprendidos. No vale como he visto a compa?eros en otros rodajes con quedarte con la idea, y ya te quitar¨¢n las dudas y los silencios en el montaje. Los guiones de Aaron Sorkin tienen su propio ritmo, al estilo de David Mamet o Shakespeare, sientes c¨®mo fluyen los di¨¢logos. Y si no sigues ese ritmo, has perdido su esencia y el peso de la palabra. Yo acab¨¦ a veces como un caballo desbocado, demasiado acelerada por amor a ese ritmo. Y Aaron me correg¨ªa, pidi¨¦ndome que lo interpretara m¨¢s despacio".
?Va a cambiar su carrera? A pesar de ser una mujer muy risue?a, en pantalla Chastain casi nunca sonr¨ªe. "Cierto. Puede que la ¨²ltima vez que riera mucho en el cine fuera con el personaje m¨¢s tonto que he encarnado, el de Criadas y se?oras. Se debe a que busco papeles alejados de m¨ª. Aunque ahora estoy desarrollando una comedia con Octavia Spencer, de quien ya fui compa?era de reparto justo en Criadas y se?oras. Necesito hacer comedias, y en general necesito que los guiones me supongan un reto".
Chastain ha encontrado en Sorkin a otro compa?ero de lucha en las desigualdades de g¨¦nero: "Le preguntaron en el festival de Toronto, donde estrenamos la pel¨ªcula, que por qu¨¦ de Molly Bloom solo conocemos una relaci¨®n sentimental, la que establece con su padre, y ni un novio o amante, y respondi¨® que pasaba lo mismo con el papel de Brad Pitt en Moneyball, del que solo ve¨ªamos a su hija, nada m¨¢s, y que nadie le hab¨ªa preguntado por sus novias. Eso define c¨®mo vemos a la mujer en la sociedad actual. Una mujer deber¨ªa poder decidir sus prioridades -laborales, sentimentales, lo que sea- igual que un hombre".
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