La herida del autoenga?o
Una pel¨ªcula para p¨²blico maduro, no en edad sino en sentido del placer, incluso para saborear la banda sonora de Max Richter y su selecci¨®n de canciones
EL SENTIDO DE UN FINAL
Direcci¨®n: Ritesh Batra.
Int¨¦rpretes: Jim Broadbent, Charlotte Rampling, Billy Howle, Freya Mavor.
G¨¦nero: drama. Reino Unido, 2017.
Duraci¨®n: 115 minutos.
La coraza de seguridad ante nuestra propia vida nos puede llevar a no entenderla. A no querer comprenderla. A evitar la herida con una ausencia de remordimiento que solo es autoenga?o. ?Qu¨¦ sabemos de nosotros mismos si ni siquiera hemos reflexionado sobre ello? La calma que siempre proporcionan las novelas del brit¨¢nico Julian Barnes procede de la elegancia de su prosa y del tratamiento sosegado de su fuego interior. Y El sentido de un final, editada en 2011, ganadora del Booker, y reflexi¨®n sobre la p¨¦rdida, la memoria y la pesadumbre, es una de sus mejores demostraciones. ¡°Vivimos en el tiempo pero nunca he cre¨ªdo comprenderlo muy bien¡±, escribi¨® el formidable novelista. Y Ritesh Batra, cineasta indio, lo ha filmado con ese mismo esp¨ªritu. Su pel¨ªcula es puro Barnes.
El tratamiento de Batra con sus im¨¢genes, y sobre todo con el tempo, es exquisito. Desde los encuadres y el paisaje f¨ªsico que rodea a sus personajes, jugando con ellos de un modo tan distinguido como sutil ¡ªla frialdad de los techos modernos, el calor de las cocinas antiguas¡ª, hasta el manejo de los silencios en una pel¨ªcula, en un relato, que los necesita a¨²n m¨¢s que a sus palabras, a pesar de todo siempre certeras, volc¨¢nicas por su significaci¨®n existencial, aunque de apariencia apacible. El director de The lunchbox (2013), su celebrado aunque demasiado melifluo debut en el largo, compone su obra con la madurez que necesitaban los subtextos de Barnes, y la lleva hasta un desenlace quiz¨¢ menos desconcertante que el de la novela, m¨¢s cinematogr¨¢fico y menos literario.
Ambientada en dos ¨¦pocas, la contempor¨¢nea y los a?os 60, y a trav¨¦s de dos edades, la de la jubilaci¨®n y la de la juventud, la historia presenta un tri¨¢ngulo amoroso con derivaciones tr¨¢gicas, algo ya cl¨¢sico en la obra del autor de Hablando del asunto y Amor, etc¨¦tera, esta ¨²ltima llevada al cine en la excelente versi¨®n de la francesa Marion Vernoux. Y, como Vernoux, Batra tambi¨¦n acierta en la composici¨®n de su reparto: las dos mujeres, la joven Freya Mavor y la veterana Charlotte Rampling, llevan el misterio impreso en su mirada, en sus pecas, en sus andares.
El sentido de un final es una pel¨ªcula para p¨²blico maduro, no en edad sino en sentido del placer, incluso para saborear la banda sonora de Max Richter y su selecci¨®n de canciones, con las preciosas y adecuad¨ªsimas There was a time, de Donovan, y Time has told me, de Nick Drake, como banderas estil¨ªsticas. El tiempo ayuda a recolocar vidas, a darle un sentido a nuestro final. Al de la Historia, con may¨²scula, para cuyos acontecimientos no hay un ¨²nico responsable, y al de las historias de apariencia m¨ªnima, como ¨¦sta, donde tampoco hay un ¨²nico culpable. Como dice un personaje: ¡°Camus dijo que el suicidio era la ¨²nica cuesti¨®n realmente filos¨®fica¡±.
Babelia
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