La nostalgia cada vez llega antes

El tiempo pasa demasiado deprisa. En un mundo donde priman las noticias de consumo r¨¢pido, en el que hoy nos hemos olvidado del trending topic de anteayer, todo suena a lejano, digno de recuperar en pleno achaque de nostalgia. Para muestra un tuit: hace unos d¨ªas un internauta de 22 a?os apuntaba que si Mi m¨²sica es tu voz hab¨ªa sido himno de los padres, el Camina de los actuales triunfitos lo era para sus hijos. El 2001 le parec¨ªa en los albores del tiempo. Haciendo unas simples cuentas, quien escribe esta columna, que vivi¨® de pleno el fen¨®meno generacional que fue Operaci¨®n Triunfo, tendr¨ªa que haber sido padre a los seis para que esa teor¨ªa se cumpliera.

Todo nos parece tan remoto que la nostalgia, ese virus que asola el entretenimiento actual, cada vez llega antes. Ninguna serie puede morir tranquila. NBC est¨¢ tanteando, por ejemplo, un revival de The Office, cancelada en 2013. El luto ha durado cinco a?os. No nos ha dado tiempo para echarla de menos, pero mejor tirar de lo probado que de ideas nuevas. La nueva temporada de Expediente X se presenta, a su vez, como otro evento in¨¦dito, una inesperada reuni¨®n, incluso si Fox ya hizo la misma promoci¨®n en 2016. La memoria da para dos a?os.

2018 tambi¨¦n tendr¨¢ su raci¨®n de Will y Grace, Roseanne, Madres forzosas, Star Trek, Dinast¨ªa y Prison Break, y posiblemente hasta Loco por ti. La nostalgia llega tan veloz que la propia Stranger Things, ep¨ªtome de lo que est¨¢ mal con este eventismo, ha creado una segunda temporada que no solo bebe de la acci¨®n, planos y di¨¢logos de las pel¨ªculas de los ochenta, sino que casi repite trama por trama, ahora a lo grande, lo que ocurr¨ªa en la primera temporada. Da m¨¢s de lo mismo, lo que el espectador siempre hab¨ªa pedido a la serie: la calidez de esa nostalgia mal entendida en la que no habr¨¢ sorpresas, una copia gratuita y f¨¢cil. Lo mismo repetido temporada tras temporada. Como la vida misma.