Materias no siempre oscuras
El autor selecciona algunos libros de regalo para estas fiestas de "consumo interclasista"
1. Melazas
El 95% del universo est¨¢ formado por sustancias (suponiendo que pueda llamarlas as¨ª) que no vemos ni conocemos. La parte del le¨®n de esa ignorancia que nos hace a¨²n m¨¢s insignificantes se la llevan dos asuntos a los que los cient¨ªficos han bautizado como ¡°materia oscura¡± (un 27%) y ¡°energ¨ªa oscura¡± (un 68%). La primera, al parecer, es la que tiende a mantener unido el universo; la segunda, a desmembrarlo. Pens¨¦ en esos sombr¨ªos conceptos durante la resaca moral de la Nochebuena poselectoral y familiar, mientras me preguntaba qu¨¦ es lo que podr¨ªa mantener unidos (bueno, de alguna manera) a los pueblos que ¡ªa¨²n¡ª constituyen naciones, o a las familias que se re¨²nen con el pretexto de festejar lo que a menudo ignoran o han olvidado, y ello a pesar de las energ¨ªas oscuras que pugnan por desmentir la omnipresente melaza estacional y nost¨¢lgica que tendemos a relacionar con Dickens. El gran G. K. Chesterton se refiere indirectamente a ello en la recopilaci¨®n El esp¨ªritu de la Navidad (Espuela de Plata), un librito que recomiendo a los fan¨¢ticos de las celebraciones. Ahora, mientras finalizamos el tramo medio de las comilonas, los bebercios y el gigantesco potlacht de consumo interclasista, y selecciono para qui¨¦n sabe qui¨¦n (que quiz¨¢s est¨¦ ah¨ª, al otro lado de esta p¨¢gina) algunos libros de regalo, releo un fragmento del art¨ªculo de D¡¯Alembert sobre la biblioman¨ªa, incluido en la antolog¨ªa (compilada por Gonzalo Torn¨¦) de La Enciclopedia, publicada por Debate, a prop¨®sito de la falsa creencia que hace importantes a todos los libros e imprescindible la lectura: ¡°Son tant¨ªsimos los mediocres, por no hablar de los tontos¡± ¡ªafirma el philosophe?¡ª ¡°que han escrito libros que podemos estar seguros de que bibliotecas enteras apenas sirven como registro hist¨®rico de la ceguera y la estupidez de la humanidad. De todo ello se deduce que cuando el amor a los libros no est¨¢ guiado por una mente iluminada constituye una de las pasiones m¨¢s rid¨ªculas¡±. Tomemos nota.
2. Regalos
Hay quien cree que en estas fiestas los libros que se regalan tienen que tener especial apariencia: empaque lujoso, papel cuch¨¦, ilustraciones llamativas. Bueno, el coffee-table book siempre es una opci¨®n, aunque no tiene por qu¨¦ ser la mejor ni la m¨¢s adecuada a quien lo recibe. Para quien desee que su regalo ¡°impresione¡±, he seleccionado cuatro libros que me han agradado y cuyo precio no supera el list¨®n de los 50 euros. En primer lugar, El libro del agua, de Leonardo da Vinci, en el que Juan Barja y Patxi Lanceros han recopilado ¡ªincluyendo dibujos y esquemas¡ª un buen n¨²mero de textos dispersos del gran pol¨ªmata florentino en torno al agua y su lugar en la f¨ªsica y la vida (Abada; 32 euros). Otras opciones interesantes son Carmen, la nouvelle (1845), de Merim¨¦e, sobre la gitana hom¨®nima, universalizada como arquetipo de femme fatale por la ¨®pera de Bizet, que ha ilustrado Benjamin Lacombe para Edelvives (29,90). Para los amantes de Roma, Taschen ha publicado (49,99) Roma. Retrato de una ciudad, un gigantesco vadem¨¦cum triling¨¹e (ingl¨¦s, italiano, espa?ol) de 490 p¨¢ginas y m¨¢s de cuatro kilos de peso, en el que Giovanni Fanelli ha recopilado centenares de placas de grandes fot¨®grafos ¡ªdesde Giovanni Cavana hasta William Klein¡ª que, en conjunto, componen un complet¨ªsimo retrato de la ciudad a trav¨¦s del tiempo. Por ¨²ltimo, para los fans de J.?K. Rowling recomiendo la edici¨®n ilustrada (por Olivia Lomenech Gill) de Animales fant¨¢sticos y d¨®nde encontrarlos, el bestiario m¨ªtico del mago de Hogwarts Newt Scamander, ¡°rescatado¡± por la autora de Harry Potter.
3. Filmotecas
Si hay un subsector de la edici¨®n en clara v¨ªa de extinci¨®n es el de los llamados libros de cine. Al contrario de lo que pasa en Francia ¡ªdonde proliferan las publicaciones relacionadas con el s¨¦ptimo arte¡ª, las editoriales espa?olas parecen haber renunciado en bloque a publicarlos, dado su escaso rendimiento. Incluso C¨¢tedra, cuya colecci¨®n de directores es mod¨¦lica, parece haber ralentizado la producci¨®n. Entre los escasos vol¨²menes que he recibido en el ¨²ltimo trimestre, selecciono tres muy diferentes. Universo Almod¨®var, de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Noriega (Alianza), es un util¨ªsimo vadem¨¦cum ilustrado para incondicionales del cineasta manchego. Elogio del amor, de Jean Luc Godard, publicado por la argentina interZona, es una reconstrucci¨®n literaria ?¡ªe incluso po¨¦tica¡ª del conjunto de proyectos, tentativas y esquemas que le llevaron a filmar (2001) la pel¨ªcula hom¨®nima, un filme, seg¨²n JLG, ¡°con comienzo, medio y fin, pero no necesariamente por ese orden¡±. Muy l¨²cidos, por ¨²ltimo, me resultan algunos de los escritos sobre cine incluidos en La po¨¦tica de lo cotidiano (Gallo Nero), de Yasujiro Ozu (1903-1963), uno de mis iconos cinematogr¨¢ficos, en cuya tumba en el cementerio del templo de Engaku-ji, en la comunidad religiosa de Kamakura (donde se recluy¨® los ¨²ltimos a?os de su vida), dej¨¦ un par de flores de cerezo hace un par de a?os. Por lo dem¨¢s, no quisiera terminar el a?o sin una menci¨®n de los cambios (para bien) que han tenido lugar en la Filmoteca Espa?ola (cine Dor¨¦), a la que alguna vez he criticado desde este Sill¨®n de Orejas. Se nota que en la Secretar¨ªa de Estado de Cultura se han tomado la instituci¨®n un poco m¨¢s en serio. Su subdirector y responsable absoluto de la programaci¨®n, Carlos Reviriego ¡ªantiguo cr¨ªtico de la revista Caim¨¢n, persona de confianza del sucesor de Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle¡ª, ha dado a su trabajo un nuevo dinamismo, con programaciones y ciclos oportunos (ah¨ª tienen los de Bellocchio o Regueiro), presencia de autores y una informaci¨®n mucho m¨¢s eficaz y personalizada. A¨²n estamos lejos de parecernos no ya a instituciones ¡°hermanas¡± como la Cin¨¦math¨¨que Fran?aise ¡ªsolo su p¨¢gina web es para salivar¡ª, sino ¡ªm¨¢s cerca¡ª a la de Catalu?a. Pero bueno, los primeros pasos son esperanzadores. ?nimo, y a conseguir la autonom¨ªa. Seguiremos observando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.