De c¨®mo Morante ha dejado sin sue?o al empresario de la Real Maestranza
Pausado an¨¢lisis de la inquietante perfomance de un torero, un empresario y un apoderado
La foto que ilustra estas l¨ªneas recoge el momento en el que el diestro retirado Morante de la Puebla, en presencia del empresario sevillano Ram¨®n Valencia y su apoderado, Manolo Lozano, firma el contrato por el que se compromete a volver a la Maestranza a finales de la temporada del a?o que viene.
Si se observa con detenimiento, la imagen es inquietante. El marco y sus protagonistas componen un monumento a la sorpresa, pero tambi¨¦n a la contradicci¨®n¡ Qui¨¦n sabe si solo se trata del capricho de un artista.
Impresiona la escenograf¨ªa: el acto se celebra en el antiguo despacho de Joselito, El Gallo, hoy propiedad del torero de La Puebla, y se respira un ambiente de tauromaquia solemne, a?eja y cl¨¢sica; en la pared del fondo, una vidriera estilo ¡®remordimiento¡¯; a la izquierda, el dibujo de un toro con media estocada en las agujas, y, debajo, lo que parece un peque?o ba¨²l de madera repujada, sobre el que destaca la escultura de un torero; a la derecha, sobre un rinc¨®n de la estancia, una foto vertical a tama?o natural del menor de los Gallo, de perfil, vestido de corto, serio y circunspecto el semblante, y junto a ella otra imagen de una terna torera en la que no se distinguen los protagonistas.
En primer plano, la mesa-escritorio del rey de los toreros, de madera y con fiadores de hierro, sobre la que reposan un cenicero dorado y un libro; en la estancia se adivinan tres sillas, tambi¨¦n de madera, de estilo renacentista, con asiento y respaldo de cuero repujado con el ¨¢guila bic¨¦fala coronada y claveteadas en bronce.
La Feria de Abril de 2018 no ser¨¢ la misma sin el torero que m¨¢s interesa en Sevilla
Y ese singular escenario adquiere vida con tres figuras humanas.
A la izquierda, el empresario Ram¨®n Valencia, de pie, traje oscuro, enhiesto el cuerpo, con una ligera inclinaci¨®n de cabeza hacia adelante y los nudillos de la mano derecha sobre la mesa, a modo de ayuda. Su cara es el reflejo de la resignaci¨®n.
¡°Este hombre acaba conmigo; madre m¨ªa, en el l¨ªo que me ha metido¡!¡±, parece decirse. ¡°Me hunde la Feria de Abril, y no tengo manera de hacerle ver que en tres de sus cuatro corridas del a?o pasado colgamos el cartel de ¡®no hay billetes¡¯. ?Qu¨¦ m¨¢s le dar¨ªa reaparecer en primavera! Y ahora me firma un papel para finales de septiembre, como si alguien supiera lo que pensar¨¢ Morante dentro de un a?o; en fin, que sea lo que Dios quiera, pero a m¨ª es que me crecen los enanos¡¡±
Sentado, en el centro, el torero, muy elegante, tocado con un look gran Gatsby, estilo a?os veinte, melena abundante y ensortijada, una barba dieciochesca y emparentada con los bandoleros de Sierra Morena, impoluta chaqueta clara, camisa celeste, corbata en la que destaca la bandera espa?ola, y fija la mirada en el papel que firma con un bol¨ªgrafo tipo ¡®Inoxcrom¡¯. (¡°?Ser¨¢ tan grande el toro de la feria de San Miguel como en abril? No s¨¦ yo si no me estar¨¦ equivocando con esta firma¡¡±).
Y a la derecha, muy cerca de su protegido, Manolo Lozano, el apoderado, enfundado en un curioso jersey boliviano, de color marr¨®n, impropio para un momento tan especial. ?Mira al torero o al contrato? No queda claro, pero su imagen destila un aire tolerante, paciente y profundamente paternalista. (¡°Firma, Jos¨¦ Antonio, firma, que ya veremos c¨®mo estamos en septiembre¡±).
Esas son las formas, propias de un artista veleidoso, un empresario entregado y un apoderado condescendiente. Una foto curiosa, s¨ª, pero poco m¨¢s.
?Ser¨¢ el toro de 2018 m¨¢s ¡®chico¡¯ que el que propici¨® la retirada de Morante en 2017?
Pero, ?y el fondo? ?Se esconde algo realmente trascendente detr¨¢s de esta imagen?
Extra?o, al menos, es que la empresa de Sevilla y Morante firmen el primer contrato del pr¨®ximo a?o para la ¨²ltima corrida de la temporada. Largo me lo fiais¡ Y sin fecha, ni dato alguno que ofrezca compromiso al documento rubricado. Una aparente contradicci¨®n en s¨ª misma.
Si esto es as¨ª, el empresario sevillano tiene serios motivos para perder el sue?o. Es f¨¢cil imaginar, por tanto, que Ram¨®n Valencia ha accedido a participar en esta perfomance con la esperanza de que pueda convencer al torero para que adelante su reaparici¨®n a la Feria de Abril.
No olvida el responsable de la Maestranza que Morante es el torero que m¨¢s interesa a los aficionados sevillanos; prueba de ello es que tres de los cuatro llenos de ¡®no hay billetes¡¯ del a?o pasado coincidieron con comparecencias del diestro.
Si no torea Morante, la Feria de Abril se queda sin referente sevillano; y, previsiblemente, volver¨¢ a reducirse el abono y habr¨¢ menos colas en las taquillas.
Dif¨ªcil papeleta, pues, la de Ram¨®n Valencia: al problema de la crisis econ¨®mica ¡ªasunto al que el empresario culpa fundamentalmente de la huida clientelar de la Maestranza¡ª se une ahora la ausencia de Morante, con lo que la feria sevillana de 2018 se presenta cargada de interrogantes.
Porque no solo debe preocupar el alto inter¨¦s que el diestro despierta entre los aficionados; adem¨¢s, persiste una creciente e imparable destaurinizaci¨®n de la sociedad espa?ola que repercute muy negativamente en el presente y futuro de todas las plazas, incluida la Maestranza. ?nanse, por si faltara detalle, cuatro cuestiones de inter¨¦s.
Por un lado, la ausencia de un l¨ªder destacado del escalaf¨®n que cargue con el peso de la feria y arrastre al p¨²blico; por otro, el desinter¨¦s y la indiferencia que provocan la mayor¨ªa de las veteranas figuras actuales, con excepciones muy puntuales, entre las que destacan Antonio Ferreras y Paco Ure?a; el apego de la empresa sevillana por el encaste Domecq, y su rechazo permanente y radical a contratar nuevas ganader¨ªas que ofrezcan un espect¨¢culo diferente y, por ¨²ltimo, el escaso empuje de los toreros nuevos, con especial referencia a los dos sevillanos, Rafael Serna y Pablo Aguado, que tomaron la alternativa el pasado mes de septiembre.
Si fuera necesaria alguna guinda a este preocupante pastel de feria, a?¨¢danse los muy altos precios que aparecen cada a?o en las taquillas de la Maestranza y las pocas atenciones que la empresa Pag¨¦s tiene con los abonados, sus mejores clientes.
En fin, que la foto de marras tiene miga.
?Estar¨¢ en activo Morante de la Puebla en septiembre de 2018?
?C¨®mo ser¨¢ el toro de la feria de San Miguel? ?Y los representantes de la autoridad? Ah¨ª quedan las palabras del torero el d¨ªa de su retirada: ¡°Los presidentes y veterinarios me han aburrido; el toro tan grande que sale hoy va en contra del toreo de arte, y ya no puedo m¨¢s¡±.
?Podr¨¢ garantizarle alguien que el toro que salga al albero sevillano ser¨¢ m¨¢s chico, al modo y manera del torero?
Todo podr¨ªa ser porque ya Morante consigui¨® que la Comunidad de Madrid allanara la pendiente del ruedo de Las Ventas, y solo entonces volvi¨® a anunciarse en esa plaza.
?Qu¨¦ cosas¡! ?Pero si Morante ha sido y seguir¨¢ siendo un privilegiado¡! ?Hombre, por favor¡!
Un torero con estrella; un artista siempre en la cima y un ser humano que, a veces, se hunde en las profundidades de un alma atormentada. Imperfecto, como todos.
Como todos los que ahora se quedan estupefactos ante una foto que es un poema, y no sinf¨®nico, precisamente¡
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